"Las v¨ªctimas son seres generosos"
Eduardo Pizarro, hijo de militar y hermano de dos guerrilleros -uno de ellos el legendario comandante del M-19 Carlos Pizarro, asesinado d¨ªas despu¨¦s de dejar las armas-, es el representante del Gobierno y presidente de la Comisi¨®n Nacional de Reparaci¨®n y Reconciliaci¨®n, garante de los derechos de las v¨ªctimas del cruento conflicto colombiano.
Pregunta. ?Hay claridad sobre el n¨²mero de v¨ªctimas? ?Hay una fecha punto de partida para la reparaci¨®n?
Respuesta. Es una decisi¨®n pol¨ªtica compleja: una fecha incluye y excluye. En Argentina hubo una fecha simb¨®lica, el golpe militar de Jorge Videla de 1976. Como nos estamos refiriendo a la violencia contempor¨¢nea, existen dos opciones: 1964, cuando surgieron n las guerrillas posrre-voluci¨®n cubana, o 1978, cuando surgieron los primeros grupos de autodefensa (paramilitares). Y no tenemos fecha hacia adelante; las v¨ªctimas siguen aumentando. Puede ser que no haya 5.000 v¨ªctimas como en Chile, sino centenares de miles o millones...
"Para muchas v¨ªctimas, la reparaci¨®n no es un cheque, es el cuerpo de su hijo que est¨¢ en una fosa"
"No hay ning¨²n bien en manos de jefes paramilitares. Todo est¨¢ a nombre de testaferros, ?todo!"
P. Se habla de reparaci¨®n integral. ?Qu¨¦ significa esto, en concreto, para las v¨ªctimas?
R. Para muchas v¨ªctimas, la reparaci¨®n no es un cheque, es el cuerpo de su hijo que est¨¢ en una fosa. Para otros es la verdad o la justicia: que los responsables sean condenados. La v¨ªctima tiene derecho a la reposici¨®n de bienes, a que su dolor sea reconocido, a la reparaci¨®n del buen nombre de quien, por ejemplo, los paras mataron diciendo que era guerrillero. La reparaci¨®n, adem¨¢s, debe corresponder al da?o producido.
P. Se habla de un impuesto para reparaci¨®n, y eso genera rechazo...
R. En estos momentos, en Colombia el modelo de reparaci¨®n -para las v¨ªctimas de los paramilitares que se desmovilizaron- es por la v¨ªa judicial; se basa, por primera vez en la historia, en los bienes de los victimarios. Si estos bienes son insuficientes, vamos a proponer una reparaci¨®n complementaria por la v¨ªa administrativa, estudiando experiencias exitosas como la de las v¨ªctimas del 11 de marzo de 2004 en Espa?a. Planteamos desarrollar pol¨ªticas que beneficien a las v¨ªctimas de los paramilitares, de la guerrilla y de agentes del Estado. No puede haber v¨ªctimas de primera y de segunda.
P. Las madres quieren, ante todo, tener el cuerpo de sus hijos; se est¨¢n encontrando muchas fosas y restos, pero pocos se identifican.
R. El dilema colombiano es dram¨¢tico porque es una guerra contra el tiempo. Los paramilitares est¨¢n se?alando d¨®nde hay fosas. Y si no se act¨²a r¨¢pidamente hay el riesgo de que sean destruidas. Y s¨®lo tenemos 80 personas en esta tarea. Necesitamos multiplicar por tres. Tenemos dos opciones: saber d¨®nde est¨¢n las fosas y esperar a?os para desenterrarlas, corriendo el riesgo de que sean destruidas, o actuar ya. Ser¨ªa un error no hacer un esfuerzo financiero para afrontar este tema, como se hizo en Kosovo y en Bosnia.
P. El procurador [ministe-rio p¨²blico] dijo que se deber¨ªa pedir una Comisi¨®n Especial de la ONU, como hubo en Ruanda, para que ayudara t¨¦cnicamente en esta tarea. ?Est¨¢ de acuerdo?
R. Totalmente. Sabemos que existen entre 10.000 y 20.000 desaparecidos en fosas comunes. Muchas est¨¢n en zonas donde hay actores armados ilegales. No estamos en el escenario de ensue?o que plantea una ONG especializada en el tema.
P. ?Qui¨¦n amenaza, y, en algunos casos, asesina a las v¨ªctimas?
R. Fundamentalmente, ¨¦lites regionales que se apropiaron de bienes y que no quieren devolverlos. El prototipo de la v¨ªctima asesinada fue Yolanda Izquierdo, en C¨®rdoba, que luchaba por la devoluci¨®n de tierras. Hay tres millones de desplazados que abandonaron ocho millones de hect¨¢reas. Yo creo que uno de los temas dram¨¢ticos de Colombia va a ser el de los bienes en las zonas rurales. Y proteger a 50.000 o 100.000 v¨ªctimas en medio del conflicto no ser¨¢ una tarea f¨¢cil. Estamos montando una especie de alerta temprana para ellas.
P. El fiscal de la Unidad de Justicia y Paz dice que el gran escollo en este proceso es que los bienes est¨¢n en manos de testaferros.
R. No hay ning¨²n bien en manos de jefes paramilitares. Ni un veh¨ªculo. Todo est¨¢ a nombre de testaferros, ?todo! Han entregado algunas cosas, pero no en el monto que esper¨¢bamos.
P. Entonces, ?qu¨¦ va a pasar? ?Puede ser el fracaso de este proceso de reparaci¨®n?
R. En un momento, el fiscal les va a decir a los paramilitares: "Si usted no quiere pagar 60 a?os de c¨¢rcel, sino ocho, tiene que entregar los bienes para reparar a sus v¨ªctimas. Hay otro tema complicado: se entrega un bien, pero es muy dif¨ªcil, si est¨¢ en una zona de conflicto, que alguien acepte administrarlo. Toca rematarlo. Pero corremos el riesgo de que sean comprados por ellos mismos, por narcotraficantes o testaferros.
P. Hay peligro de que el tema se politice como ocurre hoy en Espa?a.
R. En Colombia est¨¢ absolutamente politizado. Se refleja en que muchas veces los discursos son moderados por parte de las v¨ªctimas, y m¨¢s intransigentes y radicales por quienes hablan en nombre de ellas. Creo que los colombianos tenemos que poner el acento en las v¨ªctimas de ayer, pero tambi¨¦n pensar en las de ma?ana. El conflicto no ha terminado. Las v¨ªctimas son los seres m¨¢s generosos que hay. No quieren que nadie m¨¢s sufra lo que ellos sufrieron.
P. Muchas v¨ªctimas de los paramilitares conviven con sus victimarios en barrios marginales de ciudades y pueblos. Y sienten rabia. El ex paramilitar recibe dinero, trabajo, educaci¨®n, sanidad... incluso durante cuatro a?os. La ayuda a los desplazados, como m¨¢ximo, es de seis meses.
R. La desmovilizaci¨®n paramilitar ocurri¨® antes del dise?o e implementaci¨®n de la pol¨ªtica de reparaci¨®n. Y ese desfase temporal ha generado resentimiento en las v¨ªctimas, y es justo. Son las v¨ªctimas quienes deben estar en primer lugar, y no los victimarios.
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