Un almanaque de piedra
Recorrido por el rom¨¢nico de la comarca de Campoo-Los Valles
El mundo, el demonio y la carne se asoman a los canecillos que decoran la fachada de la colegiata rom¨¢nica de Cervatos, junto a Reinosa. La colegiata es una de las cuatro que de ese estilo arquitect¨®nico hay en Cantabria, y la m¨¢s importante en lo que a contenido er¨®tico se refiere: pasa por ser el monumento rom¨¢nico con mayor cantidad de figuras de alto voltaje. Falos gigantescos, c¨®pulas que dejan corto el repertorio del Kamasutra, gestos y muecas lascivos se codean, en p¨¦trea promiscuidad, en la fachada orientada al sur de la colegiata. Cervatos, del siglo XII, es ejemplo can¨®nico de ese estilo tenido por austero pero que, en las distancias cortas, se revela un almanaque ilustrado. Un ap¨®logo moral hecho de piedra.
Del portal¨®n de entrada cuelga un cartel con el tel¨¦fono m¨®vil de quien asiste a las visitas blandiendo un llav¨ªn m¨¢s propio de san Pedro, santo al que, por cierto, est¨¢ dedicado el templo. Salvo en los meses de verano, Cervatos corre la suerte del silencio, igual que otros monumentos que agigantan los pueblos donde est¨¢n. Dentro, los pasos tambi¨¦n suenan con eco mitigado entre los muros rom¨¢nicos y la cubierta g¨®tica, esbelta.
De todas las teor¨ªas existentes sobre la explicitud de estos s¨ªmbolos er¨®ticos, dos son las que m¨¢s se manejan al respecto: una, positiva y festiva, que ver¨ªa en los relieves una especie de fotogramas que animan a la procreaci¨®n -como esos documentales porno que les ponen a algunas fieras en los zoos para que se reproduzcan-, y otra, para trazar una l¨ªnea en teor¨ªa infranqueable entre lo sagrado (el espacio del templo) y lo profano, algo as¨ª como un vade retro a los mortales con ¨¢nimo de pecar.
A saber qu¨¦ ten¨ªan en la cabeza los maestros que levantaron Cervatos, cu¨¢l era el hilo narrativo de ese apocalipsis cotidiano con que pretend¨ªan ilustrar -ense?ar e iluminar, al tiempo- a los hombres y mujeres del medievo. Porque quien maneja s¨ªmbolos -del bisonte al pantocr¨¢tor- tambi¨¦n enarbola conjuros.
Una cu?a verde
De Cervatos hacia el sur, coqueteando con la aridez castellana, parte una carretera que en unos pocos kil¨®metros deposita al viajero en el umbral de Valderredible, municipio integrante de la Mancomunidad de Los Valles, junto con Valdeolea y Valdeprado del R¨ªo, donde hay censadas m¨¢s de 50 iglesias rom¨¢nicas. Valderredible se introduce, como una cu?a verde, entre Palencia y Burgos; tan al socaire de vientos e inclemencias que disfruta de un microclima famoso por sus cosechas, en especial la de patata.
La orograf¨ªa plana y amarilla que se atisbaba por el camino se convierte en ese conf¨ªn c¨¢ntabro en un valle f¨¦rtil y apacible, lleno de vegetaci¨®n y refrigerado por el paso del r¨ªo Ebro, que serpentea junto a la carretera en piscinas naturales o remolinos de piedras. En lo que hace al turismo, se trata adem¨¢s de un territorio sorprendentemente virgen: la infraestructura es escasa, tanto mejor para el descubrimiento.
Valderredible constituye un escenario capital en el desarrollo del cristianismo primitivo: es la cuna del mayor n¨²mero de iglesias rupestres -excavadas en la roca arenisca- de la regi¨®n. Son muchas menos las catalogadas que las existentes, alrededor de 50. Del siglo X, o anteriores, ejemplifican la repoblaci¨®n cristiana que avanzaba hacia el sur, hacia el territorio infiel de Al ?ndalus.
Un par de estas iglesias rupestres, las de Santa Mar¨ªa de Valverde y Cadalso, est¨¢n hoy consagradas al culto, pero la m¨¢s grande, la de Arroyuelos -de dos pisos de altura, con espacio para dos celdas y una necr¨®polis en su exterior-, duerme el sue?o de los justos hasta que los chavales de una casa vecina, avisados de la presencia de un extra?o, acuden presurosos en bici con las llaves de la puerta.
Todo en la comarca es as¨ª de familiar, prueba de que el turismo llega con cuentagotas. Hasta ahora, al menos, pues en Santa Mar¨ªa de Valverde se acaba de construir un centro de interpretaci¨®n y recepci¨®n de visitantes, cuya est¨¦tica copia la cubierta de madera y metal que protege la cueva donde est¨¢ excavada la ermita. Sobre ella, la soberbia espada?a de una iglesia tardorrom¨¢nica.
Al margen de las tres iglesias rupestres que pueden visitarse, casi todos los pueblos de Valderredible tienen sus correspondientes iglesias rom¨¢nicas, en su mayor¨ªa del siglo XII, como la de San Juan de Villanueva de la N¨ªa, de rotunda presencia. Pero es la colegiata de San Mart¨ªn de Elines la que concita el inter¨¦s de los visitantes. Desde la carretera que enlaza Polientes, capital de la comarca, y Escalada (Burgos) se distingue su poderosa silueta asomando al otro lado del r¨ªo, entre las copas de los ¨¢rboles.
La torre cil¨ªndrica adosada a un lateral de la nave alcanza los 24 metros de altura y a?ade un detalle de originalidad a la colegiata, con un claustro recoleto en el que se amontonan bellos sarc¨®fagos rom¨¢nicos y g¨®ticos. De una sola nave, es imponente la c¨²pula sobre pechinas sostenida por cuatro columnas. Y en el exterior, nuevas muestras de canecillos er¨®ticos conviven en animada compa?¨ªa con otros m¨¢s recatados.
De muros para afuera, cabe maravillarse no tanto por la oferta del paisaje -m¨¢s suave en la vertiente burgalesa, escarpado y boscoso hacia Palencia- como por la oportunidad de disfrutar del contacto con una naturaleza genuina. Ni una construcci¨®n moderna afea la sucesi¨®n de pueblos de casas de piedra y balcones con guirnaldas de geranios y begonias; puentes medievales, palacios y casonas blasonadas. La carretera, casi siempre vac¨ªa, hilvana arboledas, oteros y hondonadas con senderos se?alizados para el paseo o la marcha en bicicleta.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- A la colegiata de Cervatos, desde Reinosa, por la autov¨ªa en direcci¨®n Aguilar de Campoo, o por la N-611. La CA-274 lleva a Cadalso, Arroyuelos y la colegiata de San Mart¨ªn de Elines.Informaci¨®n- Centro de interpretaci¨®n de Santa Mar¨ªa de Valverde (942 77 60 02).- Oficina de turismo de Valderredible (www.valderredible.es; 942 77 61 46).- www.turismocantabria.net.
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