Una entente para una obra decisiva

El t¨²nel del Tren de Alta Velocidad (AVE) a su paso por el Eixample no lo construir¨¢ la Generalitat. Ni el Ayuntamiento. El trazado lo ha decidido el Gobierno central y es el Ministerio de Fomento el que lo promueve. Muchas entidades de vecinos, por temor a males mayores, han defendido la alternativa de que pase por el litoral. Y han reclamado en la ventanilla del Ayuntamiento.

El Ayuntamiento lleg¨® a postular al principio que el AVE evitara el centro de la ciudad y pasara por el litoral. Pero el Gobierno central decant¨® el asunto: entrar¨ªa en la ciudad por Sants y, por tanto, deb¨ªa seguir hacia el norte cruzando el Eixample. El municipio decidi¨® entonces que si la entrada era por Sants ten¨ªa sentido que el AVE discurriera por el Eixample. CiU sigue defendiendo que salve Barcelona y pase por el Vall¨¨s.

A veces ha habido acuerdos sobre infraestructuras en Barcelona y a veces no. En los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992, cuyas obras transformaron la ciudad, hubo una entente ejemplar entre el Ayuntamiento, el Gobierno central, la Generalitat y sectores de la sociedad civil.

Salvando las distancias, no ocurri¨® lo mismo con el plan Cerd¨¤, en 1859, del ingeniero Ildefons Cerd¨¤. La ciudad acababa de tirar sus murallas para crecer. El Ayuntamiento convoc¨® un concurso y ungi¨® como ganador el arquitecto Antoni Rovira i Trias. Pero el Gobierno central encarg¨® otro a Cerd¨¤ y lo impuso por decreto. Los higienistas de Cerd¨¤ triunfaron y pasado el tiempo nadie discuti¨® un plan visionario y futurista que transform¨® y moderniz¨® de forma radical la ciudad.