?Demasiadas pruebas radiol¨®gicas?
Un informe de EE UU alerta del aumento de radiaci¨®n por exploraciones m¨¦dicas y de su riesgo de c¨¢ncer
Los avances en radiolog¨ªa han transformado radicalmente la pr¨¢ctica m¨¦dica: las tomograf¨ªas computerizadas y los ex¨¢menes de medicina nuclear ofrecen a los m¨¦dicos la posibilidad de detectar r¨¢pidamente hemorragias internas, diagnosticar piedras en el ri?¨®n o confirmar apendicitis, evaluar la funci¨®n tiroidea e identificar y abrir obstrucciones en los vasos sangu¨ªneos que van al coraz¨®n. El inconveniente es que se est¨¢ exponiendo a la gente a cantidades r¨¦cord de radiaci¨®n ionizante, la forma m¨¢s intensa y potencialmente peligrosa de radiaci¨®n.
Seg¨²n un nuevo estudio, la dosis per c¨¢pita de radiaci¨®n ionizante derivada de las pruebas de diagn¨®stico por la imagen en Estados Unidos aument¨® casi un 600% de 1989 a 2006. "Esto es una advertencia en toda regla, una llamada de aviso", afirma Fred A. Mettler, principal investigador del estudio, realizado por el Consejo Nacional de Protecci¨®n Radiol¨®gica. "Actualmente, la exposici¨®n m¨¦dica eclipsa la de todas las dem¨¢s fuentes".
Las tomograf¨ªas de todo el cuerpo deben evitarse si no hay una buena raz¨®n m¨¦dica
El estudio, financiado por el Gobierno de EE UU y que se publicar¨¢ a comienzos del pr¨®ximo a?o, descubri¨® un aumento particularmente abrupto en el n¨²mero de tomograf¨ªas computerizadas: de tres millones en 1980 a 62 millones en 2006. Aunque las tomograf¨ªas representan s¨®lo un 12% de todas las exploraciones m¨¦dicas con radiaci¨®n, liberan casi la mitad de la dosis colectiva de exposici¨®n radioactiva en EE UU. Una tomograf¨ªa computerizada expone a los pacientes a mucha m¨¢s radiaci¨®n que una radiograf¨ªa com¨²n, y las tomograf¨ªas multicorte liberan dosis m¨¢s elevadas de radiaci¨®n que los esc¨¢neres simples.
Los ex¨¢menes de medicina nuclear pasaron de 6,4 millones en 1980 a 18,1 millones en 2006. Representan casi una cuarta parte de la dosis estimada de radiaci¨®n colectiva, y los estudios cardiacos suponen gran parte de la dosis.
Los rayos X han sido clasificados como carcin¨®genos por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, los Centros para el Control de Enfermedades y el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, de EE UU, porque los estudios han demostrado que la exposici¨®n provoca leucemia y c¨¢ncer de tiroides, mama y pulm¨®n.
Sin embargo, a excepci¨®n de la mamograf¨ªa, la mayor¨ªa de los esc¨¢neres siguen careciendo de regulaci¨®n. Las dosis de radiaci¨®n para el mismo procedimiento pueden oscilar dr¨¢sticamente, ya que, seg¨²n los expertos, las cantidades que liberan distintas m¨¢quinas en manos de m¨¦dicos diferentes pueden multiplicarse por 10.
Los radi¨®logos dicen que no pretenden que la gente evite los esc¨¢neres y los ex¨¢menes cuando sean necesario, pero s¨ª que los pacientes -as¨ª como los m¨¦dicos- eval¨²en cuidadosamente las ventajas y los riesgos de cada prueba, que se aseguren de que el procedimiento es apropiado, y que realicen un seguimiento de los niveles de exposici¨®n acumulativos. Las tomograf¨ªas computerizadas de todo el cuerpo deber¨ªan evitarse a menos que exista una buena raz¨®n m¨¦dica.
"No estamos diciendo que no deban someterse a rayos X o tomograf¨ªas; son fant¨¢sticos y han revolucionado por completo la pr¨¢ctica de la medicina", se?ala E. Stephen Amis, ex presidente del Colegio Americano de Radiolog¨ªa y jefe de radiolog¨ªa del Albert Einstein College of Medicine y el Montefiore Medical Center de Nueva York. "Pero si acude a urgencias con un dolor recurrente y le practican una tomograf¨ªa cada vez que va, no es bueno. Utilicen un poco el sentido com¨²n".
Los estudios realizados con supervivientes de la bomba at¨®mica en Jap¨®n descubrieron un incremento estad¨ªsticamente significativo del c¨¢ncer a altos niveles de exposici¨®n: 50 millisieverts (mSv), unas 16 veces el promedio actual que reciben los estadounidenses cada a?o en las pruebas m¨¦dicas. Pero esa cifra es controvertida; no est¨¢ claro que unos niveles m¨¢s bajos de exposici¨®n a radiaciones sean seguros. Tampoco ser¨ªa inusual que un paciente superara este nivel, seg¨²n un informe reciente del Colegio Americano de Radiolog¨ªa.
"Cabe se?alar que muchos estudios sobre tomograf¨ªas y medicina nuclear ofrecen c¨¢lculos de dosis efectivas que oscilan entre 10 y 25 mSv para un ¨²nico examen, y algunos pacientes se someten a varios; por ello, no ser¨ªa raro que la exposici¨®n estimada de un paciente superara los 50 mSv", dice el informe, y a?ade que "la Comisi¨®n Internacional de Protecci¨®n Radiol¨®gica afirma que las dosis de la tomograf¨ªa pueden acercarse o superar niveles que se ha demostrado que provocan un aumento del c¨¢ncer".
Una sola tomograf¨ªa del abdomen o de la columna vertebral puede exponer a un sujeto a 10 mSv. La mamograf¨ªa s¨®lo libera 0,7 mSv, y un esc¨¢ner para medir la densidad ¨®sea 0,01 mSv.
Medidas de protecci¨®n para los pacientes
Hay varias medidas que pueden adoptar los pacientes para protegerse, y no deber¨ªan temer hacer preguntas, seg¨²n m¨¦dicos y otros expertos. "Siempre pueden preguntar al m¨¦dico que les deriva si la prueba es necesaria", se?ala Richard Morin, jefe del comit¨¦ de calidad y seguridad del American College of Radiology, y agrega que "las pruebas a menudo se realizan por motivos que no son del todo apropiados".
Los m¨¦dicos deber¨ªan conocer el ¨ªndice de criterios de idoneidad del American College of Radiology, que clasifica los procedimientos por im¨¢genes para unas 200 enfermedades. Morin propone que se pregunte al m¨¦dico que solicita la prueba sobre su clasificaci¨®n para una afecci¨®n determinada. Las puntuaciones van del uno al nueve, dice, y "si la cifra es uno o dos, deber¨ªan buscar otra prueba".
Cuando se sometan a un esc¨¢ner o un examen, los pacientes deber¨ªan intentar acudir a un centro acreditado. La acreditaci¨®n, que es voluntaria, significa que las m¨¢quinas son inspeccionadas y calibradas para emplear el nivel correcto de radiaci¨®n, y que los t¨¦cnicos son titulados. Tambi¨¦n implica que es probable que las im¨¢genes sean de mayor calidad, lo cual reduce la posibilidad de tener que repetir un procedimiento y sufrir una exposici¨®n adicional.
Los estudios de investigaci¨®n regulan y controlan atentamente las dosis de radiaci¨®n, as¨ª que participar en un estudio de investigaci¨®n puede ofrecer cierta protecci¨®n, se?ala Morin. A menudo, a los pacientes hospitalizados se les somete a esc¨¢neres diarios cuando est¨¢n muy enfermos, dice, y "es l¨®gico que alguien pregunte: '?Realmente es necesaria esta prueba cada d¨ªa?". Puede que los pacientes tambi¨¦n deseen preguntar a los radi¨®logos o los t¨¦cnicos si las m¨¢quinas son inspeccionadas de manera habitual por un f¨ªsico m¨¦dico.
Las mujeres deber¨ªan comunicar al m¨¦dico o t¨¦cnico la posibilidad de que est¨¦n embarazadas; por regla general, las mujeres, los ni?os y los j¨®venes deber¨ªan tratar de evitar los esc¨¢neres.
Si a los pacientes se les entrega un CD de su esc¨¢ner, as¨ª como su interpretaci¨®n, deber¨ªan conservarlo y evitar tener que repetirlo. La gente que se someta a varios estudios tal vez quiera tener un informe que incluya todos los procedimientos radiol¨®gicos que se le ha practicado, e informar al m¨¦dico de su historial, afirma Amis, del Albert Einstein College of Medicine.
"Los pacientes deber¨ªan ser m¨¢s inquisitivos cuando se sometan a cualquier tipo de exploraci¨®n", se?ala. "Lamentablemente, la mayor¨ªa no lo hace".
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