A bombazos contra los asteroides
La NASA se inclina por la soluci¨®n at¨®mica en caso de peligro de colisi¨®n , mientras los expertos rechazan el uso de detonaciones nucleares para desviar cuerpos celestes
?Qu¨¦ hacer si la Tierra fuera amenazada por un asteroide? La NASA cree que la mejor opci¨®n es la fuerza nuclear. El Congreso de Estados Unidos orden¨® a la agencia espacial encontrar antes del 2020 el 90% de asteroides de m¨¢s de 140 metros de di¨¢metro cercanos a la Tierra. La NASA ha alegado que no tiene dinero para iniciar un nuevo programa, pero en un informe pol¨¦mico da como mejor soluci¨®n el empleo de armas nucleares. "Ser¨ªa un gran error", afirma Clark R. Chapman, uno de los mayores expertos en objetos cercanos a la Tierra (NEO, por las siglas en ingl¨¦s).
Los nuevos telescopios multiplicar¨¢n por 100 el ritmo de hallazgo de nuevos cuerpos
"No se sabe hacia d¨®nde ir¨ªan los pedazos tras la explosi¨®n", dice un experto
Hace unos d¨ªas, Chapman estuvo en la sede central de la agencia estadounidense con otros expertos, como Russell Schweickart, el piloto del m¨®dulo lunar del Apolo 9, para hablar de ese informe, que no se hab¨ªa hecho p¨²blico en su totalidad hasta hace poco y en el que la NASA ha reconocido ya algunos errores t¨¦cnicos: "Tratamos de que lo cambiaran, sobre todo el tema de la fuerza nuclear", cuenta. "Algunos encargados del ¨¢rea de asteroides de la NASA dijeron que no piensan cambiar el informe, pero estuve hablando con Michael Griffin y me prometi¨® que enviar¨ªa un mensaje a sus subordinados y que cambiar¨ªan el informe si se encuentran errores".
?C¨®mo esperan demostrar los errores? "La NASA piensa que una bomba de neutrones s¨®lo afectar¨ªa a la superficie del asteroide, pero las simulaciones por ordenador no tienen en cuenta que ¨¦ste se romper¨ªa en pedazos, y no se sabe muy bien qu¨¦ pasar¨ªa tras la explosi¨®n, hacia d¨®nde ir¨ªan los pedazos", explica Chapman. Peor todav¨ªa: el informe de la NASA, a?ade, tambi¨¦n ignora las denominadas cerraduras gravitacionales. Una bomba nuclear podr¨ªa zambullir al asteroide en una de ellas -una regi¨®n muy precisa del espacio de no m¨¢s de 400 metros de di¨¢metro- que lo situar¨ªa en una trayectoria directa de colisi¨®n con la Tierra.
Tampoco contemplan soluciones alternativas, como acercar al asteroide un tractor gravitatorio, una gran nave cuya gravedad desplazara ligeramente la trayectoria del objeto. "Dicen que costar¨ªa mucho dinero, pero no es cierto, porque la nave Deep Space 1, lanzada en 1998, podr¨ªa ser un buen tractor gravitatorio", afirma Chapman, del Southwest Research Institute en Colorado (Estados Unidos), que ha participado en el congreso Meteoroides 2007 y ha dado una conferencia en Cosmocaixa de Barcelona.
Chapman recuerda que el susto fue may¨²sculo cuando en la Navidad de 2004 un grupo de cient¨ªficos alert¨® de que en el a?o 2029 la probabilidad de que impactara contra la Tierra el asteroide Apofis, de unos 250 metros de di¨¢metro, ser¨ªa de una entre 49. Afortunadamente, el c¨¢lculo de su ¨®rbita fue afinado y ahora s¨®lo existe una entre 45.000 posibilidades de colisi¨®n, y la fecha ser¨ªa el 13 de abril de 2036. Este experto en dice que ninguno de los asteroides que se han encontrado hasta ahora impactar¨¢ en este siglo. Se han catalogado algo m¨¢s de 7.000 NEO y se descubren varios centenares al a?o. Se est¨¢n construyendo varios telescopios que puedan realizar esta tarea -como el Gran Telescopio Sin¨®ptico de Investigaci¨®n en Chile- que permitir¨¢n multiplicar por cien el ritmo de catalogaci¨®n, asegura. Muchos de estos NEO ser¨ªan potencialmente poco destructivos, dice, "pero habr¨ªa que estar preparados para responder a un objeto de 150 metros".
En los a?os noventa, se pensaba que la probabilidad de morir por el impacto de un asteroide era similar a la de hacerlo por accidente de avi¨®n o inundaci¨®n. Los programas de b¨²squeda han permitido reducir el riesgo de colisi¨®n por un factor de tres, afirma Chapman.La Agencia Espacial Europea est¨¢ desarrollando la misi¨®n de demostraci¨®n tecnol¨®gica Don Quijote, para observar de cerca un asteroide e impactar en ¨¦l para desviar su trayectoria, una operaci¨®n que de llevarse a cabo podr¨ªa costar 1.000 millones de euros. El tractor gravitatorio, una gran nave que con su masa atraer¨ªa al asteroide, tambi¨¦n puede ser una buena soluci¨®n para modificar la ¨®rbita de objetos de 50 a 100 metros. "Pero con un gran asteroide como Apofis lo mejor es el choque a gran velocidad de una nave como la que estudia el proyecto Don Quijote", dice.
De hecho, hacer diana en un objeto tan peque?o a muchos millones de kil¨®metros es posible, como demostr¨® la sonda Deep Impact de la NASA, que el 4 de julio de 2005 se estrell¨® en el asteroide Tempel 1, de cinco kil¨®metros de tama?o, para analizar los materiales desprendidos por el choque.
En la regi¨®n de Tunguska, en Siberia, se cree que se pulveriz¨® en 1913 muy cerca de la superficie un b¨®lido de unos 60 metros con una energ¨ªa de entre 10 y 50 megatones. Mientras cient¨ªficos y pol¨ªticos discuten sobre la mejor manera de abordar los riesgos potenciales, "los asteroides tambi¨¦n son nuestro futuro como lugares a los que viajar o donde repostar¨ªan combustible las futuras misiones espaciales", sue?a Chapman.
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