Un 'peleas' en el pelot¨®n

Josep Florencio Totosaus y su esposa no se lo quisieron perder. Montserrat, que as¨ª se llama la madre del n¨²mero 123 del pelot¨®n, no pudo reprimir las l¨¢grimas al ver a su hijo Xavier vestido de blanco y azul en la presentaci¨®n de Trafalgar Square, el pasado viernes. "Un sue?o cumplido", explicaba ayer el ciclista, mientras preparaba en The Mall la salida de su primera etapa en l¨ªnea de la grande boucle: "Salgo avisado de que no es lo mismo rodar en el Tour que hacerlo en otro sitio", explicaba frente al Palacio de Buckingham. "Se han quedado cortos, esto no tiene ni punto de comparaci¨®n. Esto es brutal. La salida me ha dejado impresionado por la velocidad... y ya no hemos parado", exclam¨® al llegar a Canterbury, final de la etapa, la m¨¢s inolvidable a sus 28 a?os. ?Su victoria? No caerse -"he estado delante para evitar problemas", explic¨® despu¨¦s- y, por descontado, el beso de sus padres al llegar a Canterbury.

"Fue decisivo en el Mundial del a?o pasado. Sin ¨¦l no toco medalla", dice Valverde

Xavier Florencio naci¨® en Mont-Roig del Camp y no lo esconde. "Soy m¨¢s de Tarragona que las avellanas", confiesa este socio del N¨¤stic, que de peque?o busc¨® sin suerte un aut¨®grafo del Ratoncito P¨¦rez: "Me ten¨ªa loco, ?quer¨ªa conocerle!", explica divertido. Eran tiempos en los que so?aba con ser corredor de rallies: "El de Catalu?a pasa por la puerta de casa y claro...". Pero estaba predestinado a correr en bici y termin¨® por cumplir la tradici¨®n. Su padre corri¨® seis a?os como profesional en el Coelima, fund¨® la Pe?a Mont-Roig y ejerce de taxista en Reus; Joseph, l'hereu [el heredero], el hermano mayor, corri¨® como aficionado y regenta una tienda de bicis en el pueblo; tambi¨¦n N¨²ria, la heredera de la tradici¨®n, hizo carrera en el Saunier Duval, con el que corri¨® el Tour y el Giro y fue seleccionada para el plan ADO 92 y bati¨® el r¨¦cord de Espa?a de la hora. "Una crack", afirma orgulloso al hablar de ella.

"Es un tipo superdivertido en casa, pero en carrera, un peleas", dice de Florencio su amigo Joaqu¨ªn Rodr¨ªguez, campe¨®n de Espa?a. Amigos y rivales desde peque?os, compet¨ªan en carrera y luego dorm¨ªan el uno en casa del otro cada dos por tres. Florencio se reconoce en la definici¨®n deportiva del ciclista del Caisse d'?pargne: "Es verdad, soy ambicioso", asume el de Tarragona, que a?ade: "He venido al Tour a ganar una etapa y te aseguro que lo voy a intentar". Sabe lo que es la gloria personal -gan¨® la ¨²ltima Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n- y ayudar al compa?ero. "Fue decisivo. Sin ¨¦l no toco medalla", le reconoce Valverde al hablar del apoyo que le brind¨® Florencio en el Mundial del a?o pasado.

Por costumbre, trabajar¨¢ para el Bouygues tanto como haga falta, pero avisa: "Llegar¨¢ el momento y ah¨ª estar¨¦. S¨®lo espero tener un punto de suerte y meterme en una escapada buena, o en un corte que me permita moverme. ?Me da igual llegar a Par¨ªs, quiero una etapa!", exclama.

Mientras llegue ese d¨ªa, cada noche le vencer¨¢ el sue?o leyendo la biograf¨ªa de un tipo que le fascina: Valentino Rossi. Como The Doctor, Florencio espera ser listo y valiente en carrera.