El Camb¨® de Borja de Riquer
Cuando publiqu¨¦ la biograf¨ªa del general Batet fui al Servicio Hist¨®rico Militar de Madrid para ofrecer un ejemplar de la obra, seg¨²n es norma cuando se ha utilizado un archivo. Me recibi¨® amablemente el general jefe y, para justificar que no se muestren todos los documentos, me cont¨® algo recientemente sucedido. Una se?ora hab¨ªa pedido ver el expediente personal de su padre, un h¨¦roe de la Divisi¨®n Azul -dec¨ªa- ca¨ªdo en Rusia luchando contra el comunismo. Era la hija y no se le pod¨ªa negar. Le mostraron el expediente y, en efecto, su padre hab¨ªa estado en la Divisi¨®n y hab¨ªa muerto en Rusia... ?fusilado por desertor! La pobre se?ora qued¨® destrozada. Daba por cierta la versi¨®n heroica que le habr¨ªa contado su madre, y si no llega a ver la documentaci¨®n oficial nadie la habr¨ªa sacado de su error.
Hay escritos que no son documentos originarios, sino recuerdos puestos tard¨ªamente por escrito
Ahora est¨¢ de moda la historia oral. Bueno es que se recojan los recuerdos personales, pero hay que cribarlos y a ser posible confrontarlos con los documentos. Los mismos hechos fueron a menudo vividos por distintas personas desde ¨¢ngulos opuestos, y adem¨¢s el recuerdo, con el paso de los a?os, f¨¢cilmente se deforma. Hay escritos que no son documentos originarios, sino recuerdos puestos tard¨ªamente por escrito. Con raz¨®n previene Borja de Riquer contra las memorias de los pol¨ªticos, que tienden a ser apolog¨ªas. Acaba de demostrarlo con su concienzudo estudio Francesc Camb¨®. Entre la monarquia i la rep¨²blica (1930-1932) (Editorial Base, Barcelona, 2007), al que ha puesto el malicioso subt¨ªtulo de Com les mem¨°ries s'acomoden a les circumst¨¤ncies pol¨ªtiques.
Seguramente es el ADN heredado de su padre, el supererudito Mart¨ª de Riquer, lo que ha dado a Borja su sagacidad para descubrir documentos y la perspicacia para interpretarlos. Expone su interpretaci¨®n y conclusiones, pero con toda honestidad publica a la vez los mismos documentos. Se trata, sobre todo, de un curioso escrito que se presenta como "Algunos extractos de un libro in¨¦dito del Sr. Camb¨® relatando su intervenci¨®n en la pol¨ªtica espa?ola, desde la ca¨ªda de Primo de Ribera hasta el advenimiento de la Rep¨²blica". Lo completan dos jugosas cartas de Camb¨® a Duran i Ventosa (29-VIII-1930) y a Joan Estelrich (24-X-1930) y otras dos a Ventosa i Calvell (18 y 19-VII-1936, los mism¨ªsimos d¨ªas del alzamiento). Esta documentaci¨®n merece m¨¢s cr¨¦dito a Borja de Riquer que las Mem¨°ries de Camb¨®, que termin¨® de redactar hacia 1946 (cuando se dispon¨ªa a regresar a Espa?a) pero que no se publicaron hasta 1981-1982. En sus memorias Camb¨®, pensando en futuras actividades en Espa?a, habr¨ªa suavizado lo que en aquellos documentos de los a?os treinta dec¨ªa sobre la ca¨ªda de la monarqu¨ªa en 1931 y sobre la inoportunidad de un golpe militar en 1936.
Hilari Raguer es historiador
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