Barber¨¢ reza por los muertos del metro entre protestas de v¨ªctimas y familiares
La alcaldesa, tres consejeros y el arzobispo inauguran un pol¨¦mico monolito conmemorativo
La alcaldesa de Valencia, tres consejeros y el arzobispo Agust¨ªn Garcia Gasco descubrieron ayer el monolito que recordar¨¢ oficialmente a las v¨ªctimas del accidente de metro. El acto result¨® breve y controvertido. Al otro lado de la valla protectora instalada por la Polic¨ªa, una veintena de heridos, familiares de fallecidos y miembros de la asociaci¨®n 3 de julio abuchearon a las autoridades y reclamaron "respuestas". Al terminar la ceremonia, varios de ellos cubrieron el monumento con pegatinas en las que se le¨ªa No al monolito de la muerte y Castigo a los homicidas.
Al final, una madre peg¨® en el monumento de piedra: "No al monolito de la muerte"
La comitiva deposit¨® una corona de flores ante el monumento de piedra maciza. A continuaci¨®n, tom¨® la palabra el arzobispo, el ¨²nico que habl¨® en el acto. "En el nombre del padre", empez¨® a decir, y se oy¨®: "?Fuera!". Garc¨ªa Gasco, que se hab¨ªa negado a oficiar hoy un acto religioso de los familiares de las v¨ªctimas, sigui¨® impert¨¦rrito con el responso. La madre de una de las fallecidas hace hoy justo un a?o cruz¨® la valla y avanz¨® hacia el atril con los ojos llorosos, increpando a los organizadores, hasta que un polic¨ªa local se interpuso en su camino. Antes de acabar, el arzobispo pidi¨® un minuto de silencio. Se oy¨®: "?Nosotros hacemos tres!". Pero luego, por un momento, cesaron los gritos, pararon los aplausos que un sector del p¨²blico dedic¨® en varias ocasiones a las autoridades y se hizo el silencio.
Fue s¨®lo una tregua. Cuando la alcaldesa Rita Barber¨¢ caminaba hacia el coche oficial acompa?ada por los vicepresidentes primero y tercero del Consell, Vicente Rambla y Juan Cotino, y el nuevo consejero de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, la familiar de otra v¨ªctima mortal se par¨® delante de ella: "Yo s¨¦ que usted no es responsable de lo que ha pasado. Pero quiero que me lleve al lado del responsable porque tengo muchas preguntas que hacerle". Y luego: "?Qui¨¦n ha puesto ahora la baliza?". La alcaldesa la escuch¨®, la consol¨® y le dijo: "Estamos permanentemente a vuestra disposici¨®n".
Ya casi fuera del peque?o jard¨ªn de la calle de Carcaixent en el que se levanta el recuerdo, Barber¨¢ y Rambla atendieron a la prensa. A la alcaldesa le preguntaron por qu¨¦ s¨®lo se hab¨ªa invitado a una parte de los afectados. Barber¨¢ asegur¨® haber dado orden de que se invitara a todos. Pero era posible, sigui¨®, que alg¨²n Ayuntamiento no hubiera transmitido el mensaje. Se le dijo que algunos de los no invitados -es el caso de Enric Chulio, presidente de la asociaci¨®n de v¨ªctimas 3 de julio, que perdi¨® a su mujer, y de sus suegros- son vecinos de Valencia. "Si alguno no ha recibido la llamada me disculpo clar¨ªsimamente porque no hay ning¨²n criterio en absoluto de separaci¨®n entre unos y otros. Es que no tiene sentido", declar¨®. El mismo Chulio opin¨® m¨¢s tarde: "Lo m¨¢s probable es que haya sido s¨®lo una chapuza".
"Con este sencillo pero muy emotivo acto lo que se ha querido es perpetuar en la memoria esa tr¨¢gica ma?ana", afirm¨® Rambla. Se le pregunt¨® por la ausencia del jefe del Consell, Francisco Camps, que se encontraba en Murcia para la investidura del presidente regional Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel. "Lo significativo", respondi¨®, era la "voluntad" de las dos Administraciones m¨¢s implicadas en el siniestro de honrar a las v¨ªctimas.
Carmen Alborch, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, donde se aprob¨® erigir el monumento, consider¨® que no haber contado con la participaci¨®n de los familiares de las v¨ªctimas era "una forma de desvirtuar un acto de tanta importancia como este". Pero las v¨ªctimas s¨ª participaron. Lo hicieron al final. Cuando ya se hab¨ªan marchado las autoridades y casi todos los periodistas, una madre complet¨® el monumento con sus mensajes.
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