La C¨¢mara sostiene que la inversi¨®n del Estado incumple el Estatuto y pide "generosidad" a Zapatero

La C¨¢mara de Comercio de Barcelona quiere aprovechar el inicio de las negociaciones de los Presupuestos del Estado para 2008 para romper el silencio que se hab¨ªa autoimpuesto en materia inversora. El esperado estudio de la instituci¨®n sobre si el Estado cumple con lo que fija el Estatuto concluye que no, e incluso que lo presupuestado para 2007 es inferior, en porcentaje, al del a?o anterior. La C¨¢mara reclama al Gobierno no s¨®lo que cumpla, sino que liquide las diferencias, y su presidente, Miquel Valls, reta a Zapatero a que tenga un gesto de "generosidad" para con Catalu?a.

En la pasada negociaci¨®n de los Presupuestos del Estado para 2007, "nos retiramos de la escena porque cre¨ªamos que no era lo m¨¢s oportuno en medio del proceso electoral [comicios al Parlament]. Pero este momento ya ha pasado, estamos en plena negociaci¨®n de los pr¨®ximos presupuestos y queremos intervenir en el debate", explic¨® ayer Valls a este diario.

El estudio de la C¨¢mara, que se presentar¨¢ oficialmente esta semana, concluye que la interpretaci¨®n del Ministerio de Econom¨ªa acerca de las inversiones en infraestructuras es "arbitrario" y "restringido en la aplicaci¨®n de la ley". Basa sus c¨¢lculos en una "definici¨®n administrativa", bajo un ep¨ªgrafe de infraestructuras, que se limita a las de los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente. Ni una palabra de inversiones en telecomunicaciones o conocimiento, por ejemplo.

El Estatuto catal¨¢n estableci¨® que la inversi¨®n en infraestructuras del Estado en Catalu?a deb¨ªa ser equivalente al peso del producto interior bruto (PIB) catal¨¢n en el conjunto de la econom¨ªa espa?ola, que hoy por hoy es del 18,8%.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, y el consejero de Econom¨ªa de la Generalitat, Antoni Castells, aseguran que el Estado cumple: 3.195 millones de euros m¨¢s 250 procedentes de la inversi¨®n prevista por Renfe. La C¨¢mara, en cambio, sostiene que la cifra buena (cap¨ªtulo 6 de los Presupuestos) es de 2.958 millones de euros. Y ¨¦sta representa el 13,9% del PIB, cinco puntos por debajo del peso de la econom¨ªa catalana, y adem¨¢s es inferior al 14,6% del ejercicio anterior, asegura el jefe de estudios de la C¨¢mara, Joan Ramon Rovira. Un estudio anterior de la C¨¢mara situ¨® en 3.795 millones de euros la inversi¨®n deseable en 2007.

La prueba del nueve

Para Miquel Valls, ¨¦sta es la prueba del nueve. "El Estado podr¨¢ decir que cumple, pero no tiene sentido que la inversi¨®n sea inferior a un a?o para el otro", explica.

Con todo, la C¨¢mara no culpa ¨²nicamente al Estado del incumplimiento, reconoce la dificultad para consensuar criterios, de ah¨ª que haya pedido a varios expertos que arrojen m¨¢s luz que el texto estatutario. Es decir, saber qu¨¦ se considera inversi¨®n y qu¨¦ infraestructura.

Incluso la comisi¨®n mixta Estado-Generalitat ha creado un grupo de trabajos con t¨¦cnicos del Ministerio y del Departamento para que acuerden una metodolog¨ªa. Llevan reuni¨¦ndose semanas.

La C¨¢mara ha contado con la opini¨®n de Germ¨¤ Bel, N¨²ria Bosch, Marta Espasa, ?ngel de la Fuente, Guillem L¨®pez Casasnovas, Jordi Pons, Gin¨¦s de Rus, Jos¨¦ S¨¢nchez Maldonado y Ezequiel Uriel. La mayor¨ªa coincide en una visi¨®n "amplia" de las infraestructuras; esto es, econ¨®micas, tecnol¨®gicas y sociales. Hay desacuerdo en tratar el tema bajo un prisma t¨¦cnico cuando se trata de una cuesti¨®n pol¨ªtica.

La C¨¢mara pide que, m¨¢s all¨¢ de las cifras, el debate se centre ahora en los criterios sobre unos principios "claros, expl¨ªcitos y fieles a la letra y esp¨ªritu del Estatuto". Que el compromiso de respetar un porcentaje de inversi¨®n en infraestructuras "no se vea contrarrestado por la disminuci¨®n de otras partidas de gasto". Y que si la inversi¨®n presupuestada no se corresponde con la liquidada, "se compense el a?o siguiente".

De hecho, los Presupuestos del Estado de 2007 ya incluyen una disposici¨®n adicional en este sentido "para dar cumplimiento a los establecido en el Estatuto".

"Las infraestructuras son absolutamente fundamentales para la competitividad del pa¨ªs. No queremos ser un parque tem¨¢tico de ocio ni un balneario. Somos un pa¨ªs industrial", reivindica Valls.