Un se¨ªsmo causa una fuga radiactiva en Jap¨®n
Nueve muertos y 900 heridos en un terremoto que siembra el terror en el noroeste del archipi¨¦lago
Un terremoto de magnitud 6,8 en la escala de Richter sacudi¨® ayer el noroeste de Jap¨®n y caus¨® una fuga de agua radiactiva en la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la mayor del mundo. El se¨ªsmo sembr¨® el terror en la regi¨®n de Niigata, cercana al epicentro, pese a que los japoneses est¨¢n muy habituados a los temblores. Siete personas murieron y m¨¢s de 800 resultaron heridas al derrumbarse sus viviendas. Los equipos de emergencias segu¨ªan anoche empe?ados en la b¨²squeda de m¨¢s personas atrapadas bajo los escombros. La compa?¨ªa el¨¦ctrica Tokyo Electric Power (Tepco), propietaria de la planta afectada, dijo en un comunicado que el agua contaminada con material radiactivo no provocar¨¢ da?os medioambientales.
Un segundo terremoto de magnitud 6,6 sacudi¨® Kioto, la antigua capital imperial
Fue una jornada de aut¨¦ntico infarto que se cerr¨® con una nueva sacudida tel¨²rica frente a las costas de Kioto, la antigua capital imperial y joya de la cultura y la tradici¨®n japonesas. El bosque de rascacielos de Tokio, construido con extraordinarias medidas antis¨ªsmicas, se balance¨® durante un interminable minuto, como consecuencia del primer terremoto, ocurrido a media ma?ana.
El epicentro de ese se¨ªsmo se encontraba a 17 kil¨®metros de profundidad en el mar del Este, a unos 250 kil¨®metros al noroeste de Tokio. La violencia del temblor resquebraj¨® el armaz¨®n del reactor n¨²mero seis de la central nuclear, en el que se abrieron dos brechas y se desat¨® un peque?o incendio.
Seg¨²n el comunicado oficial de Tepco, el agua contaminada que se filtr¨® por estas rajas se verti¨® al mar del Este y no representa ninguna nueva amenaza para la poblaci¨®n japonesa ni para su entorno natural. Los dem¨¢s reactores nucleares de la planta fueron cerrados inmediatamente, a?adi¨® la empresa.
La ciudad de Kashiwazaki, de 95.000 habitantes, fue la m¨¢s afectada por el se¨ªsmo, ocurrido a las 10.13 hora local (2.13 de la madrugada en Espa?a). La cadena de televisi¨®n NHK mostr¨® im¨¢genes de centenares de casas -en su mayor¨ªa viviendas tradicionales japonesas de madera- reducidas a escombros, otras muchas con los tejados hundidos, autopistas destrozadas y las v¨ªas f¨¦rreas da?adas.
Todos los muertos eran ancianos, con edades comprendidas entre los 71 y 83 a?os. Casi todos quedaron sepultados bajo los escombros de sus casas. Entre los heridos tambi¨¦n hay numerosas personas mayores.
Nada m¨¢s producirse el terremoto, la agencia meteorol¨®gica japonesa emiti¨® una alarma de tsunami que retir¨® poco despu¨¦s, ante la baja intensidad del oleaje, que no super¨® el medio metro de altura. Sin embargo, advirti¨® a la poblaci¨®n ante la posibilidad de nuevas sacudidas que podr¨ªan alcanzar la misma magnitud.
De hecho, despu¨¦s de casi medio centenar de violentas r¨¦plicas, muchas de ellas de entre cuatro y cinco de magnitud, que se dejaron sentir por toda la isla de Honshu, la mayor del archipi¨¦lago, pasadas las once de la noche, hora local, un segundo terremoto de magnitud 6,6 sacudi¨® Kioto. Su epicentro, a 370 kil¨®metros de profundidad bajo las aguas oce¨¢nicas, hizo temblar toda la costa oriental de Jap¨®n. No caus¨® v¨ªctimas.
El primer ministro, Shinzo Abe, que se encontraba de gira electoral en la sure?a ciudad de Nagasaki para los pr¨®ximos comicios al Senado del 29 de julio, cancel¨® sus actividades y vol¨® a Kashiwazaki. Tras visitar las zonas m¨¢s da?adas, Abe se desplaz¨® a la central nuclear para comprobar personalmente la situaci¨®n y escuchar directamente a los responsables de la seguridad de la planta.
Abe prometi¨® "hacer todos los esfuerzos posibles para restaurar las viviendas y restablecer lo antes posible el gas y la electricidad". El ministro de Situaciones de Emergencia, Kensei Mizote, se puso al frente de las tareas de rescate y apoyo.
Al menos 21.000 casas permanec¨ªan anoche sin luz; m¨¢s de 35.000, sin gas -con el que se equipan casi la totalidad de las cocinas japonesas-, y unas 60.000 ten¨ªan problemas con el suministro de agua potable. Adem¨¢s, cerca de 10.000 personas se vieron forzadas, por los da?os sufridos en sus viviendas, a refugiarse en el centenar de centros abiertos por las autoridades de Niigata para atender a los evacuados.
Los trenes que operan por esa zona central y noroccidental del pa¨ªs quedaron interrumpidos, al igual que el famoso tren bala, el Shinkansen. Dos trenes de cercan¨ªas descarrilaron. Uno en la estaci¨®n de Kashiwazaki y otro, en el t¨²nel de Yoneyama, en Niigata.
El transporte por carretera tambi¨¦n sufri¨® graves da?os al quedar cortadas varias autopistas. El aeropuerto de Niigata fue cerrado para que un equipo t¨¦cnico evaluara las grietas en la pista de aterrizaje.
Las comunicaciones telef¨®nicas tambi¨¦n se vieron afectadas y especialmente las m¨®viles, debido a que 93 antenas de la principal operadora resultaron da?adas.
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