Hamilton triunfa en el caos
El brit¨¢nico logra su primera victoria mientras Alonso falla, es sancionado y s¨®lo alcanza la s¨¦ptima posici¨®n
En medio de un aut¨¦ntico caos, el brit¨¢nico Lewis Hamilton, de 22 a?os, consigui¨® su primera victoria en el Campeonato del Mundo de f¨®rmula 1. Al igual que el s¨¢bado hab¨ªa logrado su primera pole position, ayer volvi¨® a sorprender no por su calidad de pilotaje, que ya se conoc¨ªa, sino por la capacidad mental y la dureza psicol¨®gica que demostr¨®. No s¨®lo no se amilan¨® ante el ataque inicial de Fernando Alonso, sino que marc¨® su trayectoria y vio c¨®mo su principal rival, que part¨ªa el segundo, se sal¨ªa de la pista, atravesaba por la hierba y regresaba al asfalto en la tercera posici¨®n, superado por el alem¨¢n Nick Heidfeld.
Fue el primer golpe de teatro de una carrera que estuvo marcada por los incidentes; las entradas del safety car; el espectacular accidente del polaco Robert Kubica, que choc¨® frontalmente contra un muro y dio varias vueltas de campana dejando su coche reducido a chatarra -s¨®lo sufri¨® magulladuras-; las sanciones a Alonso y Rosberg; las descalificaciones de Massa y Fisichella, y el ¨²ltimo accidente de Trulli con el coche de seguridad de nuevo en la pista. Una carrera incre¨ªble, impresionante, cargada de tensi¨®n y de guerras psicol¨®gicas en la que hubo un gran vencedor, Hamilton, que sale de Canad¨¢ con una ventaja de ocho puntos sobre su inmediato perseguidor, Alonso, y que muestra al espa?ol, s¨¦ptimo al final, que no est¨¢ dispuesto a claudicar aunque ¨¦l sea un doble campe¨®n mundial.
El espa?ol ha sufrido en seis carreras m¨¢s problemas que en cinco a?os en Renault
El nuevo l¨ªder del Mundial mostr¨® una gran dureza psicol¨®gica en una prueba exigente
Hamilton no logra ning¨²n nuevo r¨¦cord con esta victoria. Alonso sigue ostentando el de haber sido el piloto m¨¢s joven en ganar una carrera de F-1, con 22 a?os y 26 d¨ªas. Hamilton ha tardado s¨®lo cuatro meses m¨¢s. Y tampoco es el piloto que ha subido a lo m¨¢s alto del podio en menos carreras desde su deb¨². Pero todo eso da lo mismo. A estas alturas, ya nadie cuestiona que es capaz de soportar la presi¨®n de ser el compa?ero de equipo de Alonso y de disputar la posici¨®n a cualquier rival, se llame Massa, Raikkonen o Heidfeld. Todo eso es lo que demostr¨® la carrera del brit¨¢nico en Montreal. Porque, cuando la inici¨®, se hab¨ªa percatado ya de la hostilidad de Alonso en su propio motorhome, sab¨ªa lo mucho que se estaba dirimiendo en este gran premio y ten¨ªa conciencia de que no pod¨ªa fallar.
Y verdaderamente no lo hizo. Al contrario. Mientras ¨¦l se aseguraba el primer puesto desde la misma salida, acertando en todas las estrategias, entrando en los boxes justo en el momento preciso -antes de que saliera el primer safety car-, sin desesperarse cuando las cuatro entradas del coche de seguridad anularon las diferencias que ten¨ªa sobre sus rivales y, evidentemente, teniendo mucha suerte, a Alonso se le negaba todo eso. Al error inicial le siguieron otros dos en la misma curva y de la misma forma que le costaron posiciones -en una de sus salidas, le adelant¨® Massa- y le sometieron a una presi¨®n insoportable.
Iba ya por detr¨¢s de Hamilton y Massa cuando el safety car entr¨® por primera vez en la pista, en la 26? vuelta. Y el asturiano entr¨® directo en los boxes junto a Rosberg que le persegu¨ªa. No le qued¨® m¨¢s remedio que hacerlo porque precisaba combustible. Pero fue algo determinante, ya que su entrada en el taller se produjo cuando el coche de seguridad hab¨ªa echado ya a rodar. Como consecuencia, Alonso recibi¨® una penalizaci¨®n de diez segundos, que le oblig¨® a pasar de nuevo por los boxes y le releg¨® hasta las ¨²ltimas posiciones. Peor parados salieron todav¨ªa Massa y Fisichella, que, inmersos en una lucha por la cuarta posici¨®n, salieron de los talleres con el sem¨¢foro en rojo y fueron descalificados.
Aunque se vio beneficiado por las posteriores salidas del coche de seguridad -al menos, se redujeron las diferencias, que eran enormes- y se lanz¨® a una lucha desaforada por recuperar puestos, Alonso se vio inmerso en el tr¨¢fico y su remontada no pudo llevarle m¨¢s que hasta la s¨¦ptima plaza. Un lugar que perdi¨® en las ¨²ltimas vueltas cuando Sato le adelant¨® porque el ovetense apenas pod¨ªa controlar su McLaren, con evidentes problemas de neum¨¢ticos.
La cuesti¨®n para Alonso, sin embargo, no es ¨¦sa. En una carrera pueden junt¨¢rsele todos los problemas, como le ocurri¨® ayer en Canad¨¢. El caso es que en lo que se lleva de temporada, o sea en s¨®lo seis carreras, ha tenido m¨¢s problemas que en los cinco a?os que estuvo en Renault. Si algo diferenciaba a Alonso de todos los dem¨¢s era que no comet¨ªa errores. Esta temporada, sin embargo, fall¨® en la salida de Australia, tuvo problemas con el set-up de su coche en Bahrein, sufri¨® una salida de pista en Barcelona cuando en la primera curva intent¨® adelantar a Massa y en Canad¨¢ no s¨®lo se fue largo en la curva d¨¦cima en la cronometrada, sino que en carrera se sali¨® tres veces en la primera curva. Lo dem¨¢s fue mala suerte. Pero estos incidentes demuestran que est¨¢ bajo presi¨®n. Y la nota mucho m¨¢s que con sus anteriores compa?eros de equipo.
La carrera, por otra parte, permiti¨® vislumbrar un decorado totalmente distinto al habitual. Hamilton gan¨®, algo que se esperaba, pero que result¨® novedoso. Pero detr¨¢s de ¨¦l se situaron el BMW de Heidfeld, el Williams de Wurs y el Renault de Kovalainen. Raikkonen fue quinto, Alonso s¨¦ptimo y Massa fue descalificado, consumando el desastre de Ferrari. Todo excesivamente inhabitual. El primer ¨¦xito de Hamilton coincidi¨® con uno de los peores d¨ªas de Alonso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.