Guerra sindical entre furgonetas
Las centrales de Mercedes Benz reabren viejas disputas tras ser rechazado en un refer¨¦ndum el preacuerdo sobre el convenio
Sin cuartel. La planta vitoriana de la multinacional alemana Daimler, libra una batalla sin precedentes entre sindicatos. ELA, LAB y ESK arrojaron el pasado jueves unas octavillas en las que ped¨ªan la dimisi¨®n de los miembros del comit¨¦ de empresa que preside UGT y en el que tambi¨¦n figuran CC OO, Ekintza -escisi¨®n de ELA- y USO, al entender que hab¨ªan sido descalificados por la plantilla en el refer¨¦ndum que rechaz¨® el preacuerdo sobre el convenio que hab¨ªan firmado con la direcci¨®n de la planta. Estos sindicatos, sin embargo, acusan a los nacionalistas de mentir a los trabajadores con falsas promesas y de llevarles a un punto sin retorno en el que la ¨²nica opci¨®n es la movilizaci¨®n. El enfrentamiento est¨¢ reabriendo viejas heridas. En el anterior convenio, ELA fue descalificada cuando UGT y CC OO pusieron fin a las movilizaciones con un convenio de eficacia limitada al que se sum¨® toda la plantilla.
"Unas movilizaciones no ser¨ªan entendidas por la direcci¨®n de la empresa ahora"
Unos y otros se ver¨¢n el lunes en una convocatoria urgente del comit¨¦ de empresa, que preceder¨¢ a otra reuni¨®n prevista para el mi¨¦rcoles entre los sindicatos y la direcci¨®n, que preside Armando Gaspar.
El problema es que en el fondo de esa batalla se est¨¢n ventilando asuntos de trascendencia para el futuro de la multinacional Mercedes. El convenio estaba dise?ado para cuatro a?os. Un periodo de estabilidad durante el cual la direcci¨®n en Alemania ten¨ªa que decidir si asignaba a la factor¨ªa vitoriana un nuevo modelo que garantizara la supervivencia de la planta cuando en 2014 deje de fabricar la furgoneta Vito y el monovolumen Viano.
As¨ª las cosas, la direcci¨®n de Vitoria observa desde el altillo de las oficinas, at¨®nita, c¨®mo en las trincheras de la producci¨®n los representantes de los empleados libran una batalla cruenta. "Tienen que resolver sus diferencias", dijo ayer un miembro de la direcci¨®n de la firma, "porque en las negociaciones con el comit¨¦ qued¨® claro cu¨¢l era el esfuerzo m¨¢ximo que pod¨ªamos hacer".
Aunque la multinacional no quiere hacer oficialmente ning¨²n pronunciamiento, fuentes de la direcci¨®n argumentan que el refer¨¦ndum ha resquebrajado el modelo de interlocuci¨®n con el comit¨¦ de empresa al cuestionar la mayor¨ªa a la que te¨®ricamente representa.
"Tienen que aclarar ese panorama. Tienen que resolver un conflicto interno. Y despu¨¦s tendr¨¢n que comunicar qu¨¦ es lo que quiere la mayor¨ªa del comit¨¦. La empresa no creo que quiera ni que vaya a negociar con una minor¨ªa", explica esta fuente de la direcci¨®n.
La situaci¨®n es algo kafkiana. El preacuerdo alcanzado con la mayor¨ªa sindical fue calificado como la ¨²ltima oferta a los empleados. Sin embargo la minor¨ªa del comit¨¦ -nueve delegados de los 27- convenci¨® a la mayor¨ªa de la plantilla de que por la v¨ªa de la negociaci¨®n, sin movilizaciones, se pod¨ªan conseguir mejores resultados.
El presidente del comit¨¦ de empresa, Jos¨¦ Antonio Moreno, espera que en la reuni¨®n con ELA, LAB y ESK, aporten propuestas. "Vamos a ver qu¨¦ dicen, cu¨¢les son sus propuestas. En ese momento, es posible que pidamos la reapertura de la mesa de negociaci¨®n y ya veremos qu¨¦ responde la empresa".
El problema es que si la empresa no reabre la mesa de negociaciones, o lo hace para reiterar que su oferta fue la ¨²ltima, la situaci¨®n se puede volver insostenible. "Un calendario de movilizaciones no ser¨ªa muy bien entendido ahora ni por la direcci¨®n de Mercedes aqu¨ª ni por la de Alemania, sobre todo cuando los sindicatos en otras empresas de automoci¨®n est¨¢n haciendo verdaderos esfuerzos por mantener el empleo con f¨®rmulas novedosas", indica un directivo de Vitoria.
Esta planta factur¨® el pasado a?o 1.400 millones de euros al fabricar 91.000 veh¨ªculos, de los que export¨® el 90%. La plantilla es de 3.300 personas, el doble que hace diez a?os, m¨¢s otras 1.200 personas contratadas en servicios externalizados de seguridad, limpieza y log¨ªstica y otros tantos que desde fuera de la planta trabajan con exclusividad para Mercedes dentro del club de sus proveedores.
El 70% de las compras para el ensamblaje de los veh¨ªculos se hace desde Vitoria. S¨®lo el 30%, es decir los motores, vienen de Alemania y Barcelona.
Flexibilidad
El principal obst¨¢culo para los sindicatos nacionalistas a la hora de aprobar el preacuerdo es que incorpora la posibilidad de ampliar la jornada diaria, de las tradicionales 8 horas a excepcionalmente 9 horas, durante diez d¨ªas al a?o.
La subida salarial prevista en el preacuerdo es del IPC m¨¢s 0,75%, que se ver¨¢ incrementada con una paga anual vinculada a los resultados. El pacto incluye que la direcci¨®n de Mercedes deber¨¢ cumplir un preaviso de 48 horas para poder convocar a trabajar un s¨¢bado, que se compensar¨¢ con un plus econ¨®mico. A esto se suma otro preaviso de 16 horas en el caso de suspender la producci¨®n.
Ya en la negociaci¨®n del anterior convenio en 2003, s¨®lo los sindicatos CC OO y UGT firmaron el convenio de eficacia limitada hasta 2006. A principios de 2007, la plantilla ratific¨® a UGT como el sindicato m¨¢s votado y a CC OO en segundo lugar. Adem¨¢s la conflictividad impulsada por ELA en 2003 le cost¨® una escisi¨®n, Ekintza, que ahora suma sus fuerzas a UGT y CC OO con USO. Estos sindicatos tienen claro que, a diferencia de tiempos pasados, Vitoria ya no dispone de la exclusiva mundial de pro- ducci¨®n y que en situaciones poco estables los nuevos modelos de coche podr¨ªan irse a plantas m¨¢s tranquilas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.