La Audiencia ordena que el anestesista Maeso ingrese en prisi¨®n en 72 horas
La sala considera el riesgo de fuga del condenado por el contagio masivo de hepatitis C
Prisi¨®n provisional, comunicada y sin fianza. Esa ha sido la decisi¨®n de la secci¨®n segunda de la Audiencia de Valencia respecto a Juan Maeso, condenado a 1.933 a?os de c¨¢rcel por el contagio del virus de la hepatitis C a 275 pacientes, cuatro de los cuales ya han fallecido, en cuatro hospitales valencianos. La sala ha considerado, tal como solicitaron el fiscal y una decena de acusaciones particulares, que existe evidente riesgo de fuga del anestesista durante el largo periodo de tiempo que puede tardar en resolverse el recurso que presentar¨¢ ante el Tribunal Supremo.
Resulta dif¨ªcil hallar alg¨²n penado a 1.933 a?os que no haya pisado la c¨¢rcel
El tribunal presidido por el magistrado Jos¨¦ Mar¨ªa Tom¨¢s y T¨ªo, comunic¨® a las partes su decisi¨®n. Diez p¨¢ginas, que ayer distribuy¨® el Tribunal Superior de Justicia, ocupa el auto en el que se argumenta que lo m¨¢s conveniente es el ingreso inmediato del facultativo en la c¨¢rcel. La sala concede 72 horas a Maeso, desde el momento de su notificaci¨®n, para que ingrese en la c¨¢rcel. De no cumplir con ese plazo, el tribunal ordenar¨¢ a la polic¨ªa judicial que lo detenga. El ministerio p¨²blico y las acusaciones particulares de las v¨ªctimas se mostraron satisfechos con la decisi¨®n, mientras que el abogado defensor del procesado expres¨® su absoluto desacuerdo.
El auto considera que "el solo dictado de una sentencia condenatoria por un delito grave puede constituir dato bastante que justifique razonable y suficientemente la concurrencia de un riesgo de sustracci¨®n a la acci¨®n de la justicia". La sala tiene "motivos suficientes para creer responsable criminalmente de los 275 delitos de lesiones y 4 delitos de homicidio imprudente al condenado". Por ello, cree que debe tenerse en cuenta que el facultativo se encuentra en una situaci¨®n "familiar, laboral y econ¨®mica de dudoso arraigo". Maeso fue condenado, tras un largo juicio, porque contagi¨® la hepatitis C a 275 pacientes al inyectarse ¨¦l mismo parte de las sustancias que usaba en la anestesia con la misma jeringuilla.
El auto a?ade que el anestesista ejerce una actividad profesional "atractiva para establecer v¨ªnculos en el exterior", actividad que "le facilitar¨ªa una vida holgada en libertad". Esa consideraci¨®n est¨¢ en directa relaci¨®n con dos peticiones, una en fase de instrucci¨®n y otra durante la celebraci¨®n del juicio, realizada por el propio Maeso de que le fuera excepcionalmente devuelto el pasaporte para incorporarse temporalmente a un proyecto humanitario en Camer¨²n. El pasado 4 de junio, cuando se cerr¨® la vista sobre su ingreso en prisi¨®n, explic¨® que su petici¨®n obedec¨ªa a la ¨²nica intenci¨®n de ense?ar a usar aparatos en lugares donde no tienen formaci¨®n ni medios para hacerlo.
El tribunal, en su argumentaci¨®n, a?ade la acreditaci¨®n, a trav¨¦s de rese?as de prensa, de que el condenado "hab¨ªa establecido su domicilio en una caravana m¨®vil" y rechaza "la alarma social" como un elemento en favor del ingreso en prisi¨®n porque considera que no es constitucionalmente v¨¢lido para privar a un ciudadano del derecho fundamental a la libertad.
El auto tambi¨¦n recoge que el hecho de que la prisi¨®n se decrete tras una sentencia condenatoria supone la consolidaci¨®n de la imputaci¨®n y "pone de manifiesto que el car¨¢cter cautelar de la medida impugnada se dirige fundamentalmente a garantizar el cumplimiento futuro de la condena impuesta". Maeso tiene ahora 65 a?os y en pocos meses cumplir¨¢ 66. El recurso del Tribunal Supremo podr¨ªa tardar entre dos y tres a?os en resolverse. Es decir, responder¨ªa al borde de los 70 a?os, edad en la que normalmente los presos gozan de tercer grado, m¨¢xime si est¨¢n enfermos, como es su caso.
El tribunal afirma que ante una hipot¨¦tica fuga, "el perjuicio se incrementar¨ªa en comparaci¨®n con la situaci¨®n contraria, ya que no s¨®lo se ver¨ªan frustrados los fines leg¨ªtimos de los perjudicados, sino que la propia justicia se ver¨ªa burlada".
Por ¨²ltimo, indica que "resulta dif¨ªcil encontrar a alg¨²n penado a 1.933 a?os de prisi¨®n que se mantenga en libertad provisional sin haber pisado un centro penitenciario de manera preventiva, siquiera y como m¨ªnimo hasta la mitad de la pena impuesta, en tanto se resuelve el recurso contra la sentencia".
Francisco Dav¨®, abogado defensor de Maeso, rechaza, como ya expuso en la vista sobre el asunto, todos los argumentos y ayer, aunque no hizo declaraciones, evidenci¨® su rechazo a la decisi¨®n.
"Se ha hecho justicia, no pod¨ªa estar en la calle"
El fiscal Javier Carceller, encargado de la causa contra el anestesista Juan Maeso, se mostr¨® satisfecho porque la sala ha respaldado todos los argumentos que esgrimi¨® en favor del ingreso en la c¨¢rcel del condenado al decretar la prisi¨®n provisional, comunicada y sin fianza para el facultativo. Carceller explic¨® que la Audiencia, con su decisi¨®n, "nos ha dado la raz¨®n en todo", se ha fundamentado en el "evidente riesgo de fuga de Maeso despu¨¦s de dictarse una sentencia con una pena muy elevada". Carceller no olvid¨® otros factores, como "su intenci¨®n de irse a trabajar al extranjero y la carencia de arraigo, al vivir en una caravana"
Tambi¨¦n los afectados en esta causa quisieron ayer expresar su satisfacci¨®n por la decisi¨®n del tribunal. Amparo Gonz¨¢lez, presidenta de la Asociaci¨®n de Afectados por Hepatitis C, asegur¨®: "Se ha hecho justicia con la orden de ingreso en prisi¨®n y ahora toca pasar p¨¢gina". Gonz¨¢lez tambi¨¦n tuvo palabras para las personas contagiadas que han fallecido. "Lo cierto es que tengo sensaciones encontradas. Cuando he sabido la decisi¨®n me he sentido por una parte triste, porque dese¨¦ que nada hubiera sucedido, pero por otra tuve una gran satisfacci¨®n, porque todos los afectados confiaban en que se iba a hacer justicia". No ocult¨® que la apuesta de los afectados durante esta espera de la decisi¨®n de la sala era la prisi¨®n. "Si no se hubiera decidido su ingreso en prisi¨®n se nos habr¨ªa ca¨ªdo el mundo encima". Seg¨²n aclar¨®, para ella, y para los afectados a los que representa, "resultar¨ªa muy dif¨ªcil de entender, y de aceptar, que una persona condenada a casi 2.000 a?os de c¨¢rcel estuviera en la calle, en libertad, haciendo su vida normal".
Amparo Gonz¨¢lez record¨® que 23 de los 275 pacientes contagiados por Juan Maeso han fallecido en los ¨²ltimos nueve a?os, uno de ellos el mismo d¨ªa en el que se hizo p¨²blica la condena de Maeso. Pero de esos 23, los forenses s¨®lo recocen que en cuatro casos el fallecimiento estuvo directamente ligado a la hepatitis C. El resto fue por otras causas y la hepatitis C no fue siquiera con-causa de la muerte. Gonz¨¢lez, en contra de las cr¨ªticas vertidas por el abogado de Maeso, manifest¨® ayer: "Ha habido una buena instrucci¨®n y los dos fiscales han defendido a muerte a los pacientes. Las declaraciones de ¨¦stos, de los cient¨ªficos, bi¨®logos, psiquiatras y hepat¨®logos han hecho que los jueces se den cuenta de que era culpable y de que s¨®lo cab¨ªa la prisi¨®n".
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