Rajoy y Zapatero escenifican entre discrepancias su intento de recuperar la unidad contra ETA

El comunicado etarra de la vuelta a los atentados oblig¨® ayer al presidente del PP, Mariano Rajoy, a aparcar sus diferencias con la pol¨ªtica antiterrorista del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y escenificar un intento de recuperar la unidad contra la banda.

Zapatero y Rajoy, tras hora y media de reuni¨®n en La Moncloa, coincidieron en que su objetivo prioritario es la derrota de ETA, aunque sus discrepancias sobre la ilegalizaci¨®n de ANV o los pactos de Gobierno en Navarra, la diputaci¨®n de ?lava y el Ayuntamiento de Vitoria quedaron de nuevo en evidencia. El Ejecutivo cree que la ilegalizaci¨®n en este momento es inviable.

El jefe del Ejecutivo y Rubalcaba se reunir¨¢n con los grupos del Congreso, y el PP aparca las preguntas sobre terrorismo

Rajoy se justifica ante los m¨¢s duros de su partido: "Ayudar al Gobierno es lo que me pide la sociedad en este momento"

El presidente y el l¨ªder del PP consideran que la reuni¨®n ha sido positiva y supone un paso para volver a tener confianza

El Gobierno valor¨® la reuni¨®n como un "primer paso importante" para "recuperar la confianza" en el camino de la unidad, tras un largo periodo de duro enfrentamiento en el que Rajoy se opuso al proceso de final dialogado del terrorismo que emprendi¨® Zapatero. El presidente puso en valor ante el l¨ªder del PP la importancia de sacar la pol¨ªtica antiterrorista del debate pol¨ªtico en este momento de amenaza real de ETA.

"Para derrotar a ETA no basta la determinaci¨®n del Gobierno de reforzar la acci¨®n policial, la judicial y la cooperaci¨®n internacional. Es imprescindible recuperar la unidad de todos los dem¨®cratas", dijo el presidente al l¨ªder del PP.

Zapatero est¨¢ convencido de que ETA se beneficia de la divisi¨®n entre los dem¨®cratas porque as¨ª condiciona la agenda nacional. Como gesto en favor de la unidad, no pidi¨® a Rajoy rectificaciones por sus ataques a la pol¨ªtica antiterrorista ni le puso condiciones. Y el jefe de la oposici¨®n tampoco reclam¨® p¨²blicamente ninguna rectificaci¨®n, al contrario de lo que plante¨® unas horas despu¨¦s de conocerse el comunicado de ruptura de la tregua.

El jefe de la oposici¨®n, vestido ayer con el traje de hombre de Estado, utiliz¨® un tono grave y lanz¨® dos mensajes claros, uno interno y otro externo. Su discurso fue medido, le¨ªdo en su mayor¨ªa. Para todos los espa?oles, Rajoy lanz¨® un "mensaje de esperanza" con la idea de que "la democracia s¨®lida de una gran naci¨®n" podr¨¢ contra ETA. Pero sobre todo dijo que ¨¦l apoya al Gobierno, despu¨¦s de meses de ataque sin cuartel, porque quiere creer que Zapatero ha decidido derrotar a ETA.

Fue un apoyo sin condiciones, pero con cautelas y con pullas veladas. "No es hora de reproches ni de hablar de la credibilidad del presidente. Tiempo habr¨¢ de dilucidar las responsabilidades de este proceso", se?al¨® en clara referencia a las elecciones generales.

"Ahora hay que actuar. Hemos sido amenazados y la prioridad es la derrota de ETA. La banda debe recordar que gobierne quien gobierne no va a conseguir sus objetivos pol¨ªticos. ETA no combate a un Gobierno, sino a 40 millones de espa?oles. No vamos a permitir que nos robe la esperanza. Su barbarie ser¨¢ in¨²til. Jam¨¢s nos ver¨¢ de rodillas", clam¨® para mostrar, frente a las cr¨ªticas, que en los momentos duros ¨¦l sabe estar "a la altura de las circunstancias".

El mensaje interno fue a¨²n m¨¢s claro: Rajoy se justific¨® ante los m¨¢s duros, quienes critican cualquier acercamiento a Zapatero: "Estoy donde estaba, no he cambiado. S¨®lo las circunstancias han cambiado. Y yo he cumplido con mi obligaci¨®n ante el conjunto de los espa?oles. Yo apoyo al Gobierno para la derrota de ETA pero no para negociar con ETA".

Varias veces insisti¨® en la idea de que ¨¦l hace lo que le pide la gente, esto es, que el enfrentamiento con el Gobierno en este momento ser¨ªa un suicidio electoral: "He mostrado mi disposici¨®n a ayudar al Gobierno, que es lo que me pide la sociedad espa?ola en este momento. La negociaci¨®n se ha terminado". "Salgo contento porque he hecho lo que creo que debo hacer. Y quiero seguir contento en el futuro, porque eso querr¨¢ decir que hemos terminado con algunos experimentos y queremos acabar con ETA".

Zapatero ofreci¨® al l¨ªder de la oposici¨®n "un espacio de di¨¢logo en el que trabajar todos juntos" para que se puedan asentar nuevamente las bases de la pol¨ªtica antiterrorista, una especie de pacto antiterrorista ampliado, aunque tanto ¨¦l como Rajoy eludieron referirse expresamente al mismo. No obstante, el l¨ªder del PP admiti¨® que est¨¢ a favor de que los nacionalistas se incorporen: "Ojal¨¢ el PNV se apuntara a la derrota de ETA y no al di¨¢logo con ETA".

Zapatero y Rajoy acordaron un m¨¦todo de trabajo a tres niveles para "recuperar la confianza perdida". Habr¨¢ un primer nivel, de di¨¢logo bilateral entre el presidente del Gobierno y el l¨ªder del PP; un segundo nivel, por el que un representante del Ejecutivo mantendr¨¢ una l¨ªnea caliente con otro representante del PP, como hubo en la legislatura anterior entre el secretario general de la Presidencia y el responsable antiterrorista de la oposici¨®n; y un tercer nivel entre el Ejecutivo y el resto de las fuerzas pol¨ªticas con representaci¨®n parlamentaria.

El ministro del Interior ser¨¢ el encargado de mantener este tercer nivel, cuya primera reuni¨®n celebrar¨¢ el mi¨¦rcoles en el Congreso, precedida de una reuni¨®n de Zapatero con los m¨¢ximos responsables de los grupos parlamentarios.

No hubo ning¨²n compromiso formal para dejar el terrorismo fuera de la contienda pol¨ªtica. Sin embargo, esta semana, el PP, al contrario de lo habitual, s¨®lo tiene una pregunta espec¨ªfica sobre terrorismo, m¨¢s bien pensada para atacar al fiscal general. La preguntas de los l¨ªderes principales son muy abiertas, y permiten incorporar el terrorismo si es necesario, algo que ahora se aleja. La sesi¨®n de este mi¨¦rcoles ser¨¢ pues determinante para comprobar c¨®mo ser¨¢ la nueva situaci¨®n pol¨ªtica.