Un tipo especial (y su tinglado)
La campa?a para seleccionar las siete nuevas maravillas del mundo acab¨® anoche. Ha apasionado a muchos, otros la han criticado, pero su cerebro, Bernard Weber, ha conseguido estar en boca de todos
La idea le ha salido rentable. El mundo ya tiene sus siete maravillas. Aunque no se conoc¨ªan al cierre de esta edici¨®n, la campa?a ha sido tan medi¨¢tica que ha dividido al planeta en seguidores y detractores. ?Qu¨¦ hay detr¨¢s de las siete nuevas maravillas? ?Pueden ir de la mano mercadotecnia y cultura? ?O hay gato encerrado?
Bernard Weber, el art¨ªfice del fen¨®meno que ha movilizado a 90 millones de personas de todo el planeta -han votado por sus monumentos favoritos desde reyes y presidentes de Gobierno a ni?os de pa¨ªses del Tercer Mundo- se molesta cuando se le pregunta por los beneficios que se obtendr¨¢n de semejante tinglado. "El dinero se destinar¨¢ a preservar los monumentos", explica. Se cabrea si se le insin¨²a que s¨®lo un millonario puede dedicar siete a?os a un objetivo tan ambicioso. "Conozco a muchos ricos que s¨®lo acumulan y no en beneficio de los otros". E insiste: "S¨®lo invert¨ª los 700 d¨®lares que cost¨® la primera p¨¢gina web de New Seven Wonders (n7w, en sus siglas en ingl¨¦s)".
Detr¨¢s de la campa?a hay una fundaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro. Pero cuando algo est¨¢ en boca de muchos, surgen las voces cr¨ªticas. "Bernard es un fil¨¢ntropo y la gente no se cree que a¨²n exista gente as¨ª. Si quisiera enriquecerse no hubiera organizado esto, que no da beneficios", defiende la jefa de comunicaci¨®n de n7w, Tia Viering.
Bernard Weber es muchos hombres en un solo cuerpo: suizo, de 55 a?os. Piloto de aviones. Amante del arte. Habla cinco idiomas. Director de cine (trabaj¨® como asistente de Fellini). Aficionado a la fotograf¨ªa, a la escalada... Se sabe afortunado. "Debemos cultivar la suerte. Si soy ego¨ªsta y s¨®lo pienso en acumular riqueza, mi suerte se ir¨¢". Hijo de Heidi Weber, una de las mayores coleccionistas de la obra pict¨®rica del arquitecto Le Corbusier, asegura que no se cri¨® en la abundancia. Federico Mayor Zaragoza -director general de la Unesco durante 12 a?os, y presidente del grupo de expertos asesor de la campa?a- le describe como "un hombre singular con buenas iniciativas. ?l y su fundaci¨®n me parecen honestos".
"No somos una campa?a de mercadotecnia", se enerva Weber. "Creamos conciencia de belleza. Espero que las nuevas siete maravillas sean s¨ªmbolos de la unidad del mundo". Su jefa de prensa es m¨¢s pr¨¢ctica: "La mercadotecnia no es mala. ?Qu¨¦ cosas no son mercadotecnia? ?Y por qu¨¦ no se puede aplicar a la cultura? Tambi¨¦n critican que s¨®lo incentivamos el turismo, sin razonar cu¨¢ntas personas viven de ¨¦l. Adem¨¢s, el turismo cultural hace que la gente aprenda de otras culturas".
La fundaci¨®n New Seven Wonders naci¨® hace siete a?os. Se presentaron unos 200 monumentos que quer¨ªan ser maravillas y la gente eligi¨® a 77. En esa lista figuraban siete candidatas espa?olas. S¨®lo la Alhambra pas¨®, por decisi¨®n de los expertos, al grupo de los 21 finalistas.
Con casi 2.800.000 visitantes al a?o, la Alhambra es el monumento m¨¢s visitado de Espa?a. En 2006 recaud¨® 24 millones de euros. "No niego que la campa?a sea mercadotecnia. Pero nosotros no la hubi¨¦ramos podido pagar, y ha dado a conocer a la Alhambra, lo que nos beneficia", asegura la directora del Patronato de la Alhambra, Mar¨ªa del Mar Villafranca.
La Unesco es cr¨ªtica con n7w, con quien aclara no tiene ning¨²n v¨ªnculo. "La iniciativa es comercial, medi¨¢tica, sin base cient¨ªfica. Y es muy caro votar", critica su jefe de comunicaci¨®n, Christian Manhart. Mayor Zaragoza discrepa: "D¨ªgame un solo SMS que no se pague. Adem¨¢s, no es obligado votar. Que no vengan con estas historias, con lo caro que es ir a un partido de f¨²tbol".
De las tres modalidades de voto, s¨®lo una ha sido gratuita: por Internet, aunque exig¨ªa votar a siete maravillas a la vez. Para escoger un solo monumento, se deb¨ªa pagar: 1,2 euros (m¨¢s IVA) por cada mensaje de m¨®vil y 1,10 euros por cada minuto de llamada telef¨®nica. Seg¨²n n7w, s¨®lo un 20% de los 90 millones de votos se ha emitido a trav¨¦s de SMS o por llamada.
La organizaci¨®n ha ideado otras f¨®rmulas para obtener beneficios: pins, camisetas, gorras, bolsos, tazas, pegatinas y hasta una canci¨®n oficial. Los precios van de 74 c¨¦ntimos a 74 euros. "Nuestros ingresos proceden sobre todo de las licencias que hemos otorgado a algunas empresas", explica el responsable de finanzas de n7w, Jean Paul de la Fuente. Un ejemplo, los canales de televisi¨®n que anoche retransmitieron la gala.
Pero la organizaci¨®n no aclara el porcentaje que se quedar¨¢. "S¨ª le aseguro que gastamos m¨¢s de lo que ganamos y que no hemos recibido ni un euro de fondos p¨²blicos", explica De la Fuente. Estima que la campa?a ha costado m¨¢s de siete millones y medio de euros.
Los beneficios se destinar¨¢n a conservar las maravillas, Weber enviar¨¢ al espacio un CD con fotograf¨ªas en 3D. Tambi¨¦n ayudar¨¢ a reconstruir los Budas de Afganist¨¢n que los talibanes destruyeron en 2001. Su imaginaci¨®n no tiene l¨ªmite. Ya piensa en la campa?a para escoger las siete maravillas de la naturaleza. Luego vendr¨¢n las de la tecnolog¨ªa y las de la paz. Y un museo que las documente. "He aprendido que lo virtual cada vez est¨¢ m¨¢s unido a lo real", asegura Weber, que contar¨¢ la experiencia en un libro. "Ha sido una aventura", concluye. Y continuar¨¢.
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