Asesinada una mujer que renunci¨® al alejamiento para cuidar a su agresor
Jos¨¦ Arans Rodr¨ªguez, vecino de 74 a?os de la localidad coru?esa de Oleiros, mat¨® a martillazos a su esposa, Estrella Gerem¨ªas, de 76, y trat¨® luego de ocultar el cad¨¢ver en un monte detr¨¢s de la casa familiar. Detenido desde la noche del viernes en los calabozos de la Guardia Civil de A Coru?a, el presunto homicida confes¨® su crimen. Con este caso, ya son 43 las mujeres muertas este a?o a manos de su pareja. Estrella Gerem¨ªas es la quinta v¨ªctima en Galicia, donde hace 12 d¨ªas un jubilado sexagenario tambi¨¦n asesin¨® a golpes a su esposa.
Arans, hura?o y taciturno, seg¨²n sus vecinos de la parroquia de Dorneda, agredi¨® hace nueve meses a su esposa con una hoz. "Yo no vuelvo", asegur¨® entonces Estrella, herida en la cabeza. Se fue a vivir con una de sus hijas, en una urbanizaci¨®n cercana, recibi¨® asistencia de los servicios sociales del Ayuntamiento y consigui¨® que un juez impusiera a su marido una orden de alejamiento.
Pero la mujer, t¨ªmida y sumisa, cuentan sus allegados, regres¨® al domicilio conyugal, seg¨²n constat¨® la Polic¨ªa local, encargada por el juez de vigilar el cumplimiento de la orden. El matrimonio viv¨ªa en una casa de dos plantas en un terreno grande y se dedicaba a labrar fincas de esta parroquia rural, a unos 15 kil¨®metros de A Coru?a. "Estrella trabaj¨® duro toda su vida para cuidar a sus hijas y su marido y le preocup¨® que ¨¦ste, al vivir solo, no fuese atendido debidamente", explic¨® la concejala de Oleiros, Mar¨ªa Jos¨¦ Varela, vecina tambi¨¦n de Dorneda. Arans sufr¨ªa una malformaci¨®n en las piernas, y se apoyaba en bastones desde hace poco tiempo.
Estrella desapareci¨® el pasado mi¨¦rcoles. Sus hijas lo denunciaron el viernes a la Guardia Civil. Los agentes no tardaron en dar con el cad¨¢ver, enterrado parcialmente, con la cabeza destrozada. "No s¨¦ como pudo enterrarla, con los problemas que ten¨ªa ¨¦l para andar", destac¨® una vecina. Dados los antecedentes, el marido fue de inmediato sospechoso. En casa conservaba la maza ensangrentada. "Esto es la demostraci¨®n de que la sociedad est¨¢ enferma", lament¨® el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana.
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