"Nos atacan porque tomamos la iniciativa"
El general brit¨¢nico Page dirige la ofensiva de la OTAN contra los insurgentes en Afganist¨¢n
"Si hay m¨¢s ataques es porque hemos tomado la iniciativa", alega el general brit¨¢nico Jacko Page, jefe de las tropas de la OTAN en el sur de Afganist¨¢n. Desde su cuartel general en el aeropuerto de Kandahar, Page tiene a sus ¨®rdenes unos 10.000 soldados, casi un tercio de los 36.700 con los que cuenta la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF). Tambi¨¦n tiene bajo su responsabilidad seis provincias, incluida la de Helmand, donde se libran los m¨¢s feroces combates con los talibanes y se encuentran los mayores campos de opio de Afganist¨¢n.
"Si somos m¨¢s activos, no debe extra?ar que aumente el n¨²mero de incidentes y ataques, pero el resultado es que el Gobierno afgano controla m¨¢s territorio y los talibanes pierden influencia", explica en una conversaci¨®n con seis medios de comunicaci¨®n de tres pa¨ªses, incluido EL PA?S. "Hemos hecho da?o de verdad a la insurgencia", concluye.
"Estamos presionando a los talibanes, que ya no tienen capacidad de concentrar fuerzas"
Los mandos de la ISAF repiten el mismo mensaje: no se ha producido la esperada ofensiva talib¨¢n de primavera porque las operaciones lanzadas por la OTAN desde el oto?o pasado les han quitado la iniciativa. Ahora, las fuerzas que dependen del general Page est¨¢n inmersas en la tarea de limpiar de talibanes el valle de Sangin para hacer posible la puesta en funcionamiento de la presa de Kajaki, la mayor obra civil acometida por la comunidad internacional en Afganist¨¢n, que suministrar¨¢ electricidad a 1,7 millones de personas.
"En todos los conflictos, ambas partes aprenden de la experiencia. Nosotros tenemos una comprensi¨®n mayor de la situaci¨®n y estamos desarrollando nuestra capacidad de inteligencia. Pero ellos tambi¨¦n han aprendido que no es bueno enfrentarse directamente a nosotros y por eso recurren a IED [artefactos improvisados] o ataques suicidas", argumenta.
A juicio del general Page, la situaci¨®n de los talibanes es cada vez m¨¢s d¨¦bil: tienen crecientes dificultades para reclutar militantes entre la poblaci¨®n local, lo que les obliga a recurrir a luchadores extranjeros, y utilizan cada vez m¨¢s la intimidaci¨®n con los propios afganos, lo que acabar¨¢ por privarles de cualquier apoyo popular.
La presencia de extranjeros no significa, sin embargo, que la insurgencia est¨¦ controlada por Al Qaeda. "Los pastunes son bastante pragm¨¢ticos. No creo que sean un fantoche de Al Qaeda. Otra cosa es que, si est¨¢n en dificultades, puedan buscar su apoyo", opina.
Respecto al armamento suministrado por Ir¨¢n, confirma que sus tropas han interceptado dos camiones con armas procedentes del pa¨ªs vecino (minas anticarro, entre ellas), pero evita pronunciarse sobre una presunta implicaci¨®n del r¨¦gimen de Teher¨¢n. "Hay diversas estructuras de poder en Ir¨¢n y es dif¨ªcil saber de d¨®nde vienen; puede que se trate s¨®lo de contrabando", alega.
En su opini¨®n, este episodio demuestra la desesperaci¨®n de los talibanes, "que se ven obligados a recurrir a un pa¨ªs que no es aliado natural suyo ni mucho menos", a?ade, en alusi¨®n a que la minor¨ªa chi¨ª de Afganist¨¢n fue perseguida por el r¨¦gimen de los mul¨¢s.
Page reconoce que no cuenta con los efectivos previstos en el plan de operaciones y que tiene carencias en algunas capacidades, como los helic¨®pteros, pero evita criticar a los pa¨ªses que, como Alemania, Espa?a o Italia, se han negado a llevar sus soldados al sur. "Naturalmente que me gustar¨ªa contar con m¨¢s, pero no me siento constre?ido por la falta de tropas", declara. "Al contrario, estamos presionando en varios frentes a los talibanes, que ya no tienen capacidad de concentrar grandes fuerzas. Los afganos tienen m¨¢s confianza en su Gobierno y se sienten m¨¢s seguros".
Pese a ello, se niega a aventurar cu¨¢nto tiempo ser¨¢ necesario para completar la tarea, a pesar de que las opiniones p¨²blicas occidentales se sienten cada vez m¨¢s impacientes ante el continuo goteo de bajas. "Es un trabajo a largo plazo", responde. "Se trata de que los propios afganos vayan asumiendo sus responsabilidades, y eso no se hace de un d¨ªa para otro".
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