El PC lastra EU
Si las crisis de los partidos pol¨ªticos pudieran programarse hubiera sido conveniente aplazar hasta despu¨¦s de las pr¨®ximas elecciones legislativas del 2008 la quiebra que en estos momentos ha estallado en el seno de Esquerra Unida (EU). Solo le faltaba a la mentada formaci¨®n este plomo en las alas para llegar m¨¢s tocada si cabe a dicha cita con las urnas. Pero el conflicto estaba incubado y ¨²nicamente se habr¨ªa desactivado, aunque tan solo provisoriamente al entender de muchos, de haberse obtenido unos buenos resultados en las auton¨®micas y municipales del pasado 27-M. No ha sido as¨ª, sino todo lo contrario, y el fracaso ha sacudido este espacio de la izquierda, sacando a la luz viejos y nuevos desencuentros o reproches.
Es indudable que entre estos hay que mencionar, por su proximidad, la gesti¨®n del pacto electoral con el Bloc que cuaj¨® en un Comprom¨ªs tard¨ªo, limitado y promovido sin entusiasmo por el sector dominante de EU, que nunca lo alent¨® y puede afirmarse que lo asumi¨® por la presi¨®n del entorno m¨¢s que por la conveniencia decantada del an¨¢lisis. Entre ese sector -describ¨¢moslo como el de los comunistas puros y duros- y el magma nacionalista nunca hubo simpat¨ªa y ni siquiera se atenu¨® esta actitud cuando los sondeos anticipaban un triunfo rotundo de la derecha, aunque no fuera tan demoledor como el que acab¨® siendo.
Pero este episodio, que es exponente de otros desajustes m¨¢s hondos, se suma a lo que ha venido siendo un constante desguace de la cultura del pluralismo y el di¨¢logo en el seno de la coalici¨®n, que lo es, por m¨¢s que se intitule partido. Sin embargo, el tropiezo electoral, con toda su gravedad, no hubiera pasado de conminar a la revisi¨®n de estrategias y comportamientos, acotando las broncas en el marco de una crisis m¨¢s, de las varias que han galvanizado a EU a lo largo de sus cuatro lustros de historia. Pero nos tememos que en esta ocasi¨®n lo que se ha evidenciado es la convivencia imposible con quienes Carles Arnal, l¨ªder de Els Verds-Esquerra Ecologista, ha calificado de "sectarios, iluminados e inmovilistas", aunque no mencione expresamente la facci¨®n arcaica del PCPV.
En esta misma l¨ªnea, Esquerra i Pais, de Pascual Moll¨¤, y Projecte Obert, de Joan Rib¨®, se han posicionado claramente, postulando un "nuevo marco de relaciones internas", lo que en castellano palad¨ªn quiere decir que est¨¢n hasta las narices de aguantar la manipulaci¨®n de los comunistas a pi?¨®n fijo enfeudados en su leve mayor¨ªa y resignados, por su obstinaci¨®n, arrogancia y vacuidad del discurso, a perder el contacto con la izquierda social y acabar en el limbo de la marginaci¨®n pol¨ªtica e institucional. Por lo pronto, las mencionadas sensibilidades o grupos -EV-EE, EiP y PO- ya han tomado distancias de los ¨®rganos de direcci¨®n en que participan. S¨®lo se est¨¢ a un paso de la escisi¨®n o fractura de EU.
Y no creemos que ello sea un drama. Si acaso, una fatalidad que puede contribuir a clarificar esta opci¨®n de izquierdas -la ¨²nica posible hoy por hoy-, aliger¨¢ndola del lastre comunista irredento, que no s¨®lo se resume en unas siglas, el PCPV, sino tambi¨¦n en una praxis excluyente, sofocante y atrabiliaria que ha terminado por provocar la revuelta de los dem¨¢s coaligados. Cierto es que nadie sobra en este reducido y declinante espacio del progresismo pol¨ªtico, pues aqu¨ª toda piedra hace pared y ninguna se vale electoralmente por s¨ª misma, pero se dir¨ªa que ha llegado o debe afrontarse su refundaci¨®n, lo que podr¨ªa emprenderse a partir de la experiencia del Compromis en vigor, sin comunistas de viejo cu?o y sin patriotismos de partido.
Esta aparente propuesta suena a desahogo de arbitrista, pero lo cierto es que se limita a transcribir lo que se puede captar como un estado de opini¨®n en EU y su ¨¢mbito de influencia. Apostar por el ecosocialismo, poniendo el ¨¦nfasis en los intereses auton¨®micos valencianos, es una aspiraci¨®n gen¨¦rica que se puede articular para dar cabida a muchas sensibilidades de izquierda, excepto las excluyentes y depredadoras del capital personal, como ha venido siendo hasta ahora el sector dominante de EU. Poner al d¨ªa org¨¢nica y estrat¨¦gicamente esta tercera opci¨®n conlleva aligerar lastre o resignarse a que sea engullida por el bipartidismo.
EL DIVIESO DEL PP
La pol¨ªtica urban¨ªstica de la Generalitat ha venido a ser como un for¨²nculo en las nalgas del PP valenciano. Cuando m¨¢s confiado est¨¢ en que el divieso anda calmado el Parlamento Europeo le recuerda los abusos cometidos y enseguida se oye el alarido. Eso es lo que acaba de ocurrir, y por segunda vez, esta semana, sin que esa voz autorizada pueda acallarse o manipularse como acontece en Canal 9. Como tampoco se puede echar el muerto a los eurodiputados, pues se les cree enga?ados, se le endosa al presidente Rodr¨ªguez Zapatero por no defender la gesti¨®n p¨²blica e intereses inmobiliarios. Caray, es que lo quieren todo: los votos, el poder y la inocencia.
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