De rositas
Lo ha dicho el presidente del comit¨¦ de empresa de Delphi, Antonio Pina. La multinacional norteamericana "no se va de rositas". Pagar¨¢ un alto precio por el cierre de su planta de Puerto Real (C¨¢diz). En concreto destinar¨¢ 120 millones de euros para el despido de los 1.650 trabajadores de la plantilla; traspasar¨¢ los activos de la compa?¨ªa a la Junta valorados en 160 millones y aplicar¨¢ 200 m¨¢s en el pago a acreedores y deudas con la empresa matriz. Son cantidades astron¨®micas que vienen a paliar en parte el impacto social y econ¨®mico que supone la marcha de esta compa?¨ªa. Es decir, no se ha podido evitar el cierre, que cumple todos los requisitos legales preceptivos, pero no les ha salido gratis. El consejero de Empleo, Antonio Fern¨¢ndez considera que se trata de un claro aviso a navegantes ante la amenaza de nuevas desinversiones.
Ahora, por tanto, cobra m¨¢s valor que nunca esa reclamaci¨®n que hac¨ªan los familiares de los trabajadores al grito de "Chaves no nos falle". A tenor del resultado final de las negociaciones y del alto grado de compromiso adquirido por la administraci¨®n para recobrar la actividad industrial, se puede estimar, de forma objetiva, que los demandantes tienen ahora razones de peso para no sentirse defraudados. Igualmente, la complejidad de la soluci¨®n adoptada y las expectativas ciertas que se manejan para configurar de forma r¨¢pida y segura una alternativa seria, se agrandan a¨²n m¨¢s, sobre todo, si la comparamos con las singulares y pintorescas f¨®rmulas que algunos rectores locales llegaron a plantear para salir de la crisis.
Pero dicho esto, el desaf¨ªo que nos espera es a¨²n mayor si cabe. Hay que consolidar nuevas inversiones que no s¨®lo corrijan la p¨¦rdida de empleo sino que, adem¨¢s, configuren otro tejido industrial m¨¢s fuerte y adaptado a la situaci¨®n actual. En definitiva, se debe transformar el problema surgido en toda una oportunidad de futuro para el sistema productivo andaluz. El consejero de Innovaci¨®n, Francisco Vallejo ya lo ha advertido. No hay tiempo que perder. Esta semana se trabajar¨¢ a destajo para configurar un nuevo modelo que ha de girar en torno a Sacesa, firma de la industria aeron¨¢utica bajo control de la Junta y que est¨¢ destinada a afrontar una importante tarea de Airbus. Y aqu¨ª es donde vienen los problemas, aunque teniendo en cuenta lo que dejamos atr¨¢s, bendita sea ¨¦sta disquisici¨®n. La disputa es sobre qui¨¦n va a encabezar ese poderoso n¨²cleo. Para ello se requiere capacidad tecnol¨®gica y financiera y est¨¢ por ver si en Andaluc¨ªa hay materia empresarial suficiente para que se asuma este reto o bien se tendr¨¢ que recurrir a for¨¢neos con la catalana Filosa y el grupo vasco Alcor. La clave es asentar en nuestro territorio a un contratista aeron¨¢utico de primer nivel, el origen de los inversores es accesorio, siempre que sea garantizado.
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