La mirada de Rodrigo y su solidaridad
Cuando Rodrigo tomaba la palabra en una reuni¨®n, y lo hac¨ªa con frecuencia, nunca sab¨ªas por d¨®nde iba a salir. Lo ¨²nico cierto era que dir¨ªa cosas inteligentes, a menudo envueltas en una iron¨ªa acerada, que te har¨ªan reflexionar y considerar el asunto de que se trataba con otros ojos.
Porque la mirada de Rodrigo era siempre una mirada diferente que se sal¨ªa de los caminos trillados. Cuando hubo que oponerse a la dictadura, all¨ª estuvo Rodrigo Ur¨ªa; cuando hubo que luchar por consolidar la democracia, all¨ª estuvo Rodrigo; cuando, con la democracia plenamente consolidada, hubo que participar en empresas colectivas, de esas que dejan huellas profundas en las sociedades y que configuran, de una u otra forma, su futuro, all¨ª estuvo Rodrigo Ur¨ªa. Fue capaz de llevar a la c¨²spide del prestigio en Espa?a, y fuera de ella, el bufete que fundaron su padre y Aurelio Men¨¦ndez, y rechaz¨® las ofertas que le hicieron los primeros bufetes mundiales para adquirirlo, porque pensaba que era mejor que permaneciera en manos espa?olas, y porque no quer¨ªa jubilarse antes de tiempo.
He sido testigo de su obra en el Museo del Prado, como vicepresidente de su Patronato, primero, y presidente, despu¨¦s. Hacer de la primera instituci¨®n cultural de Espa?a un museo moderno y din¨¢mico no era obra f¨¢cil, como tampoco lo fue tomar el relevo de quienes hab¨ªan iniciado la tarea. Cuando lleg¨® su hora se hizo cargo de la presidencia con una elegancia ejemplar que bien podr¨ªa servir de lecci¨®n, conociendo su car¨¢cter, a tanto sucesor que en nuestra tierra s¨®lo piensa en arrasar la obra de sus predecesores. Su aportaci¨®n a la venida de la colecci¨®n Thyssen a Espa?a fue, simplemente, decisiva, como tambi¨¦n fueron imprescindibles sus consejos y su trabajo para hacer posible algunas de las principales operaciones empresariales que se han llevado a cabo en Espa?a los ¨²ltimos a?os.
Si su aportaci¨®n a la cultura y al mundo empresarial fue inmensa, tampoco hay que olvidar su solidaridad con los despose¨ªdos de la Tierra. Apoy¨® con inteligencia y entrega las tareas de Acci¨®n contra el Hambre, de la que era vicepresidente y secretario; viaj¨® a sus misiones en el mundo, cre¨® una fundaci¨®n ejemplar en su propio bufete, prest¨® su ayuda siempre que se le pidi¨® para tareas humanitarias. Su compromiso con los dem¨¢s fue, desde su primera juventud, uno de los ejes de su vida. Quienes le conocimos hemos perdido un amigo entra?able, pero Espa?a ha perdido un gran hombre.
Jos¨¦ Luis Leal fue ministro de Econom¨ªa.
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