Un 9,99, al borde de la perfecci¨®n
Diego, un madrile?o que quiere ser violinista,se queda a una cent¨¦sima del 10 en selectividad
Diego Ramos -18 a?os reci¨¦n estrenados, cara de buen chico- dice mucho "jolin" y "jolines". Es t¨ªmido y se esconde detr¨¢s de unas gafas de miope. Es el alumno que ha sacado la nota m¨¢s alta de selectividad en la Comunidad de Madrid, un 9, 99 de media. Est¨¢ abrumado.
La noticia ha generado tal expectaci¨®n en su colegio concertado -una cooperativa social laica- el Gredos San Diego de Vallecas, en Madrid, que sus compa?eros, entre admirados y celosos, comentan d¨¢ndose codazos a su paso: "?Mira el Diego, atendiendo a la prensa como si fuese Beckham!". Un grupo de profesores del centro, que tiene 1.600 alumnos, al verle, le recibe con un sonoro aplauso.
Como ¨¦l, unos 200.000 estudiantes se han examinado este a?o de selectividad en toda Espa?a. En Madrid, los responsables de las universidades p¨²blicas no recuerdan una nota tan alta. Hace dos a?os, una chica, Inmaculada Rentero, sac¨® un 9, 96.
Con esa nota casi perfecta -una media s¨®lo manchada por un 9, 8 en ingl¨¦s-, Diego podr¨ªa estudiar lo que quisiera, pero ¨¦l cuenta con la boca peque?a que se matricular¨¢ en alguna facultad de Matem¨¢ticas; y con la boca grande que ¨¦l, lo que de verdad quiere ser es m¨²sico. "Estudio viol¨ªn y composici¨®n en el conservatorio", explica mientras se enciende. Y luego piensa un momento en qui¨¦n es su m¨²sico favorito: "Jolin, pues Alasdair Fraser, que hace m¨²sica celta".
En su adolescencia no hay ni grandes juergas, ni, de momento, novias. "Cuando vengan, vendr¨¢n", cuenta. ?Vas a discotecas? "No, no, no", repite, y se pone m¨¢s t¨ªmido. Es un chico tranquilo, hijo de m¨¦dicos. Su vida es la m¨²sica. Tambi¨¦n "el cine antiguo" y los libros. Ahora est¨¢ leyendo La m¨²sica de los n¨²meros primos, de Marcus Du Santoy. "Est¨¢ muy bien, es muy divulgativo'". Las vacaciones las pasar¨¢ con su familia en Lanzarote -tiene una hermana, Delia, de 13 a?os, que tambi¨¦n es "muy lista"- y luego ir¨¢ a Granada a un curso de m¨²sica.
M¨²sico, matem¨¢tico... y poeta. Diego ha ganado alg¨²n premio de poes¨ªa, dice el director del colegio. Una vez hizo un comentario de texto sobre un poema de Luis Garc¨ªa Montero "tan bonito" que el centro se lo mand¨® al poeta. Y le gust¨® tanto que llam¨® al colegio para dar una charla. El chico se muestra opaco en cuestiones pol¨ªticas. "Cumpl¨ª 18 a?os el 4 de junio y por poco no vot¨¦. Pero aunque lo hubiese hecho, no te iba a contar a qui¨¦n", asegura. No pertenece a ninguna ONG ni a ning¨²n grupo; y tiene claro por qu¨¦. "No soy mucho de asociaciones, lo que yo quiera hacer ya me buscar¨¦ las maneras para conseguirlo", afirma. Y coge carrerilla: "Hay que ser cr¨ªtico con lo que te rodea. Hay gente que te vende la moto y no puede ser...".
Diego, con sus supernotas, ha tenido que escuchar que le llamen empoll¨®n. Pero ni con eso de ser el m¨¢s listo entre los listos miraba ayer a sus compa?eros por encima del hombro. "Ya se han cansado de llamarme empoll¨®n. Y lo que digo es que, jolin, que no me juzguen s¨®lo por las notas", reflexiona.
Los chicos que ayer pasaban por el centro le miraban con admiraci¨®n. Alguno, incluso, ante tanto revuelo, reclamaba tambi¨¦n atenci¨®n. Como una chica que se acerc¨® con su nota de 8, 4 en selectividad a que le felicitase el director.
Diego se lleva mejor con sus compa?eros del conservatorio, con los que tiene m¨¢s afinidad. "Digamos que he hecho el bachillerato a distancia porque el conservatorio me ha quitado casi todo el tiempo. Los profesores del instituto se han portado muy bien conmigo", explica.
Estudiante de noche
El chico not¨® esa dualidad entre la m¨²sica y el bachillerato a la hora de estudiar selectividad. "Algunos d¨ªas llegaba a casa despu¨¦s de salir del conservatorio a las diez de la noche, y entonces me pon¨ªa con los libros", recuerda. A la vista del resultado, el sistema no le ha ido nada mal. Cuando se acuerda de su ¨²ltimo examen, se pone triste. "S¨ª, acab¨¦ muy triste. Porque voy a echar de menos el instituto, los profesores", concluye. Esa etapa, atr¨¢s. Por delante, el sue?o de tocar el viol¨ªn en una orquesta o de ser profesor de m¨²sica.
Adem¨¢s de Diego, los 22.321 estudiantes que se han examinado este a?o de selectividad en Madrid conocieron ayer sus notas. De todos, han aprobado un 88,43%. Pero esa media est¨¢ por debajo de la de otras regiones que ya tienen sus notas de la ¨²ltima selectividad. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, el porcentaje de aprobados est¨¢ en un 96%; en Castilla La Mancha en el 94% y en Navarra en el 95%.
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