La extra?a muerte del p¨¢rroco de Villafranca
?Fue un crimen pasional el asesinato de un sacerdote a manos de un joven rumano?
?Qu¨¦ ocurri¨® la noche del domingo 15 de julio en la vivienda del cura Tom¨¢s P¨¦rez Escudero? Es la pregunta que ronda por la comarca cordobesa del Alto Guadalquivir. El p¨¢rroco, una de las dos personas que podr¨ªan responder a esa cuesti¨®n, amaneci¨® el lunes tirado en el suelo de su habitaci¨®n entre la mesilla de noche y su cama. En mitad de un charco de sangre y con la cabeza destrozada por los golpes recibidos con un radiador de aceite.
Este cura de 75 a?os de edad llevaba unas cuantas horas muerto cuando el sacrist¨¢n de la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas de Villafranca de C¨®rdoba descubri¨® su cad¨¢ver. A las 19.50 horas de ese lunes la polic¨ªa detuvo en Madrid a Vasile Tudose, un joven rumano de 22 a?os al que se le acusa de estar, presuntamente, detr¨¢s de la muerte del sacerdote.
La reconstrucci¨®n de las ¨²ltimas horas del p¨¢rroco es el final de una historia plagada de medias palabras, de miradas que se posan en el suelo cuando se pregunta demasiado, de "se dice" y "se cuenta", de rumores... "Nadie estaba" all¨ª es el perfecto resumen del caso que hace una fuente policial.
El pasado domingo se celebraba la festividad de Santa Marina de Aguas Santas en Villafranca de C¨®rdoba. En este municipio de unos 4.000 habitantes llevaba viviendo el sacerdote 32 a?os. Era el p¨¢rroco, precisamente, de la Iglesia de Santa Marina, situada delante de su casa de la calle Alcolea y a unos metros del Ayuntamiento del municipio. Tom¨¢s P¨¦rez ofici¨® por la ma?ana misa en la parroquia.
Ese d¨ªa almorz¨® en un hotel de la localidad con los miembros de una de las cofrad¨ªas de Villafranca. Luego, sobre las 17.00 horas, parti¨® de nuevo hacia su casa. Por la tarde tuvo tiempo de desplazarse hasta la localidad de Montoro, donde asisti¨® al velatorio de otro sacerdote, Pedro Zurita. Ofici¨® una misa m¨¢s pasadas las ocho. La ¨²ltima vez que se vio al cura con vida fue cerca de las 12 de la noche. Acudi¨® a la casa de una vecina para pedir un poco de pan porque iba a cenar con un joven rumano que, seg¨²n la polic¨ªa, trabaja para ¨¦l.
Se trata, presuntamente, de Vasile Tudose. Este joven lleg¨® a Espa?a hace unos tres a?os con su padre y su t¨ªa. Recalaron en Montoro y subsistieron gracias a la recogida de la aceituna. Su familia actualmente reside en otro municipio de la comarca: Bujalance.
A Tudose lo vieron durante todo el fin de semana los vecinos de Villafranca a bordo de uno de los tres autom¨®viles del sacerdote (un Toyota Corolla, un Mercedes y un todoterreno). Se paseaba solo o acompa?ado del cura.
Unos minutos antes de que el sacerdote llamase a la puerta de su vecina para pedir algo de pan la noche del domingo, Tudose entr¨® en el pub Sound. Salud¨® al camarero y pidi¨® un cubata. Pero no le dio tiempo a tom¨¢rselo all¨ª porque le llamaron por tel¨¦fono. El joven cruz¨® un par de palabras con su interlocutor, colg¨® y pidi¨® al camarero que le pusiera la copa en una vaso de pl¨¢stico para marcharse. Ese local est¨¢ a unos metros del domicilio del p¨¢rroco.
Lo que ocurri¨® dentro de la casa del sacerdote es un misterio. Los investigadores sostienen que la muerte del cura se produjo alrededor de la una de la madrugada. Respecto al m¨®vil del asesinato, las fuentes policiales consultadas sostienen que "todas las hip¨®tesis est¨¢n abiertas". Sin embargo, la Guardia Civil descart¨® en un principio el robo. La puerta verde del domicilio del sacerdote no estaba forzada. En el interior de la casa "ni un caj¨®n estaba revuelto". Y, seg¨²n el primer an¨¢lisis visual, lo ¨²nico que faltaba eran las llaves del Toyota Corolla del p¨¢rroco, en el que Tudose presuntamente huy¨® hasta Madrid, donde fue detenido por la polic¨ªa en una estaci¨®n de autobuses el lunes.
El joven pas¨® el martes en una comisar¨ªa madrile?a. El mi¨¦rcoles el titular del Juzgado de Instrucci¨®n 17 de Madrid lo interrog¨® y decret¨® su ingreso en prisi¨®n y su traslado a C¨®rdoba. Ante la titular del Juzgado de Instrucci¨®n 2 de Montoro fue cuando empez¨® a hablar de aquella noche. El acusado mantuvo que la v¨ªctima y ¨¦l sol¨ªan mantener "relaciones sexuales", seg¨²n fuentes del caso. La polic¨ªa adem¨¢s afirma que el joven podr¨ªa trabajar en una finca propiedad del sacerdote.
Sobre el desencadenante del presunto homicidio nada ha trascendido. S¨®lo que ambos mantuvieron una discusi¨®n, seg¨²n Tudose. El viernes, cuando la juez de Montoro le tom¨® declaraci¨®n y mantuvo la prisi¨®n preventiva, se orden¨® que le fuera practicado al acusado un examen forense. El detenido ten¨ªa algunas marcas en su cuerpo que podr¨ªan ser fruto de esa discusi¨®n con el sacerdote. Del motivo de la ri?a nada se conoce por el momento ya que la juez ha ordenado el secreto de sumario.
En la comarca nadie se atreve a hablar abiertamente de las relaciones que trababa el sacerdote. Dicen los vecinos que le gustaba la noche y departir con la gente joven, pero todos sostienen que es imposible afirmar que se tratara de algo m¨¢s que relaciones de amistad. Sin embargo, fuentes conocedoras del caso, afirman que hace menos de una d¨¦cada la Guardia Civil investig¨® al sacerdote por este asunto. Fue a ra¨ªz de una denuncia presentada contra el cura por la madre de un chaval de la zona. Aquella investigaci¨®n no lleg¨® nunca ante los jueces.
Si la hip¨®tesis del "crimen pasional" es una de las que manejan los investigadores, otra tambi¨¦n apunta a que pueda haber alg¨²n tema pecuniario de fondo. El sacerdote, adem¨¢s de ser el due?o de tres autom¨®viles, tambi¨¦n era propietario de una finca a las afueras de Villafranca. Un cortijo con alberca y embarcadero en el Guadalquivir que el sacerdote alquilaba para la celebraci¨®n de banquetes de bodas.
Son muchas las inc¨®gnitas. Y no se terminar¨¢n de despejar hasta que se celebre el juicio, previsiblemente con un jurado popular. Hasta ese momento el caso del cura de Villafranca seguir¨¢ siendo un misterio.
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