La deriva del IVAM
El museo navega entre la continuidad de su directora, Consuelo Ciscar, su modelo difuso y la postergaci¨®n de su ampliaci¨®n
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El ¨²ltimo golpe de tim¨®n de la Generalitat con respecto al IVAM ha sido no cambiar el rumbo. Al menos, de momento. La ruta dise?ada por dirigentes del PP, que pasaba por sustituir a la directora del museo, Consuelo Ciscar, se ha modificado, al tiempo que se ha confirmado la continuidad de Rafael Blasco, su marido, a bordo de la nave del Consell como consejero de Inmigraci¨®n.
El IVAM sigue navegando por las aguas de la postergaci¨®n. Ya no es el principal referente cultural de la Generalitat. El proyecto de ampliaci¨®n permanece bajo el agua, sin atisbo de consecuci¨®n. Ya no es el museo que mimaba el presidente valenciano, Francisco Camps, cuando era consejero de Cultura. No es prioritario para un Gobierno que lo emplea para sus encajes pol¨ªticos. Todos los honores y mimos se los lleva la ¨®pera, el Palau de les Arts.
En las inauguraciones de las exposiciones, la presencia de profesionales y artistas de fuera de Valencia es, desde hace a?os, escasa o nula
El IVAM ya no es prioritario para el Consell, que lo emplea en sus encajes pol¨ªticos, mientras colma de mimos al Palau de les Arts
En este contexto, Ciscar ha dise?ado una programaci¨®n que destaca por la nutrida presencia de artistas valencianos consagrados, como Miquel Navarro, Andreu Alfaro, Equipo Cr¨®nica, Carmen Calvo o Jos¨¦ Sanle¨®n. Todos ellos ya merecieron exposiciones individuales en los primeros a?os de singladura del IVAM, cuando el museo atesor¨® su prestigio internacional, combinando un poco de los mejores creadores valencianos del momento y un mucho de exposiciones de tesis e investigaci¨®n sobre las vanguardias, adem¨¢s de las apuestas por artistas emergentes que, con el paso del tiempo, se han confirmado como referentes en el panorama art¨ªstico internacional.
Inaugurado en 1989, el centro sent¨® las bases de una oferta internacional, alejada de un discurso localista que a la saz¨®n granje¨® no pocas cr¨ªticas aut¨®ctonas. Su modelo pionero fue copiado. Pero el tiempo pasa.
En la programaci¨®n actual sobresale tambi¨¦n la inclusi¨®n de creadores que ya han visitado Valencia con el Consorci de Museus, que dirig¨ªa anteriormente Ciscar, o la Bienal de Valencia, que ella promovi¨®. Es el caso de Plessi, Ana Peters, Fernando C¨¢novas, Bigas Luna o el arquitecto Vicente Guallart, alma m¨¢ter del proyecto de vivienda Soci¨®polis, que impuls¨® Blasco cuando era consejero de Territorio.
Se une a la n¨®mina valenciana el escultor Ram¨®n de Soto (con una muestra heredada del anterior director Kosme de Bara?ano) y los dise?adores Paco Bascu?¨¢n, Pepe Canya y Mariscal o el publicista Caparr¨®s. A fin de a?o est¨¢ prevista una exposici¨®n con dise?os del peluquero valenciano Tono Sanmart¨ªn.
Buena parte del esfuerzo expositivo de este a?o se ha empleado en la ambiciosa triple muestra Speed. Conten¨ªa obras de reconocidos artistas del siglo XX y tambi¨¦n de contrastados v¨ªdeoartistas del XXI, siendo las exposiciones de Err¨®, Elisabeth Murray y Braque, tambi¨¦n destacables.
En esta ¨²ltima etapa ha llamado la atenci¨®n otras exposiciones por distinto motivo. El IVAM ha puesto en valor con una muestra la colecci¨®n privada Valencia Arte Contempor¨¢neo (VAC), de la sociedad financiera de inversi¨®n Fortis, participada por influyentes familias valencianas. El centro valenciano ha sido el primer museo en mostrar las serigraf¨ªas de pop-art de la empresa asturiana MBA, especializada en ortopedia. Y ahora sorprende que el llamado Institut Valenci¨¤ d'Art Modern, no muy lejos del Museo de Bellas Artes de pintura cl¨¢sica, acoja una exposici¨®n de retratos del Museo del Prado, de Goya a Sorolla. Ya est¨¢ siendo un ¨¦xito de p¨²blico, seg¨²n el museo. La directora la justifica recordando la muestra de Sorolla con la que el IVAM pretendi¨® popularizarse en 1989 entre la ciudadan¨ªa y los fondos que guarda de Pinazo.
El discurso del museo se resiente. Desde hace tiempo se dice, incluso por antiguos colaboradores de Ciscar y antes de su llegada, que el IVAM ya no es ni mucho menos lo que era: que ya no investiga; que ha perdido coherencia y rigor; que ya no hay apenas coproducciones con los m¨¢s prestigiosos museos del mundo; que su poder de influencia de anta?o se ha trasladado a otros centros espa?oles. Son cr¨ªticas que no suelen hacerse p¨²blicas por intereses particulares o por cierto derrotismo o pasotismo. En las inauguraciones de las exposiciones, la presencia de profesionales y artistas de fuera de Valencia es, desde hace a?os, muy escasa o nula.
Tambi¨¦n los tiempos han cambiado y la competencia se ha multiplicado. Del grupo original de profesionales que lanzaron el IVAM, apenas quedan unos pocos. Muchos se fueron para desempe?ar responsabilidades en distintos museos europeos, siendo el caso de Vicent Todol¨ª, director de la Tate Modern de Londres el m¨¢s llamativo.
Cuando Consuelo Ciscar cogi¨® las riendas del centro en mayo de 2004, nombr¨® a Raquel Guti¨¦rrez, su ayudante en el Consorci de Museus, directora del ¨¢rea art¨ªstica del IVAM. Al poco, ella misma se estren¨® como comisaria, repitiendo tal funci¨®n en al menos una veintena de exposiciones de muy diferente signo. La directora se?ala la fotograf¨ªa, las instalaciones, el pop-art y la abstracci¨®n de la colecci¨®n como los principales ejes de su programa.
El nombramiento de Ciscar obedeci¨® a una operaci¨®n para apartarla de la Consejer¨ªa de Cultura, y a Kosme de Bara?ano, de la direcci¨®n del IVAM. No respond¨ªa a unos criterios predeterminados y a un planteamiento art¨ªstico, como reconocieron miembros del Consell. Uno de ellos apel¨® al car¨¢cter "emprendedor y al dinamismo" de la nueva directora para justificar una decisi¨®n pol¨ªtica que ya marcaba la postergaci¨®n del IVAM frente al advenimiento del Palau de les Arts.
En sus tres a?os de gesti¨®n, Ciscar ha potenciado la exhibici¨®n de los fondos del IVAM, con la organizaci¨®n de diversas muestras en el museo o en distintos pa¨ªses del mundo gracias a convenios con diferentes entidades. Se han incrementado tambi¨¦n las donaciones (sobre todo con la producci¨®n de Miquel Navarro y Gerardo Rueda, de quienes se compr¨® obra previamente por de 3,5 millones); y el n¨²mero de visitantes, seg¨²n ha reiterado la directora.
Un cap¨ªtulo aparte merece el notable aumento que experiment¨® la captaci¨®n de patrocinios privados, gracias sobre todo a las aportaciones de empresas inmobiliarias y constructoras, las "m¨¢s solventes en la actualidad", seg¨²n apunt¨® la directora hace dos a?os. Astroc brillaba con luz propia. Cedi¨® dos espacios en Madrid y Mallorca para exhibir las obras del IVAM, patrocin¨® un premio a Ciscar entregado en la sede de la ONU y recibi¨® el galard¨®n del museo por su inyecci¨®n anual de un mill¨®n de euros. Astroc ha dejado de patrocinar el IVAM para evitar ser objeto de cr¨ªticas pol¨ªticas de la oposici¨®n, seg¨²n anunci¨® la empresa antes de su descalabro en la bolsa. Bancaixa vuelve a ser el principal patrocinador.
Otro signo evidente de la postergaci¨®n del IVAM es su permanentemente aplazada ampliaci¨®n, a pesar de los m¨²ltiples anuncios y de contar con dos proyectos. Es m¨¢s, el centro ha perdido espacios con el cierre del Centre del Carme (donde Ciscar plane¨® desde la Consejer¨ªa de Cultura un Museo del Siglo XIX). Las salas de la antigua subsede s¨®lo se han vuelto a abrir para acoger la Bienal de Valencia. Tampoco lleg¨® a buen puerto el prop¨®sito de crear una nueva subsede del IVAM en unas salas anexas al Palau de les Arts, a pesar de que fue anunciada por la directora. Mientras tanto, la piel de acero de 30 metros de altura, que iba proteger "el faro del arte contempor¨¢neo", no ha pasado de ser un proyecto pol¨¦mico y pagado, adem¨¢s de postergado.
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