Un procesado implica a la polic¨ªa turca en la muerte del escritor Dink
El juicio por el asesinato del periodista armenio pone a prueba la imparcialidad de la justicia
"Todos somos testigos". M¨¢s de un millar de manifestantes vestidos de negro clamaban ayer justicia ante el tribunal del distrito de Besisktas, en Estambul, donde se abri¨® el juicio por el asesinato del periodista y escritor Hrant Dink, abatido a tiros el pasado enero por un adolescente ultranacionalista turco. El proceso contra Ogun Samast, de 17 a?os, y otros 17 acusados relacionados con grupos extremistas supone tambi¨¦n un examen a la independencia del sistema judicial turco, sospechoso de amparar al llamado Estado profundo: la supuesta red ultraderechista infiltrada en el aparato de la Administraci¨®n.
"No s¨¦ lo que significa Estado profundo. No s¨¦ si lo que hac¨ªamos era legal o ilegal, pero una cosa es segura: un grupo de la polic¨ªa nos controlaba", asegura Yasin Hayal, encausado tambi¨¦n en el asesinato de Dink, en una carta a la fiscal¨ªa de Estambul publicada ayer por la prensa turca. "Si trabajamos para el Estado ?no tiene ahora el Estado el deber de defendernos?", pregunta este acusado a los fiscales. Hayal y su correligionario pol¨ªtico Erhan Tuncel est¨¢n considerados como los jefes del grupo parafascista que reclut¨® en Trabzon (norte de Turqu¨ªa) al joven parado que dispar¨® al periodista a las puertas del semanario turco-armenio que dirig¨ªa. Ambos, conocidos confidentes policiales, cruzaron ayer acusaciones durante la vista.
"No s¨¦ si era legal, pero un grupo de la polic¨ªa nos controlaba", asegura un acusado
Hrant Dink, de 53 a?os, hab¨ªa sido procesado por la justicia turca en varias ocasiones por defender en las p¨¢ginas de su revista la existencia del genocidio armenio -la muerte de 1,5 millones de civiles de esa comunidad cristiana bajo el Imperio Otomano en 1915-, un hecho hist¨®rico que la moderna Turqu¨ªa niega con vehemencia.
Los abogados de Rakel Dink, viuda del periodista asesinado, han expresado su malestar por las irregularidades en la instrucci¨®n de la causa. "Los procesados s¨®lo son la punta del icebe
rg, ya que no se han investigado los lazos policiales en esta trama criminal", denuncia el letrado Ergin Cimmen. Varios mandos policiales, entre ellos el jefe del servicio de investigaci¨®n de Estambul, han sido apartados del cargo. Poco despu¨¦s de la detenci¨®n del principal acusado del asesinato de Dink, unas im¨¢genes grabadas de Samats bajo una bandera turca y rodeado de agentes que le se?alaban como a un h¨¦roe conmocionaron a la opini¨®n p¨²blica.
La Comisi¨®n Europea, que negocia con el Gobierno turco su incorporaci¨®n a la UE, y organizaciones de defensa de los derechos humanos como Human Rights Watch (HRW) est¨¢n siguiendo con inter¨¦s el proceso por el asesinato de Dink, que consideran como una prueba de fuego sobre la imparcialidad del sistema judicial turco. "Vamos a exigir que se compruebe cualquier evidencia que pueda implicar a la polic¨ªa en el caso", dijo un portavoz de HRW.
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