Para largo en Darfur
El acuerdo inicial conseguido por Naciones Unidas con Sud¨¢n, tras casi un a?o de negociaciones, para desplegar una fuerza combinada que detenga las matanzas en Darfur es ambiguo e inquietante. Sobre todo a la luz de los incumplimientos que han convertido en papel mojado compromisos anteriores de Jartum. Pero a la luz de la tragedia colectiva que representa Darfur, el peque?o paso diplom¨¢tico es la ¨²nica esperanza nominal para los millones de personas que vienen sufriendo desde hace a?os la barbarie de las tropas sudanesas y sus vicarias milicias ¨¢rabes.
Es posible que tropas de Naciones Unidas lleguen a la devastada y enorme zona occidental de Sud¨¢n para proteger a sus habitantes: m¨¢s de un cuarto de mill¨®n de personas han muerto y m¨¢s de dos millones han huido desde 2003. Pero eso no ser¨¢ antes de un a?o, dada la absoluta falta de infraestructuras y las zancadillas en cascada que a cada movimiento de la comunidad internacional opone Jartum. Tampoco se sabe cu¨¢ntos ser¨¢n. Las cifras barajadas van de 17.000 a 25.000, entre soldados y polic¨ªas. Pero s¨ª se conoce que la mayor¨ªa de esa fuerza h¨ªbrida ser¨¢ africana y que el control de la operaci¨®n y su jefatura -aunque no el dinero- correr¨¢n a cargo de la Uni¨®n Africana (UA), el mismo inerme organismo que ahora mantiene 7.000 soldados en Darfur, una fuerza ineficaz, mal armada y peor pagada. ?sa ha sido, no por casualidad, una de las condiciones clave impuestas por Sud¨¢n para acceder al eventual despliegue pacificador. No en vano, el mayor pa¨ªs del continente es un poderoso miembro de la UA, lo que le permitir¨¢ manejar en parte a las fuerzas en su territorio.
El vago compromiso es mejor que nada. Pero es imprescindible recordar que el dictatorial Gobierno del presidente Omar al Bachir se ha re¨ªdo hasta ahora de Naciones Unidas, al costo de sanciones m¨ªnimas, con la complicidad de Rusia y China y en muy buena medida debido a su medio mill¨®n de barriles diarios de petr¨®leo. Ni ha desarmado a las milicias que con su patrocinio se libran en Darfur a los m¨¢s horrendos cr¨ªmenes contra civiles indefensos; ni ha acatado la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad del a?o pasado que establec¨ªa la sustituci¨®n por fuerzas de la ONU de las tropas de la UA; ni ha cumplido acuerdos anteriores para detener una abyecta carnicer¨ªa por la que la Corte Penal Internacional tiene abiertos dos procesamientos por cr¨ªmenes de guerra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.