El inconformista n¨²mero uno

A las tres de la ma?ana de ayer, Rafael Nadal estaba en un coche. Hab¨ªa dormido una hora. Acababa de perder la final de Wimbledon, un partido ¨²nico ante Roger Federer, el n¨²mero uno del mundo. Y se marchaba a toda prisa al aeropuerto de Gatwick, donde le esperaba un avi¨®n hacia Palma de Mallorca y un trato "especial" para evitar un revuelo de seguidores enloquecidos. Nadal era un hombre cariacontecido, "muy triste". Lo normal en un tenista "que vive para el tenis". En un jugador que ha estrechado la distancia que le separa de Federer en hierba siendo un "alumno aplicado". Y en un chico de 21 a?os que espera su oportunidad "mientras mantiene a su favor la diferencia en tierra batida". Lo dice Pepo Clavet, el m¨¢s cient¨ªfico de los t¨¦cnicos espa?oles y ex compa?ero de piso de Nadal.

"Rafa est¨¢ m¨¢s cerca de hacer da?o al suizo en hierba que ¨¦ste a ¨¦l en tierra", opina Duarte

Ocurri¨® en 2006, en Wimbledon. Nadal, que siempre viaja con v¨ªdeos de sus partidos, era un especialista en tierra batida sin pedigr¨ª sobre hierba. Nunca hab¨ªa pasado de tercera ronda en el torneo londinense. Y ah¨ª le esperaba Andre Agassi, ex campe¨®n del torneo y uno de los mitos del tenis del siglo XX. A medianoche, Pepo Clavet, por entonces entrenador de Feliciano L¨®pez y compa?ero de casa del n¨²mero dos del mundo, volvi¨® de una cena y entr¨® sigilosamente en el chal¨¦. Frente a ¨¦l, el m¨¦todo Nadal en acci¨®n.

"Era muy tarde. Me encontr¨¦ a Toni dormido en el sof¨¢ y a Rafa estudiando la final que le hab¨ªa ganado a Agassi en Montreal [2005]", recuerda. "Quer¨ªa ver c¨®mo le hab¨ªa jugado. Me sent¨¦ con ¨¦l y lo comentamos hasta el final. Es un fuera de serie que vive para el tenis. No para de querer aprender y de escuchar a todo el mundo. Tiene la humildad de querer mejorar pese a ser el n¨²mero dos", contin¨²a.

Entre esa escena y la final del domingo, el juego de Nadal sobre hierba ha mejorado exponencialmente. "Ahora tiene un plan", resumi¨® Federer. "Se le ha metido entre ceja y ceja ganar en Wimbledon y ser n¨²mero uno del mundo", dice Pepo. "Seguro que lo logra. Este a?o la final ya ha sido mucho m¨¢s igualada. Tiene un af¨¢n de superaci¨®n incre¨ªble. Ya es un jugador muy respetado en hierba", cierra. Mientras Nadal jugaba la final, el grueso de la armada espa?ola ve¨ªa el partido en la sala de jugadores del torneo de Gstaad. "Y todos coincidimos en que a Federer s¨®lo se le ve dudar sobre hierba cuando juega contra Rafa, mientras que en tierra la diferencia es mayor a favor de Nadal", a?ade Pepo.

El espa?ol dej¨® el partido con la rodilla derecha vendada. "Tuvo un pinzamiento en la inserci¨®n del tend¨®n rotuliano", explica el doctor Cotorro, su m¨¦dico de confianza. "Hay que esperar 48 horas y hacerle una ecograf¨ªa. Tras el partido ya no ten¨ªa muchas molestias".

Nadal estaba "jodido". Sent¨ªa que hab¨ªa dejado escapar una gran oportunidad. Y, sin embargo, hay motivos para el optimismo, seg¨²n Javier Duarte, ex capit¨¢n del equipo espa?ol de la Copa Davis y director t¨¦cnico de la Federaci¨®n Espa?ola. "El aprendizaje de Rafa en hierba es m¨¢s alto que el de Federer en tierra", dice Duarte. "Federer est¨¢ m¨¢s lejos de hacerle da?o en tierra a Rafa que al rev¨¦s. Y por obligaciones del circuito y del calendario puede jugar muchos m¨¢s torneos sobre tierra que Rafa sobre hierba. Por eso lo suyo tiene m¨¢s m¨¦rito: tiene menos lugares en que aplicarse".

Nadal quiere ganar en Wimbledon. Y cada vez est¨¢ m¨¢s cerca, seg¨²n Duarte: "El a?o pasado, Federer consigui¨® hacerle mucho m¨¢s da?o a Rafa con su juego de fondo. ?ste no le ha hecho mucha pupa. Rafa ya juega desde el fondo como en tierra: tiene m¨¢s movilidad, mejores apoyos y juega m¨¢s adelante. Ha demostrado que puede ganar. Es muy completo".