"Era cuesti¨®n de mentalidad"
El italiano Andrea Anastasi, seleccionador espa?ol de voleibol, explica la transformaci¨®n que permiti¨® al equipo ganar la Liga Europea, el mayor ¨¦xito de su historia
Hay algunos conceptos t¨¦cnicos y t¨¢cticos que le distinguen y en los que no va a ceder ni un ¨¢pice. Andrea Anastasi, de 47 a?os, no es un entrenador cualquiera. Su historial en el mundo del voleibol le avala como uno de los mejores. Siendo jugador, gan¨® la Copa del Mundo y de Europa y tambi¨¦n una Liga mundial. Pero cuando logr¨® el ¨¦xito que m¨¢s valora de su carrera profesional fue cuando hab¨ªa dejado ya la competici¨®n y estaba entrenando a la selecci¨®n de Italia. Entonces, en 2000, gan¨® la medalla de bronce en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sidney. "Fue la realizaci¨®n de un sue?o que ten¨ªa desde ni?o. Hab¨ªa so?ado con ello. Jugamos un torneo impresionante: la selecci¨®n italiana perdi¨® s¨®lo un partido, en semifinales ante Serbia, el campe¨®n", recuerda.
No era f¨¢cil, porque all¨ª estaban las mejores selecciones mundiales e Italia deb¨ªa abrirse un hueco. Pero este t¨¦cnico transalpino trabaja con m¨¦todos personales, "con un sistema de juego particular de ataque y defensa, con planteamientos de saque diferentes y dando mucha confianza al jugador", asegura. Y en esto no est¨¢ dispuesto a cambiar. Este sistema, esta forma de trabajar, fue la base en la que se inspir¨® para conseguir, en s¨®lo dos a?os, el cambio de mentalidad que permiti¨® a Espa?a traspasar la barrera que va del fracaso al ¨¦xito. Hace una semana, la selecci¨®n gan¨® el t¨ªtulo en la Liga Europea, superando a equipos tan potentes como Holanda, Alemania, Eslovenia y Portugal. Lo m¨¢s importante que Espa?a hab¨ªa logrado hasta entonces era un oro y una plata en los Juegos del Mediterr¨¢neo de 1987 y de 2005, respectivamente.
Anastasi fue fichado por la Federaci¨®n Espa?ola cuando la selecci¨®n se hab¨ªa estrellado ya demasiadas veces en su intento de entrar en la ¨¦lite del voleibol mundial. A pesar de contar con algunos jugadores de reconocido prestigio internacional, como Rafa Pascual o Guillermo Falasca, la selecci¨®n no lograba dar el salto. "Era b¨¢sicamente una cuesti¨®n de mentalidad", reconoce Anastasi. "Pero para poder cambiarla hac¨ªa falta tambi¨¦n un trabajo profundo individual t¨¦cnico y t¨¢ctico con los jugadores. Cuando llegu¨¦ no ten¨ªamos competici¨®n oficial, as¨ª que realizamos una gira por Argentina y Brasil y comenzamos a prepararnos para el campeonato de Europa. Estuvimos tocando mucho bal¨®n porque en el voley moderno la t¨¦cnica es fundamental. Y empezamos tambi¨¦n a trabajar el aspecto psicol¨®gico: hay que tener una mentalidad positiva, creer en uno mismo, para tener la oportunidad de ganar".
S¨ª, era otra forma de trabajar. Algunos jugadores tuvieron que modificar su manera de moverse en la pista, el toque en defensa, el concepto del bloqueo o incluso la manera de sacar para adaptarse al nuevo estilo de juego. "Hablamos de grandes jugadores y muy profesionales. Todo fue f¨¢cil", cuenta Anastasi. "Ahora trabajamos m¨¢s a largo plazo en cuestiones t¨¢cticas de equipo. Trato de que los jugadores tengan cada vez m¨¢s confianza y sensibilidad. Tenemos un patr¨®n de juego y eso es fundamental porque cuando las cosas van mal, podemos recurrir a ¨¦l".
Con una sonrisa, Anastasi afirma que los jugadores deben "callar m¨¢s en la pista". "Son latinos y se quejan de los fallos, de lo que les ocurre en la pista. Y todo eso ayuda poco a mantener la concentraci¨®n. Hay que hablar, claro, pero en el vestuario para pulir los problemas y conseguir una total homogeneidad de criterio. Todos deben tener el mismo concepto del juego y confiar totalmente en sus compa?eros. Eso es importante, porque en el futuro vamos a arriesgar mucho m¨¢s en los bloqueos ya que tenemos a varios sacadores con salto. Y para jugar as¨ª hace falta un grupo muy unido".
El t¨¦cnico italiano sabe que "los grupos se compactan cuando ganan". Y conf¨ªa en su selecci¨®n. Para el Europeo de Rusia, en septiembre, ha convocado tambi¨¦n a Rafa Pascual, de 37 a?os, porque cree que puede aportar su experiencia y convertirse en un l¨ªder en el vestuario. "Todos los jugadores le respetan mucho. Est¨¢ ilusionado y creo que puede ser muy ¨²til. Pero a¨²n no hemos trabajado juntos, puede que mis m¨¦todos no le gusten, que no nos entendamos. Y lo comprender¨ªa". Pero Anastasi no duda, cree en este equipo, aunque sabe que entrar en la ¨¦lite no ser¨¢ f¨¢cil. "Creo que podemos aspirar a las semifinales en Rusia", afirma. "En estos momentos hay seis equipos -Rusia, Italia, Serbia, Francia, Polonia y Brasil- superiores a nosotros. Pero vamos a pelear".

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