Las farmacias de Vizcaya han erradicado m¨¢s de 40 'productos milagro' desde 2005

"Estamos en una guerra continua y, por suerte, la vamos ganando". La frase es de Juan del Arco, director t¨¦cnico del Colegio de Farmac¨¦uticos de Vizcaya, la instituci¨®n m¨¢s activa en la lucha por expulsar de los despachos de farmacia los conocidos como productos milagro, aquellos que, por ejemplo, prometen adelgazar sin esfuerzo siete kilos en una semana, eliminar los ronquidos o que crezca el pelo en una cabeza que lleva a?os sin ¨¦l. Desde 2005, los farmac¨¦uticos vizca¨ªnos han erradicado de sus despachos y de los del resto de Espa?a m¨¢s de 40 productos de este tipo.

En conjunto, los colegios farmac¨¦uticos de Espa?a han eliminado o han obligado a corregir su publicidad a cerca de 90 productos milagro en los ¨²ltimos tres a?os, de los que la mitad han correspondido al trabajo realizado desde Vizcaya. La Comisi¨®n de Parafarmacia de esta instituci¨®n es una de las m¨¢s activas del pa¨ªs en este campo, en el que lleva trabajando desde 1990.

En los primeros a?os, el trabajo era incesante, recuerda del Arco. "Hoy en d¨ªa, m¨¢s que el producto milagro con el que nos encontr¨¢bamos hace 20 a?os, que consist¨ªa en un enga?o burdo, los fabricantes buscan trucos m¨¢s suaves. En lugar de asegurar que vas a adelgazar siete kilos en cuatro d¨ªas, ahora hablan de bajar el nivel de colesterol, la tensi¨®n arterial o prevenir el c¨¢ncer". "No hay ninguna prueba cient¨ªfica rigurosa", a?ade, "de que eso vaya a ser as¨ª. El fabricante que diga que sus productos tiene esas propiedades tendr¨¢ que demostrarlo con ensayos rigurosamente contrastados".

El refugio de Internet

Los productos m¨¢s burdos se han refugiado en Internet y la venta por correo, unos ¨¢mbitos muy dif¨ªciles de regular. Conviene diferenciar los productos milagro, que adem¨¢s de fraudulentos pueden ser da?inos para la salud, como los los destinados a dietas de adelgazamiento, del resto. Las autoridades sanitarias los definen como aquellos que prometen lo que no son capaces de cumplir.

"Lo que hacemos cuando tenemos sospecha de que un producto puede incumplir alguna normativa es denunciarlo a las autoridades sanitarias, a trav¨¦s del Consejo General de Colegios de Farmac¨¦uticos de Espa?a, que a su vez lo traslada a la Agencia Espa?ola del Medicamento". La Agencia corrige y retira el producto del mercado. "A la mayor¨ªa se les exige que corrijan el mensaje que realizan". En otros casos, son las comunidades aut¨®nomas las que los suprimen, cuando no son los farmac¨¦uticos.

Lo que ha ocurrido en los ¨²ltimos a?os es que muchos productos bajo la denominaci¨®n "Bio" o con otros nombres relacionados con la salud se atribuyen propiedades terap¨¦uticas, como la disminuci¨®n del nivel de colesterol. "Lo de poner 'Bio' en la etiqueta est¨¢ prohibido. El nombre no es necesariamente malo, pero hab¨ªa muchos fabricantes que lo utilizaban para atribuirse cosas imposibles", explica del Arco.

Se ha actuado en cuanto a los nombres y en estos momentos se est¨¢ a la espera de la intervenci¨®n de las administraciones para que se prohiban indicaciones terap¨¦uticas y, sobre todo, se obligue a que cualquier propiedad que se atribuya a un producto que se lanza al mercado est¨¦ avalada por estudios cient¨ªficos rigurosos. "Por ejemplo, un productor desaprensivo de lentejas dir¨¢ que son muy buenas para la anemia porque tienen hierro. Tradicionalmente se sabe que la lenteja tiene hierro, pero ese fabricante tendr¨¢ que demostrar que pacientes an¨¦micos han mejorado administr¨¢ndoles lentejas".

La m¨¢xima es que para curar una enfermedad hay que utilizar medicamentos, recalca el director t¨¦cnico del Colegio de Farmac¨¦uticos de Vizcaya. Los alimentos pueden ayudar a prevenir enfermedades, pero no curan. "El consumidor vasco est¨¢ concienciado y eso ayuda mucho a nuestro trabajo", a?ade.

Una de las preocupaciones de del Arco es que los gobiernos de las comunidades aut¨®nomas sean m¨¢s activos en el control de los productos que no son estrictamente farmac¨¦uticos. "Las comunidades son las que autorizan al fabricante en el caso de los alimentos que se autodefinen como nutritivos. S¨®lo se hace una comunicaci¨®n de puesta en el mercado, no se controla m¨¢s". "Nuestra pelea", concluye, "es garantizar que en las farmacias de Vizcaya no haya productos milagro y que los que se vendan cumplan rigurosamente la normativa".