A este juez no le gusta el 'top less' ni que los gays adopten

No es la primera vez. El juez de Murcia que frena la adopci¨®n de una ni?a a una pareja de lesbianas ya tuvo problemas en otra ocasi¨®n para elegir entre su conciencia y la ley. Tambi¨¦n en ese momento opt¨®, ante la duda, por aplicar su propia moral. Hace 20 a?os, en su primer destino como juez en Chiclana (C¨¢diz), Fernando Ferr¨ªn Calamita mand¨® detener en la playa a una chica en top less y a otra desnuda porque se sinti¨® "faltado al respeto" al verlas. Era 1987 y ¨¦l ten¨ªa 29 a?os. El gobernador civil hab¨ªa autorizado el top less dos a?os antes, pero eso no fue un obst¨¢culo para que ¨¦l, al ver en la playa a las desvergonzadas sin ropa, llamara a la polic¨ªa municipal.

Primero las conmin¨® a que cubrieran sus verg¨¹enzas, como ciudadano y como juez -en ch¨¢ndal en ese momento- pero ellas se resistieron. Pod¨ªan hacer top less si les daba la gana, seg¨²n las normas. Pero su se?or¨ªa no lo ve¨ªa as¨ª. Cuando la Polic¨ªa Municipal y la Guardia Civil llegaron a la zona de dunas en la que discut¨ªan sobre la desnudez, orden¨® la detenci¨®n. Las dos mujeres fueron despu¨¦s absueltas de una falta de esc¨¢ndalo p¨²blico por otro magistrado. Pero aquellas chicas, que no hab¨ªan hecho nada ilegal, pasaron tres d¨ªas en un calabozo porque un juez religioso que le¨ªa por la noche la Biblia y el Camino, de Jos¨¦ Mar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer, se hab¨ªa escandalizado. Ahora, 20 a?os m¨¢s tarde, Candela, una peque?a de 15 meses, no puede tener dos progenitores. Quiz¨¢ el juez se ha vuelto a escandalizar.

El Tribunal Superior de Murcia investigar¨¢ el caso de la adopci¨®n por si hay il¨ªcito disciplinario

En este caso, la norma que le da quebraderos de cabeza es la que equipara los matrimonios heterosexuales con los homosexuales, de julio de 2005. La equiparaci¨®n de derechos vale tambi¨¦n para las adopciones, pero el matrimonio formado por Vanesa de las Heras y Susana Meseguer lleva esperando m¨¢s de un a?o a que Ferr¨ªn autorice la adopci¨®n de la hija de Susana -nacida por inseminaci¨®n artificial- por parte de Vanesa. Sin ¨¦xito hasta el momento.

El juez, que escribe en cursiva las palabras "matrimonio" y "c¨®nyuge" cuando se refiere a esta pareja, ha puesto multitud de trabas. Ha designado a la Direcci¨®n General de Familia de Murcia como defensora judicial de la ni?a -porque entiende que la madre es "parte interesada" en la adopci¨®n y no vela por los derechos de su hija- y exige que "todos" los psic¨®logos de la entidad opinen sobre la conveniencia de que la peque?a tenga dos madres. Si no le responden, amenaza con llamarlos a declarar. Si el matrimonio fuera heterosexual, el nombramiento de un defensor judicial ser¨ªa ins¨®lito.

"?No es un derecho del menor el de ser insertado en una familia "normal", compuesta por dos personas de distinto sexo y que, por ello, son complementarias entre s¨ª, lo que no ocurre en el caso contrario?", se pregunta el magistrado al m¨¢s puro estilo Aquilino Polaino, el catedr¨¢tico que sostiene que la homosexualidad es una psicopatolog¨ªa y que las parejas de gays no deben criar ni?os. "?Es irrelevante, desde el punto de vista de la supremac¨ªa del inter¨¦s del menor, que los progenitores, biol¨®gico o adoptivo, con quienes aqu¨¦l diariamente convive, sean o no del mismo sexo? ?No es alta la probabilidad, por ejemplo, de que sea homosexual imitando el patr¨®n que ha vivido en casa en sus a?os fundamentales para la formaci¨®n de su personalidad?", contin¨²a Ferr¨ªn.

Mientras tanto, entre tr¨¢mite y tr¨¢mite, el tiempo pasa y la peque?a Candela legalmente s¨®lo tiene una madre. Si algo le pasara a ¨¦sta, la ni?a se quedar¨ªa desprotegida y sin familia oficial a pesar de que desde su nacimiento ha sido querida y cuidada por dos personas.

El Tribunal Superior de Justicia de Murcia va a investigar lo sucedido. Su presidente, Juan Mart¨ªnez Moya, anunci¨® ayer la apertura de un expediente para "verificar los hechos, por si pudieran constituir alg¨²n il¨ªcito disciplinario". Este peri¨®dico no logr¨® ayer localizar a Fernando Ferr¨ªn, que no parece estar de acuerdo con Montesquieu en que los jueces deben limitarse a ser la boca que pronuncia las palabras de la ley.