Tr¨¢fico de obuses sin control

La noche del pasado 31 de mayo, una explosi¨®n en principio de origen desconocido hiri¨® a dos trabajadores de la empresa Teruel Refiner¨ªa de Aluminio, en la localidad turolense de Montalb¨¢n. Pese a que ambos trabajaban con trajes de protecci¨®n, la explosi¨®n les caus¨® quemaduras y uno de ellos fue ingresado en un hospital.

La Guardia Civil comenz¨® a investigar la deflagraci¨®n y d¨ªas despu¨¦s se supo que hab¨ªan estallado obuses del Ej¨¦rcito que estaban entre la chatarra que se fund¨ªa. En la empresa aparecieron 50 obuses sin detonar. La Guardia Civil precint¨® los artefactos y el Ministerio de Defensa inici¨® una investigaci¨®n.

Pero de nuevo, el lunes pasado llegaron a la empresa turolense al menos 10 artefactos sin detonar. De lo que ha trascendido de la investigaci¨®n de Defensa, se sabe que el pasado 31 de mayo, en la primera explosi¨®n, salieron despedidos entre 2.000 y 2.500 litros de metal l¨ªquido.

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Comisiones Obreras ha seguido el trayecto del material hasta la empresa de Montalb¨¢n, en la que trabajan unas 15 personas. Todo apunta a que lleg¨® a la empresa de Catarroja en Valencia -Hierros y Metales Ferrer- procedente de Canarias y que de all¨ª se envi¨® a Montalb¨¢n mezclados con restos de chatarra para convertirlos en lingotes.

Los obuses no estaban desmontados y nadie se hab¨ªa percatado de su presencia. Benito Carrera, responsable de salud laboral de CC OO en Arag¨®n, ha pedido mayor control sobre los materiales procedentes del Ej¨¦rcito. El sindicato ha denunciado el caso ante la Inspecci¨®n de Trabajo. Por su parte IU, que pedir¨¢ la comparecencia del ministro de Defensa en el Congreso, quiere saber c¨®mo se cumple la normativa vigente sobre la eliminaci¨®n del explosivo del Ej¨¦rcito.

Defensa explic¨® el jueves que el material que explosion¨® fue robado de un campo de maniobras. El Estado Mayor del Ej¨¦rcito ha abierto una investigaci¨®n para determinar de qu¨¦ instalaciones militares salieron y c¨®mo llegaron hasta una chatarrer¨ªa valenciana. Fuentes de Defensa insisten en que s¨®lo se vende material caducado para chatarra bajo control exhaustivo de destrucci¨®n. Por eso creen que, de forma temeraria, alguien se pudo internar en una zona de ca¨ªda proyectiles delimitada, se?alizada y alambrada. Descartan que sea personal de Ej¨¦rcito, que conoce el riesgo de adentrarse en un campo de maniobras.

Especialistas en desactivaci¨®n del cuerpo de Pontoneros se desplazaron el d¨ªa 8 a la empresa para inspeccionar los restos de chatarra que han llegado hasta la fundici¨®n. Tras la revisi¨®n, han concluido que el material, ya precintado judicialmente, es inerte.

Un juzgado de Calamocha instruye las diligencias sobre el caso. Pero en la localidad de las Cuencas Mineras, de poco m¨¢s de 1500 vecinos, hay temor y los trabajadores no est¨¢n tranquilos.

Mientras, los responsables de la empresa turolense est¨¢n at¨®nitos. Encontrar vainas y obuses ente la chatarra ha sido una sorpresa. Luis Galiana, gerente de la fundici¨®n, ha declarado que nadie se explica como han llegado los obuses y las balas y que desde la primera explosi¨®n hay muchos m¨¢s controles.