Brown ordena revisar la contrataci¨®n de m¨¦dicos extranjeros

El primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, anunci¨® ayer que se revisar¨¢n las condiciones que han de cumplir los m¨¦dicos de pa¨ªses terceros para establecerse en el Reino Unido. El MI5, la agencia de inteligencia interna del Reino Unido, dio ayer una clara se?al de que considera superada la crisis de los coches bomba al rebajar un grado el nivel de alerta nacional, que pasa de cr¨ªtico a severo. Varios de los sospechosos detenidos estaban en el radar de la agencia.

Brown anunci¨® la revisi¨®n de las condiciones para el establecimiento de m¨¦dicos extranjeros, en su estreno en la habitual sesi¨®n de los mi¨¦rcoles en los Comunes de preguntas al primer ministro. La decisi¨®n es consecuencia del hecho de que los ocho sospechosos de estar implicados en los actos terroristas del fin de semana trabajaban en la medicina p¨²blica brit¨¢nica. Brown encarg¨® la revisi¨®n al nuevo secretario de Estado responsable del entramado antiterrorista, lord West, antiguo jefe de la Marina. Pero el Gobierno no detall¨® qu¨¦ chequeos adicionales piensa introducir. En cualquier caso, las medidas que se tomen no afectar¨¢n a los m¨¦dicos nacionales de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.

El nuevo primer ministro se mostr¨® nervioso y dubitativo en su estreno en la comparecencia de los mi¨¦rcoles, que tiene fama de ser uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles de la semana para los primeros ministros. Harold Wilson se tomaba un par de copas de brandy antes de saltar al ruedo y Harold Macmillan nunca super¨® la tensi¨®n de los interrogatorios, a pesar de que entonces a¨²n no eran televisados. A Margaret Thatcher le incomodaban y Tony Blair, que hace unos d¨ªas explic¨® que cada mi¨¦rcoles se calzaba los mismos zapatos de la suerte, confes¨® que el d¨ªa de su debut pas¨® muchos nervios.

Pero si para Blair era duro, para Brown puede ser una tortura porque, aunque puede ser una apisonadora, carece de la rapidez mental de su antecesor, crucial en el question time. Ayer no hizo mal papel, pero cometi¨® el grave error de escudarse en que llevaba s¨®lo cinco d¨ªas en el cargo cuando no supo explicar por qu¨¦ no hab¨ªa sido prohibido un grupo islamista, Hizb ut Tahir, que predica el exterminio de los jud¨ªos. Brown vivi¨® la humillaci¨®n a?adida de que el anterior ministro del Interior, John Reid, acudiera en su ayuda y explicara por qu¨¦ no hab¨ªa sido prohibido. M¨¢s que una ayuda pareci¨® una pu?alada trapera de un pol¨ªtico que ha preferido retirarse del Gobierno antes de vivir la humillaci¨®n de que le echara Brown.

El MI5 rebaj¨® ayer el nivel de alerta, que desde el s¨¢bado estaba en su grado m¨¢ximo (cr¨ªtico: se espera un atentado de forma inminente), y lo volvi¨® a situar en el segundo grado m¨¢s alto (severo: es muy posible que haya un atentado). Aunque ayer se supo que el MI5 ten¨ªa en su lista de 2.000 potenciales terroristas a varios de los sospechosos del atentado del s¨¢bado y de los fallidos coches bomba del viernes, nadie pregunt¨® por ello. La ministra del Interior, Jacqui Smith, lejos de mostrarse inquieta, felicit¨® ayer a los servicios de seguridad por el trabajo de estos d¨ªas.

Aunque hay ocho sospechosos arrestados, la polic¨ªa todav¨ªa no ha inculpado a nadie y no se descarta que alguno pueda quedar en libertad sin cargos. Se cree que los dos individuos detenidos en el aeropuerto de Glasgow tras intentar hacer estallar un coche bomba son los mismos que dejaron dos coches cargados con gasolina y bombonas de propano en el centro de Londres. Aunque llamaron cuatro veces a uno de los m¨®viles colocados como detonadores y dos veces al otro, los coches no estallaron y la polic¨ªa utiliz¨® los tel¨¦fonos m¨®viles para seguir su pista con gran rapidez.