La familia Benlloch cierra por derribo
El Ayuntamiento de Valencia acaba con unas alquer¨ªas familiares mientras un plan de rehabilitaci¨®n se olvida en un caj¨®n
Juan Benlloch, su primo Pascual y su cu?ado Enrique conversan sobre los escombros de su vida, a la sombra de su ¨¢rbol geneal¨®gico. Su octogenaria piel est¨¢ coloreada por los rayos del sol de la misma huerta, la que ha cultivado esta familia durante los ¨²ltimos siglos. Una excavadora a la orden de un PAI jubila de llauradors a las pr¨®ximas generaciones de Benlloch. Una familia tan unida a la huerta de Patraix que sus alquer¨ªas dieron nombre a la calle que limita sus cultivos. El vial de la Alquer¨ªa Benlloch ser¨¢ la ¨²nica reminiscencia de la vida t¨ªpicamente valenciana del barrio. El Ayuntamiento, como en otras ocasiones y en otros puntos de la ciudad, ha expropiado; El derribo no se ha hecho esperar.
"Se nota que no hay un plan estrat¨¦gico de rehabilitaci¨®n", afirma el paisajista Del Rey
Una familia tan unida a la huerta de Patraix que sus alquer¨ªas nombraron una calle
"?Pena? Ninguna, que se apa?en los que vengan. Para lo que nos queda, yo no quiero acabar aqu¨ª", comenta Juan sobre una inestable silla de mimbre. Sus compa?eros asienten con su mirada. A pocos metros, en la alquer¨ªa mejor conservada, un pariente m¨¢s joven afirma: "Una cosa es el suelo y otra el edificio. El Ayuntamiento lo valora pero lo va a tirar". Esta es la "verdadera alquer¨ªa Benlloch", recuerda Francisco Benlloch, hijo de la propietaria. "Eso s¨ª, de aqu¨ª no nos vamos hasta que pongan lo m¨¢s importante", interrumpe su madre. "Els diners", gesticula.
Frente al anhelo de portazo definitivo de la familia Benlloch, los vecinos de Patraix lamentan la p¨¦rdida paisaj¨ªstica de una huerta a cambio de m¨¢s edificios. El Ayuntamiento planea 3.200 viviendas sobre la antigua acequia.
El arquitecto paisajista Miguel del Rey es un especialista del medio rural valenciano. Sus estudios han documentado las principales publicaciones de alquer¨ªas en Valencia. No es de extra?ar que el Ayuntamiento le encargara en 2003 un cat¨¢logo de alquer¨ªas urbanas. Lo que s¨ª llama la atenci¨®n es que lo mantenga en un caj¨®n como mero "documento de consulta". Del Rey clasific¨® cerca de 500 y marc¨® un recorrido hist¨®rico por las 12 m¨¢s singulares. Como las de la familia Benlloch, muchas de ellas ya tienen fecha de caducidad.
La alquer¨ªa de Serena, justo en la frontera de Valencia con Alfara, ejemplifica, para del Rey, la "dejadez" municipal a la hora de recuperar su patrimonio hist¨®rico. Se trata de una casa se?orial de la ¨¦poca de Felipe II y representa la arquitectura marcada por los Austrias. "Fuimos a visitarla y comprobamos que su deterioro era tal que el escudo familiar corr¨ªa riesgo de robo. Un compa?ero lo guarda en un lugar secreto. Lo devolveremos cuando se restaure", amenaza.
"Valencia es, probablemente, la ciudad europea que m¨¢s patrimonio arquitect¨®nico ha rehabilitado". Con esa hip¨¦rbole de la alcaldesa Rita Barber¨¢, comienza el libro Recuperaci¨®n del patrimonio hist¨®rico de Valencia (1991 - 2006). Del Rey encuentra sorpresas en el texto. "Rehabilitar esta casa no merece la pena. Se nota que no hay un plan estrat¨¦gico", se?ala al ver la alquer¨ªa del Foraster. "Hay algunas que tienen su importancia en el jard¨ªn y otras en su estructura", comenta.
En una de las p¨¢ginas aparece la de Barrinto, restaurada por el propio del Rey. "Tuvimos que derribar unas casas modernistas adheridas. Encontramos los planos de 1914. Tras ellas estaban las ventanas de la alquer¨ªa". El interior, de la actual biblioteca Joanot Martorell, tambi¨¦n depar¨® sorpresas. "Cada alquer¨ªa tiene la historia de una familia. Seria bonito recuperar lo que mejor explica nuestra historia", explica.
"El problema es que la gente le llama a todo alquer¨ªa", afirman desde Urbanismo. "Son casas rurales de regad¨ªo. Las de secano son mas¨ªas", explica del Rey. Su origen etimol¨®gico se remonta a la voz ¨¢rabe al-carya (lugar poblado distinto de ciudad). Los t¨¦cnicos municipales han contado 2.500 alquer¨ªas y casas de huerta. El dibujante flamenco Anton Van der Wijngaerde ilustr¨® en 1563 la acequia de Mestalla. Los alrededores de la muralla aparecen plagados de alquer¨ªas. Algunas de ellas permanecen en pie. No sabemos hasta cuando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.