"En la UE no todas las mujeres gozan de los mismos derechos"
Icono de la televisi¨®n francesa, Christine Ockrent (Bruselas, 1944), no es s¨®lo la convincente moderadora de France Europe Express, el espacio de France 3 que toma el pulso a la clase pol¨ªtica. Autora de ocho libros, Ockrent fue la primera mujer que asumi¨® en Francia la direcci¨®n del informativo de las ocho de la tarde. Los temas sociales y pol¨ªticos constituyen la m¨¦dula de su trayectoria. Durante dos a?os ha coordinado y puesto en marcha El libro negro de la condici¨®n de la mujer (Aguilar), una obra que retrata a trav¨¦s de 50 art¨ªculos los cr¨ªmenes y vejaciones que oprimen a las mujeres en muchas partes del mundo. La edici¨®n espa?ola a?ade un ap¨¦ndice coordinado por Carmen Alborch.
Pregunta. "Las mujeres son su propia esperanza. S¨®lo pueden contar consigo mismas para cambiar la sociedad". As¨ª de rotunda se muestra al denunciar las plagas que azotan a la mujer, desde la esclavitud sexual hasta los cr¨ªmenes de Ciudad Ju¨¢rez o la violencia dom¨¦stica en Espa?a...
Respuesta. Mi idea fue elaborar un libro colectivo que estudiara la situaci¨®n de la mujer en relaci¨®n con los derechos humanos y sus cinco principios b¨¢sicos: seguridad, integridad, libertad, dignidad, igualdad.
P. En estos principios hay grietas: en algunas partes del mundo vivir es peligroso para muchas mujeres. Incluso para las europeas, el panorama no es id¨ªlico.
R. El panorama es negro. Pero lo que pretendemos es que tanto los hombres como las mujeres tomen conciencia de que hay mucho que cambiar incluso en nuestros pa¨ªses, y a¨²n m¨¢s en las grandes poblaciones de Asia y ?frica, donde las mujeres carecen de derechos.
P. ?Qu¨¦ pueden hacer las europeas por s¨ª mismas y por sus compa?eras menos favorecidas?
R. Las m¨¢s j¨®venes no son conscientes de que los derechos que consideramos algo natural en Espa?a, o en Francia, se han conseguido despu¨¦s de un combate. Hay un primer paso que es la educaci¨®n y la informaci¨®n, ya que hasta dentro de la UE hay mujeres que no gozan de los mismos derechos.
P. El cat¨¢logo de injusticias es amplio.
R. En Europa hay multitud de problemas que empiezan con la violencia de g¨¦nero -y ah¨ª Espa?a ha sido el primer pa¨ªs que ha elaborado una ley integral para luchar contra este flagelo-. Pero tambi¨¦n est¨¢n las diferencias salariales por iguales responsabilidades. Ante la precariedad laboral, las mujeres son las que sufren las consecuencias del paro, el empleo temporal, y dentro de la poblaci¨®n de emigrantes, todo tipo de problemas.
P. ?El camino para lograr cuotas de poder es la paridad?
R. Espa?a tiene un Gobierno paritario y en Francia lo es pr¨¢cticamente tambi¨¦n. En Francia ha sido necesaria una ley para obligar a que las mujeres figuren en las listas, pero los partidos prefieren pagar una multa antes que incluirlas. Y adem¨¢s, no tenemos el mismo escrutinio que en Espa?a para ser elegidas, mientras que he visto que en las recientes elecciones regionales hab¨ªa bastantes mujeres electas. La verdad es que en Espa?a ha habido avances espectaculares. Se aprob¨® una ley para obligar a las empresas que en los pr¨®ximos a?os tengan un 40% de mujeres en su consejo de administraci¨®n. Creo que s¨®lo Noruega ha adoptado una norma similar.
P. No obstante, ha habido bastante resistencia. El poder empresarial parece a¨²n m¨¢s lejano que el pol¨ªtico.
R. Va m¨¢s lento, pero esta v¨ªa se est¨¢ abriendo paso en las grandes empresas a trav¨¦s de EE UU, y de lo que llaman la responsabilidad corporativa social.
P. A ra¨ªz del reciente nombramiento como ministro de su marido (Bernard Kouchner), se ha hablado de conflictos de intereses entre sus respectivas actividades. Si el periodista fuera ¨¦l y la ministra usted, ?se entender¨ªa igual ese supuesto conflicto?
R. Pero ?qu¨¦ conflicto? Mi marido ha sido ministro con anterioridad y nuestras identidades son conocidas, no tiene por qu¨¦ haber conflicto. Se parte de algo falso, de pensar que la mujer es tan d¨¦bil, tan incapaz de expresar su criterio, tan influenciable, que no puede expresarse con independencia de su marido. En mi caso, se dio la noticia de que dejaba el programa, pero ha sido un malentendido: ha terminado al comienzo del periodo estival, y volver¨¦ en oto?o con algunos cambios. Eso es todo.
P. Dentro de las batallas que tiene la mujer est¨¢ la de la imagen. No se acaba de tratar por igual en los medios de comunicaci¨®n al hombre y la mujer.
P. Estas fronteras se difuminan, sobre todo en la pol¨ªtica. Uno de mis libros aborda la realidad de toda una generaci¨®n de mujeres que tienen en torno a 50 a?os, que han accedido al poder, desde Merkel a Bachelet. Espa?a no es ajena tampoco a este modelo. Hasta Merkel, jefe del partido conservador, una formaci¨®n que hasta hace poco ha considerado que el sitio de la mujer es la cocina, ha promovido medidas como la baja maternal y ha fomentado la creaci¨®n de guarder¨ªas.
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