Un museo para honrar un r¨ªo
El Museo Industrial del Ter, situado en Manlleu, ofrece dos exposiciones permanentes para conocer tanto su relaci¨®n con las hilaturas como el entorno ambiental
Transportados a una f¨¢brica de hilaturas de mediados del siglo XIX, enmedio de algod¨®n, madejas y maquinaria textil ahora en silencio, el Museo Industrial del Ter de Manlleu (Osona) ha puesto en marcha su m¨¢s preciado ingenio, la primera turbina que hizo latir la f¨¢brica de Can Sanglas, donde est¨¢ ubicado. Hace unos 150 a?os este particular coraz¨®n revolucion¨® el proceso industrial de la hilatura gracias a la potencia energ¨¦tica conseguida por la fuerza del agua. Malograda por los aguaceros de 1940, su actual recuperaci¨®n, tres a?os despu¨¦s de la apertura del museo, implica una nueva revoluci¨®n, esta vez con motivos pedag¨®gicos para demostrar como el desarrollo industrial de la Catalu?a interior se hizo gracias a la fuerza de r¨ªos como el Ter y el Llobregat.
El centro est¨¢ situado justo all¨ª donde Josep Pla explica que el r¨ªo cambia de oficio
El Museo Industrial del Ter (MIT) invita al visitante a adentrarse por las salas de Can Sanglas, una antigua hilatura algodonera de 1842 situada al final del canal de Manlleu, uno de los m¨¢s emblem¨¢ticos de la industrializaci¨®n catalana. Su oferta cuenta con dos exposiciones permanentes. La f¨¢brica de r¨ªo recorre el proceso de mecanizaci¨®n de la hilatura y las profundas transformaciones sociales que la industrializaci¨®n produjo en las localidades ribere?as del Ter. La segunda exposici¨®n propone un itinerario por los paisajes, la hidrolog¨ªa, la ecolog¨ªa, el patrimonio natural, los aspectos socioambientales as¨ª como la gesti¨®n sostenible de los r¨ªos del Mediterr¨¢neo.
Esta secci¨®n cuenta con un acuario donde pueden observarse especies aut¨®ctonas del medio Ter y dispone de un centro de estudios para la conservaci¨®n y mejora del estado ecol¨®gico de los cursos fluviales, as¨ª como la investigaci¨®n, sensibilizaci¨®n y educaci¨®n ambiental.
Recorridas las exposiciones, la oferta del MIT s¨®lo acaba de empezar. El museo organiza talleres que permiten desde la manipulaci¨®n de materias textiles y conocer el arte de tejer hasta el descubrimiento de la flora y fauna del entorno del r¨ªo y la importancia de ahorrar agua.
El museo tambi¨¦n propone un sinf¨ªn de posibilidades relacionadas con el entorno y el territorio a partir de excursiones guiadas por el paseo entre el canal industrial de Manlleu y el r¨ªo Ter; por una de las colonias textiles m¨¢s importantes de Catalu?a, la de Borgony¨¤, de origen escoc¨¦s y que albergaba la f¨¢brica Fabra i Coats; o por las islas y los meandros de las Gambires y Gallifa, de gran inter¨¦s ecol¨®gico.
M¨¢s de 20.500 personas disfrutaron el a?o pasado de las actividades del MIT y descubrieron las particularidades del Ter justo all¨ª donde Josep Pla explica que el r¨ªo dibuja un ¨¢ngulo recto y, fatigado de trabajar para la industria, cambia de oficio para dedicarse a la agricultura en tierras ya gerundenses.
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