Negros malos, blancos mal¨ªsimos
E l mito del buen salvaje ya no cuela. Est¨¢ anticuado, es paternalista, atufa. "Vale", parece que ha dicho el or¨¢culo de la correcci¨®n pol¨ªtica. "Pod¨¦is volver a hacer westerns con indios cochiches que arrancan cabelleras. Acepto indio malo, pero me pon¨¦is al lado un blanco que sea m¨¢s bruto. O al menos, m¨¢s culpable".
Esta semana se han estrenado tres pel¨ªculas en DVD que han escuchado al or¨¢culo y hablan sobre el mal salvaje. Lo hacen con complejidad, culpa y resultados m¨¢s entretenidos que morales. Diamante de sangre, El ¨²ltimo rey de Escocia y Apocalypto son tres ejercicios del mundo occidental por acercarse al "otro", y de paso, hacer un bonito y emocionante espect¨¢culo con ¨¦l.
- 'Diamante de sangre' (Edward Zwick, 2006). La periodista estadounidense quiere sacar informaci¨®n sobre los diamantes ilegales al contrabandista afrik¨¢ner. ?ste quiere la enorme piedra rosa que escondi¨® un pescador nativo, que a su vez s¨®lo desea salvar a su hijo, convertido en ni?o soldado. Para ello, el tr¨ªo de h¨¦roes (dos blancos interesados y un negro idealista, honrado y valiente) atraviesa una Sierra Leona devastada por la guerra.
Los negros malos dan fusiles Kal¨¢shnikov a los ni?os y cortan manos a machete, pero los malos de verdad son los se?ores trajeados que cortan diamantes en pulcras oficinas del hemisferio norte. Tambi¨¦n son malas las parejas que se prometen con un anillo y los raperos. "Bling bling aqu¨ª es bang bang", dice el personaje de Di Caprio. Bling significa en jerga hip-hop "ostentaci¨®n", el gusto por los medallones con pedrusco.
La periodista (Jennifer Connelly, tan naturalmente guapa) explica que est¨¢ harta de reportajes sobre las pobres v¨ªctimas. Quiere hundir a los villanos que van de Armani. La pel¨ªcula tambi¨¦n, pero tampoco. Al final queda en un batiburrillo de acci¨®n con denuncia, cargo de conciencia con toque rom¨¢ntico y ni?os soldado de fondo. Las buenas intenciones triunfaron en taquilla, pero de las cinco candidaturas, ni un oscar. A Di Caprio, con gracioso acento surafricano, se lo arrebat¨® Forest Whitaker.
- 'El ¨²ltimo rey de Escocia' (Kevin Macdonald, 2006) est¨¢ hecha a medida para ganar el Oscar al mejor actor. La maravillosa y agotadora interpretaci¨®n que Whitaker hace del dictador ugand¨¦s Idi Amin sustenta el filme, a medio camino entre la ficci¨®n y la realidad. El director es el documentalista de la estupenda Tocando el vac¨ªo (sobre una expedici¨®n a los Andes). Para mayor verosimilitud, el equipo rod¨® en Uganda, donde Occidente no hab¨ªa filmado desde La Reina de ?frica, en 1950.
La ficci¨®n llega con el personaje del m¨¦dico personal de Amin, un joven escoc¨¦s en busca de aventuras que se da de bruces con lo peor de ?frica. El m¨¦dico inventado sirve para guiar el pasmo del espectador ante Amin, que pasa de lo risue?o a lo feroz sin pesta?ear.
Los culpables de la situaci¨®n son los "ingleses" (el director es escoc¨¦s) por poner al dictador en el poder, pero todos los personajes se mueven en una escala moral de grises. El Amin de Whitaker es mucho m¨¢s que el supervillano de pantomima que se vendi¨® en Occidente, aquel que se ofrec¨ªa como el ¨²ltimo rey de Escocia. Un absurdo, el cargo pertenece a Braveheart.
- 'Apocalypto' (Mel Gibson, 2006). Opini¨®n 1: Mel Gibson es odioso. Es ultracat¨®lico (del plan, nadie fuera de la Iglesia ser¨¢ salvado), hom¨®fobo, antisemita y vota republicano. Opini¨®n 2: Apocalypto es una buena pel¨ªcula.
Narra la huida de un ind¨ªgena raptado para servir de sacrificio humano maya. En M¨¦xico la criticaron por hacer un retrato brutal de sus ancestros, un director la acus¨® de plagio y su ultraviolencia levant¨® ampollas. Tambi¨¦n dicen que Gibson usa el declive maya preconquista como met¨¢fora reaccionaria de la amenaza islamista (el filme arranca con la cita: "Una gran civilizaci¨®n no es conquistada desde fuera hasta que no se ha destruido a s¨ª misma desde dentro"). Puede.
De lo que no hay duda es de que la guionista es primeriza, el reparto no profesional y el di¨¢logo est¨¢ en yacateca, y aun as¨ª, Apocalypto atrapa de la primera a la ¨²ltima escena. Y al contrario que las otras dos, no se justifica, no para a dar explicaciones; simplemente, se precipita en su propio delirio selv¨¢tico. Hay algo de Herzog ah¨ª, algo de Riefenstahl, algo terrible y poderoso.
Babelia
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