Las primeras ambulancias
"Hab¨ªa d¨ªas que no sal¨ªa de la cl¨ªnica nada m¨¢s que para coger la ambulancia para una urgencia", echa la vista atr¨¢s Juan Antonio Usparicha. "No he podido ir a congresos, ni de vacaciones. Menos mal que mi mujer me ha aguantado; tambi¨¦n es verdad que me comprend¨ªa porque trabajaba como enfermera conmigo", a?ade.
Pod¨ªa mantener su intenso ritmo de trabajo ("perd¨ªa una media de 22 noches parcial o totalmente al mes", rememora) gracias a su vitalidad, pero tambi¨¦n "con la ayuda de la simpatina, que tomaban los estudiantes entonces. Eso s¨ª, tambi¨¦n aprovechaba las sobremesas para echar una cabezadita".
As¨ª y todo, 12 a?os despu¨¦s de fundar la cl¨ªnica, en 1966, puso en marcha la DYA. La primera ambulancia con que cont¨® la asociaci¨®n fue donada por la empresa de Vitoria Imosa (luego absorbida por Mercedes), con la matr¨ªcula BI-100.000; la segunda, por Firestone. Sin embargo, la m¨¢s famosa es la cuarta. Usparicha rememosa su adquisici¨®n: "Se trata de un Oldsmobile que trajo Samuel Bronston para su pel¨ªcula 55 d¨ªas en Pek¨ªn, pero que no pas¨® por problemas en la aduana. Lo adquirimos en subasta y se convirti¨® en la mejor ambulancia de la regi¨®n".
En 1975, consolidada la DYA y ante el descenso de la natalidad, Usparicha se dio un respiro laboral y tambi¨¦n comenz¨® a disfrutar de su afici¨®n heredada, el mar. "Ten¨ªa una embarcaci¨®n en Pedernales y practicaba el esqu¨ª acu¨¢tico, hasta que me pusieron un petardo y cambi¨¦ la navegaci¨®n por la jardiner¨ªa", explica.
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