"Mam¨¢, gan¨¦ en el Tour"
El colombiano Soler no se crey¨® que hab¨ªa ganado en la m¨ªtica llegada de Brian?on hasta que habl¨® con su madre
La organizaci¨®n del Tour invit¨® al Barloword, equipo brit¨¢nico con capital surafricano, porque la salida de la ronda se daba en Londres. Ignoraba que la existencia de un tal Juan Mauricio Soler Hern¨¢ndez justificar¨ªa la decisi¨®n. M¨¢s largo que un d¨ªa sin pan, tan grandote que no parece colombiano, Soler pas¨® primero por el Galibier y lleg¨® solo a Brian?on tras una exhibici¨®n brutal. No gana cualquiera en la que se autoproclama capital mundial del ciclismo, un paraje tremendamente bello, donde han ganado los mejores: Bartoli, Bobet, Bahamontes, Coppi, Jim¨¦nez, Bahamontes, Gimondi, Merckx. Muchos descubrieron ayer a Soler, pero el pelot¨®n no. "En la Colombi¨¨re nos pas¨® como un tren. Va que no veas", aseguraba Mikel Astarloza, del Euskaltel. Soler se fue como un avi¨®n subiendo el Galibier. Nadie le pudo echar mano, as¨ª que termin¨® por saludar a Nicol¨¢s Sarkozy en el podio. "Una gran victoria", dijo el presidente de la Rep¨²blica al suramericano.
Le se?alan como heredero de Lucho Herrera, que gan¨® dos veces el premio de la monta?a
Claudio Corti, su director deportivo, le abraz¨® agradecido y le pas¨® un tel¨¦fono: al otro lado, su madre, Mar¨ªa del Carmen. Entonces, Soler, el escarabajo gigante, al fin dibuj¨® una sonrisa en su cara: "Mam¨¢, he ganado. ?De verdad, he ganado! ?Estoy en el Tour y he ganado la etapa, mam¨¢!", se le escuch¨® gritar. Verbalizada la gesta, Mauricio, como le gusta que le llamen, empez¨® a darse cuenta que lo de ayer en Brian?on, eso que le estaba pasando, no era un sue?o.
Acababa de hacer historia justo donde hace siete a?os su paisano Botero levant¨® los brazos por delante de Savoldelli y Pantani. "No ataqu¨¦ para ganar, pero tir¨¦ como un loco. No, no conoc¨ªa el Galibier. Bueno, hab¨ªa mirado el mapa", dijo sincero antes de aclarar que la cara seria con la que atend¨ªa a los medios era cuesti¨®n de la sorpresa: "No esperaba esto, es como un sue?o", dijo. Luego se emocion¨® al hablar de sus or¨ªgenes humildes, de sus padres, campesinos de altura que siendo ni?o no pudieron comprarle una bicicleta, del d¨ªa que vio correr a Indurain en Duitama... "Ten¨ªa 12 a?os. Gan¨® Abraham Olano, pero desde entonces, Indurain fue mi ¨ªdolo y so?¨¦ con ser como ¨¦l".
A los 16 a?os corri¨® su primera carrera: "Le saqu¨¦ dos vueltas al segundo. La municipalidad me regal¨® la bicicleta para que pudiera correr como amateur. En Colombia todav¨ªa hay gente buena que ayuda a los que quieren ser deportistas", confes¨®. Aquella bici era tan mala que a los 17 a?os casi se mata: una cicatriz le atraviesa el perfil izquierdo, de arriba abajo: "Se me parti¨® el eje delantero bajando un puerto y ca¨ª sobre las piedras. Desde entonces, mi mam¨¢ sufre mucho". Segundo en la clasificaci¨®n del premio de la monta?a, hay quienes le se?alan como heredero de Lucho Herrera, que en 1985 y 1987 lleg¨® a Par¨ªs con un jersey a topos. "No s¨¦, ojal¨¢", repet¨ªa en trance.
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