Simulador quir¨²rgico con sentido del tacto
Un cirujano se dispone a usar una t¨¦cnica nada sencilla para operar una patolog¨ªa de hombro muy com¨²n, un s¨ªndrome de compromiso subacromial. Es lo que se denomina una artroscopia, un m¨¦todo de m¨ªnima invasi¨®n que consiste en realizar unas peque?as incisiones en la articulaci¨®n del paciente e introducir por ellas unas varillas con instrumental quir¨²rgico y una microc¨¢mara para efectuar la intervenci¨®n con ayuda de la imagen que reciba en una pantalla. En este caso, introduce una peque?a fresa para limar el pico de hueso acromion que roza con el tend¨®n del supraespinoso. No resulta nada f¨¢cil, pues sin ver directamente qu¨¦ hacen sus manos, debe quitar s¨®lo la parte justa de hueso que molesta para no producir una grave lesi¨®n al paciente.
El monitor consigue reproducir las reacciones que tendr¨ªa un paciente verdadero
Los modelos del interior del organismo se han hecho con ayuda de anatomistas
Sin embargo, esta vez no pasa nada por equivocarse: el m¨¦dico realiza la intervenci¨®n en un simulador de realidad virtual, un equipo bautizado como insightMIST y desarrollado con tecnolog¨ªa cien por cien espa?ola. Uno de los pocos simuladores en este campo existentes en todo el mundo. "Antes hab¨ªa que abrir y levantar el m¨²sculo deltoides, ahora la artroscopia evita todo esto, pero requiere de un aprendizaje previo", detalla Antonio Fern¨¢ndez Fern¨¢ndez-Arroyo, traumat¨®logo del hospital de Getafe (Madrid), en un reciente curso de artroscopia con este simulador en el Colegio Oficial de M¨¦dicos de Madrid. "Este aparato permite no tener que practicar esta t¨¦cnica con enfermos reales por lo que disminuye el riesgo de la operaci¨®n", se?ala el especialista, que asegura que se nota ya la destreza con las videoconsolas en las nuevas generaciones de m¨¦dicos.
Como si se tratase de un videojuego, la pantalla del simulador de operaciones de artroscopia muestra el hueso acromion rodeado de bolitas de diferentes colores, las verdes son las que deben ser limadas, las amarillas las que resulta mejor no tocar y las rojas las que no deben quitarse nunca.
El monitor reproduce en tiempo real las reacciones que tendr¨ªa un paciente verdadero ante cada movimiento del m¨¦dico, que sostiene dos varillas metidas en una carcasa vac¨ªa que imita una articulaci¨®n humana. La gran diferencia con un videojuego es que las manos del traumat¨®logo perciben las mismas sensaciones que si sujetasen las varillas insertadas en un enfermo de carne y hueso. Pueden sentir cuando topan con un hueso, comprobar la textura de un cart¨ªlago por si estuviera lesionado o incluso tirar del tend¨®n del b¨ªceps para verificar su elasticidad.
"La generaci¨®n sint¨¦tica del tacto es muy dif¨ªcil", detalla Carlos Illana, director t¨¦cnico de Alta Tecnolog¨ªa para Sanidad de GMV, la empresa que ha desarrollado el simulador. "En general, todo el sistema de realidad virtual ha requerido de muchos m¨¢s algoritmos que un simple videojuego para conseguir una buena geometr¨ªa y una simulaci¨®n f¨ªsica muy realista, pero la sensaci¨®n de tacto ha resultado todav¨ªa m¨¢s complicada, ya que intervienen incluso aspectos psicol¨®gicos a¨²n por investigar", dice. Para comprender la dificultad de reproducir el tacto basta compararlo con el sentido de la vista. Como incide Illana, si para enga?ar a un ojo para que vea moverse un personaje en una pantalla de cine hay que pasar unas 30 im¨¢genes por segundo, para que el m¨¦dico crea sentir en el extremo de su instrumental quir¨²rgico el interior de un cuerpo humano se precisan mil muestras por segundo.
Buena parte de la actividad de GMV se centra en la aeron¨¢utica, lo que le ha permitido aprovechar su experiencia en simuladores de vuelos para el desarrollo de este equipo de entrenamiento de t¨¦cnicas de artroscopia. Convertido ya en un producto comercial con un precio de unos 30.000 euros en su versi¨®n m¨¢s b¨¢sica, el insightMIST comenz¨® siendo un proyecto de I+D de GMV en colaboraci¨®n con la Universidad Rey Juan Carlos, la Polit¨¦cnica y el hospital Severo Ochoa, las tres de Madrid. "Al igual que los pilotos deben completar de forma obligatoria una serie de horas de vuelos virtuales como parte de su adiestramiento, parece que la tendencia en el campo de la medicina tambi¨¦n va por aqu¨ª, lo que revierte en la seguridad del paciente", comenta Almudena S¨¢nchez, responsable del Desarrollo de Negocio de Alta Tecnolog¨ªa para la Sanidad de la empresa, e incide en la complejidad de operar sin ver directamente el espacio en el que se trabaja, con dos varillas que se introducen en el cuerpo por peque?os orificios.
"Algunos m¨¦dicos en formaci¨®n tienen acceso a cursos de cad¨¢ver para practicar, pero a¨²n as¨ª los tejidos de una persona muerta no tienen la misma textura, y si no es de esta forma, no queda m¨¢s remedio que acompa?ar entonces a un cirujano experto en el quir¨®fano para aprender", a?ade S¨¢nchez.
El aparato se compone de una estructura de metacrilato sobre la que se apoya una carcasa de pl¨¢stico que imita la articulaci¨®n a operar (ya sea un hombro o una rodilla) y dos brazos rob¨®ticos que sujetan las varillas con el instrumental artrosc¨®pico. El equipo se completa con un monitor t¨¢ctil y un ordenador con el software que contiene los distintos programas de entrenamiento y los modelos tridimensionales que reproducen con gran fidelidad el interior del cuerpo humano, elaborados con ayuda de anatomistas y artroscopistas.
"Nos est¨¢n reclamando instituciones formativas de especialistas en el Reino Unido, India o EE UU", asegura S¨¢nchez, "y aparte de las articulaciones de hombro y rodilla, empezamos a estudiar la posibilidad de desarrollar tambi¨¦n programas para la cadera, pues hemos constatado que tiene mucho inter¨¦s entre la comunidad internacional de la especialidad".
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