De usted
Mercedes Cabrera, ministra de Educaci¨®n y Ciencia, pas¨® ayer por Los desayunos de TVE. Le preguntaron por la dichosa asignatura de ciudadan¨ªa y derechos humanos y, de paso, por la propuesta de Sarkozy de imponer el trato de usted entre alumnos y profesores en las escuelas. La ministra opin¨® que la suspensi¨®n del tuteo no le parec¨ªa mal siempre que forme parte de un aut¨¦ntico respeto hacia los profesores. Mientras discutimos sobre tuteo y asignaturas de adoctrinamiento de uno u otro bando, los niveles educativos siguen en unos niveles espeluznantes. Cualquier padre que se tome la molestia de acercarse a los libros de texto de sus hijos descubrir¨¢ un mundo en el que se intenta evitar el esfuerzo a toda costa y se insiste en convertir los deberes en un juego lo bastante ameno para que la criatura no sufra m¨¢s traumas que los que se desprenden de tener una negligente preparaci¨®n en el futuro.
As¨ª las cosas, el tuteo puede convertirse en ese detalle medi¨¢tico imprescindible para evitar hablar del meollo de la cuesti¨®n. Curiosamente, el presidente del Gobierno del que forma parte la ministra Cabrera estuvo hace unos meses en televisi¨®n (Tengo una pregunta para usted), ante una selecci¨®n de ciudadanos, y los trat¨® a todos de t¨² (Tengo una respuesta para ti). Fue un subid¨®n coloquial inapropiado. Suele decirse que cuando los alumnos tratan al profesor de t¨² rebajan su autoridad y dificultan su posibilidad de imponerse. Es una lectura muy primaria, pero si la aplicamos al tuteo televisivo zapateril debemos deducir que cuando el presidente del Gobierno nos trata de t¨² est¨¢ rebajando los niveles de autoridad de quienes le votan. Se trata, pues, de una estrategia de aproximaci¨®n y de una treta para ganar una proximidad que maquille las dudas respeto a la credibilidad. Con la supresi¨®n del tuteo educativo (que es una extensi¨®n del todopoderoso tuteo televisivo) puede acabar ocurriendo lo mismo: que llamar de usted al profesor sea la excusa para poder continuar minando su autoridad en todos los dem¨¢s ¨¢mbitos de la educaci¨®n.
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