"Paraguay es como una isla porque en Latinoam¨¦rica hay un giro a la izquierda"
En guaran¨ª, el idioma que lleg¨® a comunicar el Amazonas con el R¨ªo de la Plata, "unidad" se traduce como "tokojoj¨¢". ?se es el nombre elegido por una plataforma unificadora de los movimientos sociales paraguayos que el a?o pasado impuls¨® el ascenso pol¨ªtico del que era obispo em¨¦rito de la di¨®cesis de su natal San Pedro del Paran¨¢, Fernando Lugo (1951). Entonces fue cuando en Paraguay se desencaden¨® la tormenta. En sus dos vertientes: la beneficiosa, que conlleva, como la lluvia, un autoexamen del aparato pol¨ªtico del Partido Colorado, que por primera vez en los ¨²ltimos 60 a?os ve peligrar su imbatibilidad. Y la agitadora, con su dosis de pol¨¦mica. Puesto que la Constituci¨®n de Paraguay, en su art¨ªculo 255.5, proh¨ªbe a un religioso asumir cargos pol¨ªticos de relieve, Lugo renunci¨® a su condici¨®n eclesi¨¢stica el pasado 25 de diciembre.
"Unas 100.000 firmas me han pedido que encabece un cambio. Y esto es algo in¨¦dito"
El Vaticano lo suspendi¨® a divinis y le vet¨® la administraci¨®n de sacramentos, pero mantuvo su estatus clerical. Desde su aparici¨®n en la escena pol¨ªtica, el ya conocido como obispo rojo ha escalado las encuestas con el v¨¦rtigo de un candidato consagrado: m¨¢s del 60% de apoyo popular. El Partido Liberal Radical Aut¨¦ntico, primera fuerza de la oposici¨®n, concedi¨® a Lugo el 17 de junio su apoyo para convertirse en candidato ¨²nico de la Concertaci¨®n Nacional, el bloque que ha logrado unir a todas las formaciones opositoras para competir con el Partido Colorado en las elecciones de abril de 2008.
En la antesala electoral, Fernando Lugo ha viajado a EE UU, Argentina y Espa?a. Aqu¨ª ha participado en un debate sobre la Alianza de Civilizaciones en Almu?¨¦car (Granada), entre otros actos p¨²blicos.
Pregunta. El Gobierno de su pa¨ªs insiste en que su condici¨®n religiosa le impide ser candidato. ?Significa que en Paraguay prima la directriz del Vaticano?
Respuesta. Yo he renunciado al ministerio sacerdotal episcopal. Y esta expresi¨®n de voluntad ya es v¨¢lida para ser candidato. El art¨ªculo 42 de la Constituci¨®n dice que nadie puede pertenecer a ninguna organizaci¨®n si libremente renuncia a ella. En primer lugar est¨¢ la Constituci¨®n; en segundo, los tratados internacionales, y en tercero, las leyes y normas del pa¨ªs. Y Paraguay no tiene ning¨²n acuerdo o concordato con el Vaticano.
P. De todos modos, algunos colaboradores muy cercanos a usted le instan a que formalice la ruptura con la Iglesia. Incluso hay quien sugiere que lo haga cas¨¢ndose.
R. No es necesario: la simple expresi¨®n de voluntad me desliga de mi obligaci¨®n episcopal. Libremente la acept¨¦ y libremente renuncio a ella.
P. El presidente, Nicanor Duarte, le ofreci¨® una reforma constitucional: cambiar el art¨ªculo referido a los religiosos y, a la vez, el que le proh¨ªbe a ¨¦l optar a la reelecci¨®n.
R. Yo siempre he cre¨ªdo que la Constituci¨®n est¨¢ escrita para todos los paraguayos, y no para una o dos personas. Para favorecer la reelecci¨®n de Nicanor Duarte Frutos o cualquier otro caso particular, yo nunca estar¨ªa a favor de la enmienda constitucional.
P. A pesar de que a¨²n no es siquiera candidato, se ha disparado asombrosamente su popularidad. ?A qu¨¦ lo atribuye?
R. Nosotros todav¨ªa no hemos comenzado la campa?a electoral. El m¨ªo es un liderazgo lanzado por la ciudadan¨ªa: yo no he presentado una candidatura, sino que 100.000 firmas me han pedido que encabece un proceso de cambio pol¨ªtico. Y esto es algo in¨¦dito en Paraguay.
P. Un fiscal le ha acusado de nexos con los secuestradores y asesinos de Cecilia Cubas, hija del ex presidente Ra¨²l Cubas, entre 2004 y 2005. ?Lo considera una maniobra de desprestigio?
R. Ante el fiscal declar¨¦ que no he tenido ninguna relaci¨®n, excepto una llamada telef¨®nica antes del hecho, en la que uno de los implicados me ped¨ªa que presentara un libro escrito por alguien que se encuentra fuera del pa¨ªs, tambi¨¦n acusado en el caso. Cuando el partido oficialista ve amenazada su permanencia en el poder es capaz de crear argumentos para descalificar una candidatura que ha surgido del pueblo.
P. ?Tambi¨¦n le desprestigian quienes destacan sus coincidencias ideol¨®gicas con el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez?
R. Es evidente que en el proceso pol¨ªtico latinoamericano hay un giro a la izquierda: V¨¢zquez en Uruguay, Bachelet en Chile, Morales en Bolivia, Lula en Brasil, Ch¨¢vez en Venezuela, Correa en Ecuador... Paraguay es como una isla, regionalmente hablando. Pero mi pa¨ªs har¨¢ su proceso de cambio con el apoyo de la ciudadan¨ªa paraguaya. Los procesos de Venezuela o de Uruguay pueden haber tenido ¨¦xito all¨ª, pero no en Paraguay. No se puede trasladar completamente el modelo de un pa¨ªs a otro diferente.
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