Tolst¨®i y el beb¨¦ de Ana
Hay historias que te persiguen", dec¨ªa Ana Hu¨¦lamo en la segunda entrega de Nada es Casual. Y es verdad. En Le confessione, de Tost¨®i, un ritual esc¨¦nico extraordinario, el gran actor Franco di Francescantonio contaba la historia de un hombre que, huyendo de un unicornio, corre hasta un pozo seco, en cuyo fondo hay un drag¨®n. Como se ve sin salida, salta a una rama, colgante sobre la boca del pozo. En la rama ve un panal, y, segando el tronco del arbusto del que pende, a dos topos. "Aunque sabe que morir¨¢, el infeliz se pone a lamer la miel", dice Tolst¨®i. A Francescantonio esta historia le estaba pasando. Ten¨ªa una enfermedad terminal. El final de Le confessione, cuando el actor se echa sobre los hombros un cabo del gigantesco tapiz de libros antiguos que alfombra el escenario, y lo saca entero, a pulso, como una bata de cola literaria, sonaba a despedida ¨²ltima. Hu¨¦lamo, profesora de literatura, tambi¨¦n vio Le confessione. Un mes antes, un compa?ero del instituto le hab¨ªa comenzado a contar la historia del unicornio, que acababa de leerse en ingl¨¦s, pues no figura en las Obras completas de Tolst¨®i editadas por Aguilar. "?Pero qu¨¦ me est¨¢s diciendo!", le interrumpi¨®. "Esa historia no es suya. ?Es un exemplum de un libro del siglo XIV, sobre el que estoy haciendo mi tesis doctoral!". Semanas despu¨¦s, Hu¨¦lamo da con un art¨ªculo donde se documenta la publicaci¨®n de este exemplum en media docena de libros medievales. Barlaam y Josafat, uno de ellos, es la versi¨®n cristianizada de la vida de Buda, traducida del lat¨ªn, adonde lleg¨® del griego, vertida a su vez del georgiano en el siglo VIII, lengua adonde fue transcrita del ¨¢rabe, procedente del original hind¨².
Nada es casual es un ciclo de tres espect¨¢culos de th¨¦?tre verit¨¦, pensados y dirigidos por el actor Alberto Jim¨¦nez. En el primero, una autoconfesi¨®n ritual, estaba rodeado por treinta pares de zapatos de amigos, de esta forma presentes en esp¨ªritu. En el segundo, una reuni¨®n al amor de la lumbre, Jim¨¦nez dejaba su sitio a los propietarios de aquellos zapatos, para que hablaran de s¨ª mismos: Ana Hu¨¦lamo cont¨® el exemplum del unicornio para explicar los reveses que la vida le ha dado, dos embarazos extrauterinos incluidos. En Nada es casual III, Jim¨¦nez se apropia de alguna de las historias de sus amigos, la de Hu¨¦lamo entre ellas, y muestra su evoluci¨®n al cabo de dos a?os: por fin ha tenido un ni?o, precioso, a quien vemos en pantalla. L¨¢stima que no quede claro que la mujer embarazada que interpreta ¨¦l, es ella.
Esta tercera entrega es puro testimonio teatralizado. ?se es su inter¨¦s principal, y su tal¨®n de Aquiles. Ver a su autor, cuando todav¨ªa ten¨ªa pelo, presentando el Primijuego en la tele, es curioso, pero es m¨¢s interesante verlo discutiendo en vivo con su padre (el de verdad), que no es actor, aunque tiene hechuras. Desde hace unos a?os est¨¢ de moda sacar a la familia a escena: se han hecho decenas de espect¨¢culos coprotagonizados por uno o por ambos progenitores de carne y hueso, cuando no por la cu?ada del artista o por alguno de sus t¨ªos, en el papel de s¨ª mismos. Otro d¨ªa les hago un listado. Entre lo mejor de Nada es casual III, los mon¨®logos de Ascen L¨®pez: uno es autobiogr¨¢fico; el otro se lo ha arrebatado a una empleada de una empresa de trabajo temporal.
Nada es casual III. Madrid. Sala Cuarta Pared. 21 y 22 de julio.
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