El cazador de oportunidades
El belga Albert Fr¨¨re, nuevo accionista de Iberdrola, ha levantado en 60 a?os un imperio inversor de 24.000 millones
Albert Fr¨¨re tuvo una buena excusa para no acudir a la primera cita que ten¨ªa con Jean Peyrelevade en 1988. Un jabal¨ª herido le hab¨ªa atacado durante una cacer¨ªa en los bosques de las ?rdenas, al sur de B¨¦lgica. "Le hab¨ªa pegado una patada en su hocico", coment¨® Peyrelevade, antiguo presidente de Suez y Cr¨¦dit Lyonnais. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, Fr¨¨re todav¨ªa caza jabal¨ªes; tambi¨¦n, empresas. En apenas medio siglo, este inversor, nacido hace 81 a?os en B¨¦lgica, ha transformado un negocio familiar de compra venta de clavos en un imperio valorado en m¨¢s de 24.000 millones de euros. El a?o pasado, s¨®lo en una operaci¨®n, gan¨® unos 2.000 millones al vender su participaci¨®n en Bertelsmann,
La t¨¦cnica favorita de Fr¨¨re es comprar buena parte de una compa?¨ªa peque?a y luego canjearla por una participaci¨®n en una grande
"?l siempre escucha; no habla mucho", dice de Fr¨¨re un diplom¨¢tico estadounidense que perteneci¨® al Consejo de Administraci¨®n de Suez
Desde el negocio familiar de venta de clavos, este bar¨®n de 81 a?os ha pasado a controlar un imperio de 24.000 millones de euros
"No nos gusta pelear. Nos atrae invertir donde somos aceptados por la direcci¨®n. Yo no voy a escalar por la ventana de atr¨¢s", dice Fr¨¨re
Y de una batalla -financiera- a otra. El multimillonario belga, en la actualidad, trata de mantener el equilibrio para sacar el m¨¢ximo beneficio de la fusi¨®n pendiente entre la el¨¦ctrica Suez, donde es m¨¢ximo accionista, y Gaz de France, la gasista p¨²blica gala.
Fr¨¨re, uno de los compradores m¨¢s originales de Europa, persigue tomar posiciones en la carrera de operaciones corporativas que vive el mundo empresarial del Viejo Continente. Con una fortuna calculada en torno a los 3.000 millones de euros, Fr¨¨re tuvo que esperar para entrar en la aristocracia hasta 1994, a?o en que el rey de B¨¦lgica Alberto II lo nombr¨® bar¨®n.
Cuando este antiguo empresario sider¨²rgico entra en el capital de una compa?¨ªa no asume la gesti¨®n o nombra a su propio equipo directivo. En cambio, s¨ª que posee una posici¨®n influyente en el escenario corporativo europeo gracias a sus inversiones: bien participando en fusiones y compras, bien burlando a sus adversarios.
"El ritmo que maneja a la hora de hacer sus inversiones es extra?o", declara Henry Kravis, uno de los fundadores del fondo de capital riesgo neoyorquino Kohlberg Kravis Robert (KKR). Kravis caza habitualmente con Fr¨¨re, pero nunca ha hecho negocios con ¨¦l. Reconoce que le gustar¨ªa: "Respeto mucho a este hombre".
Kravis pone el ejemplo de la operaci¨®n en Bertelsmann como la mejor muestra del olfato inversor del belga para acuerdos beneficiosos. En 2001, Fr¨¨re intercambi¨® el 30% del grupo audiovisual luxemburgu¨¦s RTL por un 25% en la empresa de comunicaci¨®n alemana. Al concretarse la operaci¨®n, firm¨® una cl¨¢usula que le permit¨ªa vender en bolsa su participaci¨®n.
La salida de Bertelsmann
El a?o pasado, Fr¨¨re quiso vender por 4.500 millones de euros sus acciones en Bertelsmann a la familia Mohn, que controla la compa?¨ªa. Obtuvo lo que buscaba tras anunciar una oferta p¨²blica de venta contra los deseos de algunos miembros de la familia Mohn.
Liz Mohn, segunda mujer del patriarca de la familia, declar¨® en mayo de 2006 que la compra de las acciones de Fr¨¨re garantizaba la independencia de la compa?¨ªa. Al final, el belga y sus socios lograron unas ganancias de 2.400 millones en la operaci¨®n, seg¨²n figura en las cuentas del Groupe Bruxelles Lambert, una de las compa?¨ªas que Fr¨¨re controla y a trav¨¦s de las que invierte. "Probablemente es el mejor acuerdo que yo he visto", declara Kravis.
Los recursos obtenidos con la venta de Bertelsmann sirvieron a Fr¨¨re para comprar participaciones significativas en Lafargue y Pernord Ricard. Su entrada en el distribuidor de licores se ajust¨® a su peculiar forma de actuar. Lleg¨® tras una cacer¨ªa con el consejero delegado de la compa?¨ªa, Patrick Ricard, en el norte de Francia.
Una de las t¨¦cnicas de inversi¨®n favoritas de Fr¨¨re consiste en comprar una gran parte del capital de una compa?¨ªa peque?a, para posteriormente cambiarlo por una peque?a parte del capital de una grande. En 1996 ten¨ªa un 25% en la el¨¦ctrica belga Tractebel y lo vendi¨® a una compa?¨ªa parisiense origen de la actual Suez, una empresa que el a?o pasado ingres¨® 44.000 millones.
La venta de la participaci¨®n en Tractebel ascendi¨® a 1.200 millones; el capital que Fr¨¨re y sus socios tienen ahora en Suez (un 9,5%) est¨¢ valorado en torno a los 5.000 millones. Si la compa?¨ªa francobelga acaba fusion¨¢ndose con Gaz de France -de acuerdo con el proyecto que ambas empresas pusieron en marcha el a?o pasado-, se convertir¨ªa en la el¨¦ctrica m¨¢s grande del mundo, con unos ingresos de 72.000 millones.
La bendici¨®n de Chirac
El ex presidente franc¨¦s Jacques Chirac dio su bendici¨®n a la uni¨®n entre ambas compa?¨ªas en el discurso de A?o Nuevo de 2007 pronunciado en el Palacio del El¨ªseo. Entre el auditorio se encontraba Albert Fr¨¨re, sentado junto a su amigo Bernard Arnault, el directivo del fabricante de productos de lujo Louis Vuitton, y el presidente y consejero delegado de Suez, Gerard Mestrallet. "La fusi¨®n entre Gaz de France y Suez es estrat¨¦gica para Francia y Europa", proclam¨® Chirac. Al acabar el acto, el presidente franc¨¦s y el inversor belga charlaron amigablemente.
"?l siempre escucha, no habla mucho", dice de Fr¨¨re Felix Rohatyn, embajador de Estados Unidos en Francia entre 1997 y 2000. El diplom¨¢tico estadounidense ahora forma parte del consejo de Lehman Brothers, pero entre 2001 y 2004 estuvo en el consejo de Suez, del que el bar¨®n es vicepresidente.
Fr¨¨re ha amasado su fortuna a base de paciencia. En 1996 compr¨® sus primeras acciones en Suez a trav¨¦s de la el¨¦ctrica belga Electrafina, y mantiene acciones en la petrolera Total desde 1999. "?l invierte a largo plazo", concluye Tom Simonts, un analista del banco belgaholand¨¦s KBC que sigue tres compa?¨ªas cotizadas en las que Fr¨¨re tiene intereses. "No le importan las fluctuaciones a corto plazo. Es el Warren Buffet de B¨¦lgica".
Una vez ha mordido una presa, hace todo lo necesario para protegerla. El acuerdo entre Gaz de France y Suez, por ejemplo, podr¨ªa estar en peligro. El nuevo presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, todav¨ªa est¨¢ analizando la fusi¨®n; su primer ministro, Fran?ois Fillon, ha declarado que su Gabinete est¨¢ estudiando otras opciones. Fr¨¨re est¨¢ preparado.
La entrada en Iberdrola
En mayo compr¨® a trav¨¦s de GBL y la Compagnie National a Portefeuille (CNP), otro de sus instrumentos de inversi¨®n, un 5% de Iberdrola -tras la ¨²ltima ampliaci¨®n de capital de la el¨¦ctrica, esta participaci¨®n se ha diluido hasta el 4,6%- y se situ¨® entre los cinco m¨¢ximos accionistas de la el¨¦ctrica. Enrique Soldevilla, analista de BPI, afirma que esta operaci¨®n puede ser un primer paso para una fusi¨®n entre Suez e Iberdrola. "Las conexiones entre el se?or Fr¨¨re y Suez son un nuevo aliciente para rumores e hipot¨¦ticos escenarios para fusiones y compras en Espa?a", comenta Soldevilla.
El financiero belga aprueba la fusi¨®n entre Suez y Gaz de France, pero tambi¨¦n est¨¢ preparado por si falla. "Nosotros no somos acompa?amiento", comenta en su ¨¢tico parisiense cercano a los Campos El¨ªseos. "Somos lo suficientemente inteligentes como para buscar alternativas".
El concepto de nosotros
Cuando habla de nosotros, Fr¨¨re se refiere a una complicada trama de empresas a trav¨¦s de las que ¨¦l, su familia y sus socios invierten. En la cima de la pir¨¢mide est¨¢ Groupe Fr¨¨re-Bourgois, una empresa con sede en Charleroi -la ciudad m¨¢s grande de Valonia, la zona franc¨®fona de B¨¦lgica- y que controla tres empresas a trav¨¦s de las que el inversor belga invierte en otras compa?¨ªas europeas (v¨¦ase el gr¨¢fico adjunto). Una de ellas es GBL, con importantes participaciones en Lafargue, Total, Suez y, desde hace un mes y medio, en Iberdrola; otra es CNP, tambi¨¦n con acciones de la el¨¦ctrica espa?ola. En la primera, el presidente es Albert Fr¨¨re; en la segunda, su hijo Gerald Fr¨¨re, de 57 a?os.
Para los inversores, la compleja estructura societaria no es un obst¨¢culo. "La gran agenda de Fr¨¨re, sus influyentes y multimillonarios amigos, siendo un accionista minoritario en GBL, es recompensada a largo plazo", afirma Danny Wittenberg, cuya firma de inversi¨®n, tiene intereses en GBL."Tiene la habilidad y la experiencia necesaria para encontrar t¨ªtulos de empresas devaluadas y revalorizarlos. Lo hace por ¨¦l mismo, pero tambi¨¦n se benefician los accionistas minoritarios", apunta Wittenberg. Desde que empez¨® 2004, las acciones de GBL han subido un 27% anualmente.
"A nosotros no nos gusta pelear", afirma Fr¨¨re, "nos atrae invertir donde somos aceptados por la direcci¨®n. No voy a escalar por la ventana trasera".
La evoluci¨®n a corto plazo de los t¨ªtulos de las compa?¨ªas en las que el belga tiene intereses no le interesa excesivamente, comenta Thierry de Rudder, director de GBL desde 1993. "Los hegde funds buscan rentabilidad en periodos de 6 a 12 meses", declara De Rudder, de 57 a?os. "Nosotros buscamos la rentabilidad entre 6 y 12 a?os. Acudimos all¨ª donde creemos que podemos desempe?ar un papel y acompa?ar a la direcci¨®n en una estrategia acertada".
Las inversiones del grupo en Total demuestran la veracidad de estas palabras. Fr¨¨re empez¨® por adquirir una parte de la compa?¨ªa belga Petrofina a comienzos de los 80. En 1987, ¨¦l pose¨ªa el 30% de la compa?¨ªa; once a?os despu¨¦s vendi¨® su participaci¨®n a Total. "Era el diamante de B¨¦lgica", declara el bar¨®n. "Petrofina era un nombre belga reconocido internacionalmente. Con casi un tercio, yo me sent¨ªa como si fuera el rey de la creaci¨®n".
Cuando Fr¨¨re y sus socios fusionaron Petrofina y Total, inmediatamente se convirtieron en los m¨¢ximos accionistas de la compa?¨ªa resultante. Tras la adquisici¨®n de Elf, Total se ha convertido en la segunda compa?¨ªa m¨¢s grande de la zona euro por valoraci¨®n burs¨¢til, unos 140.000 millones, por detr¨¢s de EDF. Fr¨¦re controla el 5% a trav¨¦s de varias compa?¨ªas, una inversi¨®n que asciende a casi 7.500 millones.
El menor de tres hermanos
Albert Fr¨¨re naci¨® en Fontaine l'Eveque -una localidad belga situada a 50 kil¨®metros al sur de Bruselas- el 4 de febrero de 1926. Era el m¨¢s joven de tres hermanos. Su padre muri¨® cuando ten¨ªa cuatro a?os, quedando su madre a cargo de un negocio de clavos y cadenas.
A los 21 a?os, con una educaci¨®n que hab¨ªa llegado hasta el instituto, se puso al frente del negocio familiar, seg¨²n una biograf¨ªa publicada en 1997. El negocio sufri¨® las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Pero tras el conflicto, sus ventas crecieron por el auge de la construcci¨®n.
Con los beneficios obtenidos en estos a?os, Fr¨¨re pudo comprar una f¨¢brica de acero en Charleroi, era 1954. Para ampliar sus ventas fuera de las fronteras belgas, recurri¨® a un m¨¦todo peculiar, utiliz¨® los listines de tel¨¦fonos para buscar nuevos clientes. "Buscamos y enviamos cartas a compa?¨ªas por todo el mundo", afirma Germain Druart (81 a?os), que ha trabajado para Fr¨¨re desde 1952 hasta que se retir¨® hace 16 a?os. A comienzos de los 80, la industria belga del acero entr¨® en crisis: sufr¨ªa la debilidad de la demanda y el alto coste del desempleo. En 1983, el gobierno belga compr¨® a Fr¨¨re su negocio sider¨²rgico por 1.130 millones de francos belgas (unos 28 millones de euros actuales sin tener en cuenta la inflaci¨®n habida desde entonces) para conservar los puestos de trabajo. "Yo no dir¨ªa que perdi¨® todo en los malos tiempos, sino la peor parte", declara Meter Fish, director de MEPT, una firma de consultor¨ªa de acero.
Por entonces, Fr¨¨re ya se hab¨ªa embarcado en un nuevo proyecto. En las navidades de 1981, el bar¨®n Le¨®n Lambert le pregunt¨® si rescatar¨ªa GBL, por entonces una compa?¨ªa industrial y de servicios financieros, que ten¨ªa una deuda de 20.000 millones de francos belgas. Fr¨¨re pag¨® 2.600 millones de la antigua moneda belga por el 35% de la compa?¨ªa, entre cuyos activos se inclu¨ªa Petrofina; el mayor banco belga de la ¨¦poca, Banque Bruxelles Lambert; y la aseguradora Royale Belge.
Para reflotar la compa?¨ªa, vendi¨® el banco y otros activos, us¨® el dinero para rebajar la deuda y aumentar la participaci¨®n en otras compa?¨ªas como Petrofina. Hoy, GBL es la sexta compa?¨ªa en la Bolsa belga, con un valor de mercado de 15.000 millones de euros. El valor neto de los activos de la compa?¨ªa sumaba 16.800 millones a finales de 2006, m¨¢s del doble que tres a?os antes.
Pero a Fr¨¨re no siempre le han salido bien sus inversiones. En 1999, GBL compr¨® un 5,1% de Rhodia por 161 millones de euros. Despu¨¦s la compa?¨ªa qu¨ªmica francesa casi se colapsa por la deuda. Entre 2001 y 2006, perdi¨® casi 3.000 millones de euros. Cuatro a?os despu¨¦s de entrar en la qu¨ªmica francesa, los belgas comenzaron a recortar su parte en el capital. En 2004, se deshicieron de toda su participaci¨®n con unas p¨¦rdidas de 4,9 millones, seg¨²n la propia GBL.
El bar¨®n tambi¨¦n ha jugado el papel de caballero blanco. Fr¨¨re acudi¨® al rescate de la empresa de construcci¨®n Eiffage a instancias de su consejero delegado Jean Fran?ois Roveratto, que quer¨ªa defenderse as¨ª de la entrada hostil de la espa?ola Sacyr Vallehermoso en su capital. En marzo de 2006, Fr¨¨re compr¨® el 6% de Eiffage. "Hizo la inversi¨®n en un momento delicado, y estoy agradecido", afirma Roveratto.
Pero ese movimiento no fue por caridad. Nueve meses despu¨¦s, el belga encontr¨® compradores para su parte en Eiffage y se march¨® con unas ganancias netas de 91 millones de euros. Roveratto sigue luchando contra el intento de Sacyr para adquirir Eiffage, que esta semana ha vivido nuevos cap¨ªtulos.
Fr¨¨re no tiene planes para dejar las riendas de su imperio a corto plazo. "Tenemos un equipo, pero yo soy el consejero delegado y presidente", dice. Y repite con ¨¦nfasis: "Soy el consejero delegado".
El hijo de Fr¨¨re, Gerald, est¨¢ listo para asumir del holding Fr¨¨re-Bourgeois cuando su padre decida dar un paso al lado. "El relevo sucesi¨®n est¨¢ preparado", apunta Gerald. La hija de Fr¨¨re, S¨¦gol¨¨ne, de 29 a?os, se sienta en el consejo de dos compa?¨ªas, sin embargo, ella no ejerce funciones ejecutivas. El otro hijo de Fr¨¨re, Charles Albert, muri¨® en un accidente de coche en 1999 con 19 a?os.
Los amigos de Fr¨¨re dicen que si el octogenario deja de trabajar, no ser¨¢ f¨¢cil de sustituir. "Pero ¨¦l nunca se retirar¨¢". Por ahora, Fr¨¨re intentar¨¢ buscar su pr¨®xima v¨ªctima, sea un jabal¨ª o una jugosa parte de la pr¨®xima gran empresa europea en ser candidata de una compra.
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