El chiste de las monjas
La piel fina que muestran algunos cuando no son suyos los chistes y los cogen desprevenidos ri¨¦ndose de los otros me recuerda el chiste de las monjas, aquellas religiosas que se mostraban escandalizadas porque delante de su convento se hac¨ªan obscenidades que se vieron obligadas a denunciar a la polic¨ªa. "?Pero si no se ve a nadie haciendo obscenidades!". "?Qu¨¦ no se ve a nadie? S¨²banse al armario para que vean". Lo ven todo desde el armario, y tratan de imponer su ritmo, te llevan a lo alto del armario y te dicen: "?Miren lo que me est¨¢n haciendo!". Act¨²an mostrando la piel fina e irritable, tiemblan de indignaci¨®n despu¨¦s de haberse re¨ªdo de todo.
Los que se han escandalizado ahora porque se haya difundido una conversaci¨®n privada (?privada?) del l¨ªder de la oposici¨®n con unos periodistas de la Cope son los mismos que consideraron adecuado enga?ar al presidente de Bolivia, Evo Morales, haci¨¦ndole creer que era su colega espa?ol, Rodr¨ªguez Zapatero, el que le llamaba, cuando eran unos c¨®micos los que imitaban al gobernante espa?ol. Ahora, el l¨ªder de la oposici¨®n ha ido a esa emisora, y, rodeado de micr¨®fonos que ¨¦l cre¨ªa sordos, expres¨® con cierta jactancia la estrategia que hab¨ªa seguido para que su interlocutor, el jefe de Gobierno, se quedara con el pie cambiado. Han invocado -desde esa emisora- las cl¨¢usulas de privacidad, y tanto Rajoy como la propia emisora han recibido explicaciones de los informadores que difundieron (involuntariamente) las palabras privadas de Rajoy. ?Privadas? ?Privadas, cuando fueron dichas a periodistas en el ejercicio consciente de su profesi¨®n? ?Puede haber marco m¨¢s p¨²blico que el estudio de una emisora de radio? Los pol¨ªticos tienen la (mala) costumbre de hablar con los periodistas en dos frecuencias, y se quejan cuando se les confunden las frecuencias. Si tomas falsas como esta que hemos visto esta semana no estuvieran en las videotecas probablemente no hubi¨¦ramos tenido ni Watergate, ese suceso que parece que para algunos est¨¢ muy bien que pase s¨®lo en el extranjero.
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