La coalici¨®n sienta mal al SPD
Los ¨¦xitos de Merkel y la reaparici¨®n pol¨ªtica del izquierdista Lafontaine hunden en los sondeos al Partido Socialdem¨®crata alem¨¢n
Atenazado entre una canciller democristiana triunfante, Angela Merkel (CDU), y el partido La Izquierda, con el ex l¨ªder socialdem¨®crata Oskar Lafontaine al frente, el Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) se encuentra tendido en la lona demosc¨®pica. Las encuestas de esta semana registran para el SPD los peores datos desde las ¨²ltimas elecciones federales, celebradas en septiembre de 2005.
Coinciden los sondeos en que la intenci¨®n de voto para el SPD se mueve por debajo del 30%, mientras que la CDU / CSU (democristianos y socialcristianos de Baviera) camina hacia casi un 40%. Al nuevo partido La Izquierda algunos sondeos le dan hasta un 14% y parece consolidarse como la tercera fuerza pol¨ªtica, por encima de los liberales (FDP) y Los Verdes.
En la pregunta ficticia -porque no se vota a personas, sino a listas de partidos pol¨ªticos- de a qui¨¦n elegir¨ªan como canciller, si a Merkel o al presidente del SPD, el 54% se inclina por la canciller democristiana, y s¨®lo el 16% por el l¨ªder socialdem¨®crata, Kurt Beck, actual primer ministro de Renania-Palatinado. Lo peor para Beck procede de su partido: entre los votantes del SPD, un 40% prefiere a Merkel, 11 puntos por encima de su jefe, Beck.
No cabe la menor duda de que Beck, el cuarto presidente del partido socialdem¨®crata en cuatro a?os, por ahora no funciona y tampoco tiene perspectivas de frenar la cuesta abajo del SPD. Dos de los que hace poco design¨® Beck como sus vicepresidentes, el ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier y el de Hacienda, Peer Steinbr¨¹ck, consiguen entre los votantes del SPD m¨¢s respaldo como posibles candidatos a canciller que el l¨ªder del partido.
Rearme ideol¨®gico
Hasta las elecciones federales de 2009 correr¨¢ todav¨ªa mucha agua por el Rin, pero las perspectivas para la socialdemocracia son muy negras. En un art¨ªculo del semanario Die Zeit, el historiador Hans-Ulrich Wehler ya da por perdida la pr¨®xima elecci¨®n y anima al SPD a un rearme ideol¨®gico para 2013. Una remontada como la de Schr?der en 2005 parece irrepetible. Sobre todo porque el SPD no tiene un candidato como el medi¨¢tico ex canciller.
En el Gobierno de Berl¨ªn, donde forma la gran coalici¨®n con la CDU / CSU, el partido socialdem¨®crata se encuentra obligado a hacer tragar sapos a sus militantes: elevaci¨®n de la edad de jubilaci¨®n de 65 a 67 a?os, reforma fiscal que entrega miles de millones a las empresas y continuar con la pol¨ªtica de recortes sociales que inici¨® Schr?der.
Y en eso lleg¨® Lafontaine. El que fuera presidente del SPD y ministro de Hacienda del primer Gabinete de Schr?der tir¨® la toalla a los pocos meses de haber ganado las elecciones de 1998 y se retir¨® a su casa en su feudo de Sarre. Lafontaine ha resucitado ahora tras el complicado parto del partido La Izquierda, formado por la fusi¨®n entre los poscomunistas del Partido del Socialismo Democr¨¢tico (PDS), una fuerza poderosa en el este de Alemania con un potencial electoral en torno al 25%, y la Iniciativa Electoral por el Trabajo y la Justicia Social creada en el oeste de Alemania.
La fusi¨®n parece haber dado alas al nuevo partido La Izquierda, que amenaza con socavar el terreno al SPD, mientras que el centro se encuentra ya ocupado por Merkel y sus democristianos. La Izquierda exige para una eventual alianza con el SPD la rectificaci¨®n de las reformas sociales m¨¢s la retirada de las tropas alemanas de las misiones en el extranjero. Lafontaine se caracteriza por su tremenda fuerza ret¨®rica, su inteligencia y capacidad de aut¨¦ntico encantador de serpientes con un populismo desenfrenado que no cuesta nada en la oposici¨®n. Lo m¨¢s grave para el partido socialdem¨®crata es que sus bases sintonizan con las propuestas de Lafontaine.
En el este de Alemania ya se han realizado alianzas y el SPD y La Izquierda gobiernan en coalici¨®n en Berl¨ªn. El alcalde socialdem¨®crata de Berl¨ªn, Klaus Wowereit, propone que su partido no se cierre a una coalici¨®n con La Izquierda. Wowereit parece convencido de que el modelo de alianza en Berl¨ªn SPD-La Izquierda ser¨ªa v¨¢lido para Alemania.
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