Los secretos de Mango

Isak Andic vendi¨® a una tienda de Via Augusta sus primeras camisas hippies en 1968. Ten¨ªa 14 a?os y las prendas eran regaladas. Hoy es el due?o del imperio Mango. "La cosa fue a m¨¢s, pero lleg¨® el invierno y decid¨ª invertir mi primer mill¨®n de pesetas en importar abrigos afganos bordados a mano. Se vendieron en una semana. Cuando cumpl¨ª los 18, fui a la Seat, me compr¨¦ mi primer coche, lo llen¨¦ de g¨¦nero y me fui de ruta por Espa?a. No regresaba hasta que vaciaba el coche. Mi primera expansi¨®n".

Andic cada vez se deja ver m¨¢s en p¨²blico. Y parece que empieza a sentirse a gusto, incluso con los flash de las c¨¢maras de por medio. Ayer apareci¨® broncead¨ªsimo en el Palacio de Congresos de Fira de Barcelona para pronunciar una conferencia en el acto de graduaci¨®n de los alumnos del curso acad¨¦mico 2006-2007 de la Escuela de Administraci¨®n de Empresas (EAE) y la Escuela Universitaria de Turismo CETA, ambas en la ¨®rbita de Grupo Planeta y la UPC, para contar la historia y desvelar algunos de los "secretos" de Mango.

Andic no se anda con rodeos, es conciso y directo, como en los negocios. Va per feina, que es lo que lleva haciendo desde que aterriz¨® con su familia en la Barcelona de finales de los sesenta, procedente de Estambul.

Sentido com¨²n, suerte y obsesi¨®n son tres de los secretos numerados con gracia y humor (otro secreto) por Andic ante un entusiasta auditorio lleno a rebosar. La primera tienda fue un puesto de 16 metros cuadrados en un mercadillo de la calle de Balmes. "Vend¨ªa zuecos de madera, un par de ellos cada 20 segundos. A partir de este c¨¢lculo encargu¨¦ un pedido antes de que mi proveedor cerrara por vacaciones. Un d¨ªa apareci¨® un tr¨¢iler cuyo contendio triplicaba lo que cab¨ªa en la tienda. 'Vuelva usted ma?ana', le dije al camionero, y al d¨ªa siguiente alquil¨¦ mi primer almac¨¦n", relata.

Y as¨ª, paso a paso, pero con agilidad, pasi¨®n, ilusi¨®n, con disciplina (m¨¢s secretos) es como Andic -"y un buen grupo de colaboradores"- ha ido levantando Mango, un imperio que debe su nombre a la fruta que conoci¨® por primera vez en 1984, de vacaciones en Filipinas. Hoy factura 1.000 millones de euros, da empleo a 6.500 personas y tiene m¨¢s de un millar de tiendas en 89 pa¨ªses del mundo.