Manolo Amor Deus, veterano l¨ªder de CC OO de Galicia
Ha muerto Manolo Amor. A mucha gente no le dir¨¢ nada este nombre. A mucha gente le emocionar¨¢ este nombre. Fue uno de los dirigentes obreros m¨¢s respetados de Galicia. El primer secretario de Comisiones Obreras de Galicia. Y uno de los ¨²ltimos que abandon¨® la c¨¢rcel. A Manolo Amor lo juzgaron y condenaron en un tribunal militar.
Hab¨ªan aparecido unas octavillas de Comisiones Obreras en una fragata que se estaba construyendo en la empresa Baz¨¢n. Al ser una fragata militar, propiedad del Ej¨¦rcito, se le juzg¨® por lo militar y fue condenado a varios a?os de c¨¢rcel que hubo de cumplir ¨ªntegros. Para ¨¦l no hubo amnist¨ªa. Sali¨® de la c¨¢rcel en 1976.
Tuve la enorme suerte de conocerlo cuando, con mi hijo, escrib¨ªa el libro Toda Espa?a era una c¨¢rcel. Fue generoso y amable conmigo. Me acompa?¨® a presentar el libro en Galicia y compart¨ª con ¨¦l vinos y risas y amistades.
Me cont¨® cosas que no est¨¢n en el libro. Como cuando el comandante de la prisi¨®n no le comunic¨® que su hijo peque?o hab¨ªa muerto en un accidente ante las mismas puertas de la c¨¢rcel donde ¨¦l estaba. Manolo se enter¨® por un compa?ero y hubo de llorar en soledad la muerte del hijo porque aquel hombre le neg¨® la salida para asistir al entierro.
Me cont¨® que nunca pudo comprender aquella crueldad y que a?os m¨¢s tarde se encontr¨® por la calle al comandante que le hab¨ªa impedido asistir al entierro del ni?o. Me dijo: "Fui hacia ¨¦l dispuesto a todo. Pero al llegar a su altura s¨®lo vi un pobre viejo tembloroso. No hice nada. Ya le hab¨ªa castigado la vida".
Era de una grandeza de coraz¨®n magn¨ªfica. Un ser humano excepcional. Ha muerto de c¨¢ncer de pulm¨®n provocado por el amianto que manejaba durante su trabajo en la Baz¨¢n. Del mismo c¨¢ncer del que muri¨® su amigo y compa?ero de sindicato y c¨¢rceles Jos¨¦ Mar¨ªa Riob¨®.
Siempre he admirado la generosidad de quienes sufrieron prisi¨®n. Pero quiero recordar una frase que ¨¦l me dijo cuando prepar¨¢bamos el libro.
"Mira, yo no pido nada. No guardo ya rencor, pero, co?o, todav¨ªa estoy esperando que alguien me pida perd¨®n por aquello, que el Ej¨¦rcito, que alguien, venga y me diga: Perdona, Manolo, te destrozamos la vida por unas octavillas, te dejamos sin tu mujer y sin tu hijo. Te encerramos en la c¨¢rcel por nada".
Nunca nadie le pidi¨® perd¨®n, aunque Manolo Amor Deus s¨ª perdon¨® a todos.
Rodolfo Serrano es periodista y autor del libro Toda Espa?a era una c¨¢rcel. Memoria de los presos del franquismo.
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