Los mil y un escenarios de Avi?¨®n
Naci¨® en 1947 del encuentro entre la ciudad y el animador cultural Jean Vilar. El festival de teatro estrena ma?ana su 61? edici¨®n con decenas de espect¨¢culos y exposiciones
?rase una vez un hombre y una ciudad que se encontraron, se amaron y tuvieron un hijo llamado Festival. El hombre era Jean Vilar (1912-1971), la ciudad Avi?¨®n y el encuentro se produjo en 1947. Festival creci¨® modestamente. El primer a?o se presentaron s¨®lo tres montajes, sin embargo, hoy ese hijo, que ha cumplido 60 a?os, acoge bajo su nombre 38 espect¨¢culos distintos, exposiciones, debates, conferencias y m¨¢s de 800 propuestas en el festival off: una especie de gigantesco zoco que ocupa claustros y capillas, gimnasios e institutos, para que las compa?¨ªas presenten sus novedades a los profesionales de la programaci¨®n teatral.
Emmanuelle Loyer y Antoine de Baecque publican ahora, en Gallimard, un libro, bien ilustrado, cuyo t¨ªtulo explica perfectamente su prop¨®sito: Histoire du Festival d'Avignon. Es un recorrido temporal que narra la evoluci¨®n de esta kermesse cultural. "No hemos querido romper la leyenda, pero s¨ª contextualizarla. Asimismo, el personaje de Vilar tambi¨¦n aparece bajo otra luz", dice Loyer. Para los dos historiadores, el festival ha ido cambiando en funci¨®n de sucesivas crisis de crecimiento. "Entre 1947 y 1951 hay una continuidad. Vilar es un joven director, con prestigio en los ambientes de las vanguardias, m¨¢s artista que pol¨ªtico u organizador. La programaci¨®n incluye cl¨¢sicos y autores modernos, algunos muy sorprendentes. En 1951, le nombran al frente del Th¨¦?tre National Populaire (TNP), y se convierte en palad¨ªn de la descentralizaci¨®n y de la b¨²squeda de otro p¨²blico, ese que nunca iba al teatro".
Vilar se convirti¨® en un palad¨ªn de la descentralizaci¨®n de actos culturales y de la b¨²squeda de nuevos p¨²blicos
Si al principio los actores se alojaban en domicilios privados -Francia acababa de salir de la II Guerra Mundial, el apostolado cultural se hac¨ªa sin mala conciencia y Gerard Phillipe o Jeanne Moreau a¨²n no eran estrellas- muy pronto el Festival necesita de nuevas infraestructuras para salir de la precariedad. En 1954, Vilar fija el margen de la intervenci¨®n del Ayuntamiento y asume toda la responsabilidad como programador, as¨ª como una parte del riesgo econ¨®mico. En 1966, el Festival se abre a otros grupos no vinculados al TNP y a otros lenguajes art¨ªsticos: la danza, la m¨²sica y el cine. En 1968, el hurac¨¢n de las protestas estudiantiles tambi¨¦n sopl¨® en Avi?¨®n y Vilar aceler¨® los cambios. Naci¨® entonces, primero como "alternativa contestataria" y luego como mero mercado, el festival off.
Vilar, que muri¨® en 1971, no ver¨¢ c¨®mo los sucesivos directores -Paul Puaux, Bernard Faivre d'Arcier, Alain Crombecque y el t¨¢ndem actual, Hortense Archambault y Vincent Baudriller- gestionar¨¢n la evoluci¨®n del Festival. "Durante la d¨¦cada de los setenta el municipio ya es incapaz de financiar un festival de proyecci¨®n internacional. Los precios de los montajes o los sueldos de las estrellas est¨¢n fuera de su alcance. A partir de 1981 el Estado interviene como socio determinante. Desde ese momento, se comienza a prestar atenci¨®n a otras culturas. Se asume la mundializaci¨®n y el festival se abre. El actual equipo ha dado por acabada la f¨®rmula del pa¨ªs o cultura invitados y privilegia la noci¨®n de artista asociado, procurando reinyectar coherencia a la programaci¨®n y evitar la dispersi¨®n" nos explica Loyer.
La programaci¨®n del off ha escapado al control del Festival. En cada esquina, un Hamlet en calzoncillos. Pero la organizaci¨®n ha ido recuperando pertinencia. El per¨ªodo del protagonismo de los directores -Chereau, Wilson, Brook, Vitez...- ha pasado y el autor, en un sentido amplio, vuelve a cobrar importancia. La edici¨®n 2007 es la de "todas las escrituras". Paul Claudel, Val¨¨re Novarina, Jean Genet, Ren¨¦ Char, Tony Kushner, Peter Verhelst son algunos de sus cimientos.
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