?Considera ¨¦tico el nombramiento de la hija de Carlos Fabra como senadora por el Parlamento valenciano?

Por supuesto que es ¨¦tico. Evidentemente, s¨®lo desde la ¨¦tica particular que el PP aplica a todo. Es un paradigma del cinismo y la hipocres¨ªa. Una muestra m¨¢s de la "ideolog¨ªa" que inspira a ese partido: Espa?a es m¨ªa y, para mi beneficio, hago en ella lo que me da la gana. Ectop¨ªa.

Hablar de ¨¦tica, Fabra, PP y Valencia: incompatible. Inna.

El nepotismo sigue vigente. Los pol¨ªticos cada d¨ªa pierden m¨¢s el pudor con sus actos y muchos siguen aprovechando los cargos para favorecer a su entorno familiar. Esto la clase pol¨ªtica debe combatirlo, porque si no a todos se les medir¨¢ por el mismo rasero. Rafacimata.

Quien hizo la ley, hizo la trampa, y de momento es legal. Hay puestos de libre designaci¨®n, por lo tanto su nombramiento ha sido posible. Seguramente hay muchos otros que han accedido a puestos importantes de la misma manera, pero al no ser "hijos de" no ha saltado la liebre y la mitad ni nos hemos enterado. Rosqui.

?Alguien sabe cu¨¢les son los m¨¦ritos de los otros senadores que han sido nombrados junto con la hija de Fabra directamente por los partidos en virtud de la cuota de designaci¨®n auton¨®mica? Que los partidos puedan nombrar directamente, sin las urnas, a personas que van a desempe?ar la representaci¨®n popular resulta incompatible con un Estado democr¨¢tico de derecho. Romario.

??tico? ?Y qu¨¦ es eso? De lo que se trata es de saber si se ajusta a la ley. Y mientras la ley permita eso, no hay nada ¨¦tico ni no ¨¦tico en la actividad institucional. Si se considera no ¨¦tico el nombramiento a dedo, entonces se deber¨ªa quitar esa atribuci¨®n por ley. Mientras la ley sea la que es, es ¨¦tico. La ley es la ¨¦tica de la sociedad hecha norma. Es su reflejo. Tirita.