Carta abierta a Tony Blair
Diez ministros de Exteriores de la UE animan al enviado especial del Cuarteto para Oriente Pr¨®ximo en su misi¨®n de intentar resolver el conflicto israelo-palestino.
Querido Tony:
Despu¨¦s de haber estado 10 a?os al servicio de Reino Unido, y mientras que el mundo se entristece ya por verle abandonar el primer plano, usted acaba de aceptar una misi¨®n m¨¢s compleja, m¨¢s imposible incluso que todas aquellas a las que ha se ha consagrado hasta el momento. ?Imposible? En efecto, la tarea desanimar¨ªa a m¨¢s de uno.
A esta historia aparentemente interminable del conflicto entre Israel y los palestinos se suma hoy un pu?ado de factores hostiles: el abuso de autoridad de Ham¨¢s en Gaza, por supuesto; las dificultades pol¨ªticas internas israel¨ªes; la actitud indecisa de EE UU; la falta de convicci¨®n de Europa, a pesar de la meritoria acci¨®n de Javier Solana; y, sobre todo, ese terrible sentimiento de impotencia que parece haber hecho presa de toda la comunidad internacional.
Realmente, habr¨ªa motivos para desanimarse. Y, sin embargo, al aprobar su decisi¨®n de aceptar esta misi¨®n, no podemos dejar de experimentar un il¨®gico optimismo. En primer lugar, porque conocemos su valor, su sentido del bien com¨²n y su determinaci¨®n. Pero tambi¨¦n porque la magnitud de la crisis provoc¨® una sana toma de conciencia que, parad¨®jicamente, parece que por fin puede posibilitar el avance.
De entrada, hay que reconocer que en primer lugar en este an¨¢lisis se encuentra la evidencia de un fracaso compartido que ya no se puede ignorar: la hoja de ruta ha fracasado. Sabemos que el statu quo que prevalece desde el a?o 2000 no conduce a nada. Los requisitos demasiado estrictos que est¨¢bamos habituados a exigir como condici¨®n previa para la reanudaci¨®n del proceso de paz no han hecho m¨¢s que empeorar la situaci¨®n. La inmovilidad timorata de la comunidad internacional ha hecho demasiados estragos.
Este balance negativo nos obliga a cambiar de planteamiento. Sobre todo, nos permite ver m¨¢s lejos. Europa tiene la obligaci¨®n de comunicarlo a sus amigos israel¨ªes y palestinos. Porque si aceptamos un cambio de perspectiva, si corremos el riesgo de ver la situaci¨®n con otros ojos, la situaci¨®n actual presenta tambi¨¦n una serie de oportunidades. Citaremos dos de ellas.
En primer lugar, la conquista de Gaza por parte de Ham¨¢s. De esta derrota puede nacer una esperanza. El riesgo de guerra civil en Cisjordania, las amenazas de una divisi¨®n real de Palestina y de una vuelta a la situaci¨®n anterior a 1967 en Jordania y Egipto pueden, en efecto, producir consternaci¨®n. El presidente de la Autoridad Palestina, por s¨ª solo, es una invitaci¨®n al optimismo, por su tes¨®n a la hora de fomentar la paz y el di¨¢logo y de denunciar valientemente el terrorismo. Otra raz¨®n para la esperanza: la implicaci¨®n decidida de Arabia Saud¨ª, de los Emiratos y de Qatar, junto con Egipto y Jordania. Estos nuevos protagonistas, con sus recursos considerables, est¨¢n en condiciones de aportar una ayuda decisiva.
Estos dos puntos, querido Tony, nos autorizan a redefinir nuestros objetivos. ?stos, apoy¨¢ndose en una concertaci¨®n renovada del Cuarteto y del grupo de seguimiento de la Liga ?rabe (Egipto, Jordania, Arabia Saud¨ª, Siria y los Emiratos) y asociando las dos partes (Olmert y Abbas), deber¨ªan ser cuatro:
- Ofrecer una esperanza, una verdadera soluci¨®n pol¨ªtica a los pueblos de la regi¨®n. Esto pasa por unas negociaciones sin condiciones previas respecto al estatus final, aunque el camino se recorra a trav¨¦s de fases sucesivas. Estas negociaciones, que incluir¨ªan las cuestiones de Jerusal¨¦n, los refugiados y las fronteras, permitir¨¢n fijar un objetivo compartido y realista.
- Tener en cuenta la necesidad de seguridad de Israel. La idea de una fuerza internacional s¨®lida, al estilo de la OTAN o del Cap¨ªtulo VII de Naciones Unidas, merece ser examinada. Tendr¨ªa toda la legitimidad para garantizar el orden en los territorios y para obligar a que se respetara un necesario alto el fuego. Por supuesto, los riesgos son elevados, pero esta fuerza puede ser viable y segura si cumplimos dos condiciones: que acompa?e a un plan de paz sin reemplazarlo, y que se base en un acuerdo entre palestinos.
- Obtener de Israel medidas concretas e inmediatas en favor de Mahmud Abbas. Entre ¨¦stas, la transferencia de la totalidad de los impuestos, la liberaci¨®n de los miles de prisioneros que no han cometido delitos de sangre, la liberaci¨®n asimismo de los principales l¨ªderes palestinos para garantizar el relevo en Al Fatah, la congelaci¨®n de la colonizaci¨®n y la evacuaci¨®n de los asentamientos salvajes. Ninguna de estas medidas pueden rechazarse por razones de seguridad. Europa y el Cuarteto deben dec¨ªrselo firmemente y con todo cari?o a Israel. Es demasiado tarde para vacilar.
- No empujar a Ham¨¢s a una escalada. Esto implica abrir de nuevo la frontera entre Gaza y Egipto, facilitar el paso entre Gaza e Israel, y alentar a Arabia Saud¨ª y Egipto a restablecer el di¨¢logo entre Ham¨¢s y Al Fatah, como propuso el presidente Mubarak.
Estos cuatro objetivos est¨¢n a nuestro alcance. A pesar de las dram¨¢ticas circunstancias, a pesar de las heridas y de los odios, la ocasi¨®n es hist¨®rica. Quiz¨¢ sea la ¨²ltima.
Conocemos su inventiva y su determinaci¨®n. Estamos seguros de que sabr¨¢ tratar estos problemas de forma global. De ah¨ª la importancia de convocar sin tardanza una conferencia internacional que incluya a todas las partes en conflicto.
Usted tiene, querido Tony, el extraordinario privilegio de poder contribuir a poner pronto en pr¨¢ctica lo que hasta ahora no era m¨¢s que una idea: dos Estados, el israel¨ª y el palestino, viviendo uno al lado del otro, en paz y con seguridad.
Sepa usted que, d¨ªa tras d¨ªa de su misi¨®n, podr¨¢ contar con nuestro apoyo y nuestra adhesi¨®n sin reservas.
*Firmado por los 10 ministros de Asuntos Exteriores de los Estados Mediterr¨¢neos miembros de la UE, reunidos el 6 de julio de 2007 en Portoroz, Eslovenia: Ivailo Kalfin (Bulgaria); Yiorgos Lillikas (Chipre); Miguel ?ngel Moratinos (Espa?a); Bernard Kouchner (Francia); Dora Bakoyannis (Grecia); Massimo d'Alema (Italia); Michael Frendo (Malta); Luis Amado (Portugal); Adri¨¢n Cioroianu (Rumania) y Dimitri Rupel (Eslovenia). Traducci¨®n de News Clips.
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