Un nuevo partido de izquierdas cambia el mapa pol¨ªtico alem¨¢n

La fundaci¨®n el pasado fin de semana en Berl¨ªn del nuevo partido La Izquierda, que eligi¨® para una de las dos presidencias al ex ministro y ex presidente socialdem¨®crata Oskar Lafontaine, de 63 a?os, significa la implantaci¨®n de un quinto partido en la pol¨ªtica alemana y un serio desaf¨ªo para el SPD, que puede perder muchos votos de izquierda. Sondeos demosc¨®picos atribuyen al nuevo partido un potencial de hasta un 24% de votos en toda Alemania.

En su discurso ante el congreso fundacional, Lafontaine se proclam¨® como socialista aut¨¦ntico y heredero de Willy Brandt frente a un SPD que "ha desmantelado el Estado social".

El parto de La Izquierda ha durado unos dos a?os desde los primeros coqueteos entre los poscomunistas del Partido del Socialismo Democr¨¢tico (PDS) del Este de Alemania, heredero del que ejerci¨® durante 40 a?os la dictadura del proletariado en la desaparecida Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA); y los de la llamada Alternativa Electoral por el Trabajo y la Justicia Social (WASG), formada en el Oeste de Alemania por socialdem¨®cratas y sindicalistas de izquierda, decepcionados de los programas de recortes sociales del Gobierno del ex canciller Gerhard Schr?der (SPD).

El pasado fin de semana, en Berl¨ªn, se celebraron los congresos de los dos partidos. Ambos aprobaron por mayor¨ªas que recuerdan a las de los antiguos partidos comunistas -con apenas un par de votos en contra de los 750 delegados- la fusi¨®n y la puesta en marcha del nuevo partido.

En el actual Parlamento Federal (Bundestag), la coalici¨®n ahora convertida en partido ya cuenta con 54 diputados de un total de 614 esca?os. En las elecciones federales de septiembre de 2005 ya fue, con un 8,7%, la cuarta fuerza pol¨ªtica, por encima de Los Verdes. Desde entonces este grupo se ha fortalecido poco a poco hasta llegar ahora a constituirse como partido con vocaci¨®n de permanencia.

En las elecciones de la ciudad-estado de Bremen del pasado 13 de mayo consigui¨® por primera vez entrar en un Parlamento regional de Alemania occidental con un 8,4% de votos. Esto ocurri¨® a pesar de los m¨²ltiples errores cometidos, que llegaron hasta la inclusi¨®n de un ultraderechista en las listas de candidatos.

Ahora, La Izquierda afronta el desaf¨ªo de implantarse en firme y quitarse la imagen de que se trata de un partido regional heredero de los antiguos comunistas. En el Este (en la desaparecida RDA), el PDS y ahora La Izquierda consiguen resultados por encima del 20% y, seg¨²n los sondeos, hasta un 44% piensa votarlos. Tras su fusi¨®n, el nuevo partido ha registrado 1.500 solicitudes de afiliaci¨®n. Por n¨²mero de afiliados, La Izquierda ser¨ªa ahora con m¨¢s de 70.000 el tercer partido de Alemania, por encima de los liberales (FDP) y de Los Verdes. A la fusi¨®n aporta 60.000 miembros el PDS y 11.500 la WASG.

La implantaci¨®n de La Izquierda supone un cambio tal vez definitivo en el panorama pol¨ªtico alem¨¢n, que desde la entrada de Los Verdes en el Bundestag en 1983, hace casi un cuarto de siglo, se hab¨ªa mantenido con cuatro partidos. Con cinco partidos, las alianzas se har¨¢n m¨¢s complicadas, como ya se comprob¨® en 2005 cuando la ¨²nica soluci¨®n posible fue la formaci¨®n de una gran coalici¨®n entre democristianos (CDU / CSU) y socialdem¨®cratas (SPD).

El SPD ser¨¢ el m¨¢s perjudicado con el nuevo partido, sobre todo por la presencia de Lafontaine.